(CNN) – Puerto Rico ya no puede hacer pagos sobre su deuda que alcanza los 73.000 millones de dólares, según el gobernador Alejandro García Padilla, quien advierte que la isla se encuentra peligrosamente cerca de entrar a una “espiral de muerte”.
“La deuda es impagable… no existe otra opción. Este no es un asunto de política, sino de matemáticas”, le dijo García Padilla al New York Times en una entrevista publicada el domingo en la noche. “Pero tenemos que hacer que la economía crezca. Si no, estaremos en una espiral de la muerte”.
La advertencia se produce tan solo un día antes de la fecha en la que se espera que el gobernador dé a conocer un informe, realizado por funcionarios en el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, el cual pinta un cuadro muy sombrío de las finanzas del territorio autónomo. Según informes de los medios, el gobernador dará un importante discurso el lunes, luego de la publicación del informe.
La economía de Puerto Rico ha estado en problemas durante años, debido a los gastos excesivos del gobierno, a los altos costos de la energía y a la dependencia de la deuda. Ahora, el territorio de los Estados Unidos se encuentra peligrosamente cerca de caer en un incumplimiento.
En un intento por evitar un incumplimiento de pago, el gobierno de Puerto Rico ahora está buscando concesiones por parte de sus acreedores, por ejemplo aplazar algunos pagos de deudas, o extender el programa de reembolso. Parece que nadie saldrá ileso de esta crisis: García Padilla está instando a los acreedores de la isla a que “compartan los sacrificios”.
Un punto crítico es un pago de deuda de 400 millones de dólares que PREPA, una empresa de electricidad operada por el gobierno, debe hacer el 1 de julio. Se trata de una deuda que PREPA casi sin duda no puede pagar en su totalidad; Moody’s ha clasificado los bonos de la compañía de electricidad en la categoría más baja posible.
PREPA en sí tiene más o menos una deuda de 9.000 millones de dólares en total; en comparación, cuando Detroit cayó en la quiebra, perdió 7.000 millones de dólares.
Las cosas se han complicado tanto que los puertorriqueños de todas las clases sociales han salido en busca de empleos a otros lugares.
Entre 1980 y 2000, la migración anual de los puertorriqueños hacia los Estados Unidos continentales era de 12.000 personas. De 2010 a 2013 —cuando la economía empezó a hundirse— esa cifra aumentó a 48.000 personas por año.
Cada vez que alguien sale de Puerto Rico, la situación empeora. Eso reduce la base fiscal de la isla, necesaria para pagar los gastos del gobierno y sus deudas. En años recientes, el gobierno incurrió en incluso más deudas para pagar su deuda actual.