Nota del editor: Dean Obeidallah fue abogado y actualmente conduce el programa semanal The Dean Obeidallah Show, de la emisora SiriusXM. También es codirector del documental The Muslims Are Coming! Síguelo en Twitter en @TheDeansreport.
(CNN) — Donald Trump es intrigante, insultante, nauseabundo, hilarante y casi cualquier otro calificativo que hayamos usado para describir a las estrellas de un reality show.
Puedes amarlo u odiarlo, pero es imposible que lo ignores (créeme, he tratado pero he fallado miserablemente), así que entiendo totalmente que los medios cubran todo sobre Trump, desde sus comentarios incendiarios hasta su cabello y sus tuits.
Pero el asunto es que Trump no se está postulando para ser el rey de las estrellas de los reality shows. La carrera presidencial republicana no es un episodio muy especial de The Apprentice.
Trump busca la presidencia de Estados Unidos. Sin embargo, la cobertura mediática de Trump, en su mayoría, se ha parecido más a la cobertura de las travesuras de Justin Bieber o de una pelea en Twitter entre Katy Perry y Taylor Swift.
Sabemos más sobre las peleas de Trump con Megyn Kelly, de Fox News, o de sus indignantes comentarios sobre los mexicanos, de lo que sabemos sobre sus posturas respecto a los temas más importantes para Estados Unidos.
No me malinterpreten: esos comentarios de Trump son importantes para sopesar si tiene el temperamento y el carácter para ser presidente. Pero eso es solo una parte de lo que necesitamos saber acerca de El Donald.
Tan solo miren la cobertura mediática de Trump desde el debate republicano del jueves 6 de agosto. Todo ha girado alrededor de la pelea de Trump con Kelly, de sus comentarios durante el debate, de sus ataques de tuits de esa noche contra ella: “Vaya, @megynkelly realmente fracasó esta noche. ¡La gente está enloqueciendo en Twitter! Es divertido de ver”.
Minutos después, Trump tuiteó: “¡Realmente disfruté el debate de esta noche a pesar de que el trío de @FoxNews, particularmente @megynkelly, no fue muy bueno ni profesional!”.
La pelea entre Kelly y Trump se agravó el viernes por la noche, cuando Trump dijo a Don Lemon, de CNN, que a Kelly “le salía sangre de donde sea”, por lo que muchos creyeron que Trump se refería a la menstruación. Trump negó que esa hubiera sido su intención y afirmó que quería decir que le sangraba la nariz.
Sin embargo, los medios cubrieron esto todo el fin de semana, como si fuera una trifulca típica entre celebridades, e hicieron preguntas como: “¿Trump ofrecerá disculpas?”, “¿Trump y Megyn Kelly podrán volver a trabajar juntos?”, “¿Trump volverá a figurar en debates de Fox News?”. Yo estaba esperando que preguntaran: “¿Los otros candidatos expulsarán a Trump de la isla?”.
Incluso en el debate del jueves, los moderadores se concentraron en la personalidad de Trump y no en sus posibles políticas presidenciales. Tan solo vean las preguntas que le hicieron en comparación con los otros candidatos.
Interrogaron a Trump sobre sus bancarrotas anteriores, sobre cuándo se volvió republicano, sobre sus comentarios incendiarios previos y sobre si en realidad era liberal.
Por otro lado, los moderadores de Fox News interrogaron a Jeb Bush sobre su apoyo a los estándares de educación Common Core. Le preguntaron a Chris Christie y a Mike Huckabee sobre la reforma a los programas federales de prestaciones. Le preguntaron a Scott Walker sobre “las políticas exageradamente agresivas en contra de los jóvenes afroestadounidenses”, y la lista sigue.
¿Acaso Fox News asedió a Trump con preguntas sobre sus comentarios y sus problemas financieros con la esperanza de obligarlo a hacer más comentarios incendiarios? ¿Temían que si Trump empezaba a dar detalles poco sólidos de las políticas se volvería aburrido y la gente dejaría de ver el debate? ¿Pensaron que Trump no es lo suficientemente inteligente como para entender las sutilezas de las políticas públicas?
Solo Fox News nos lo podría aclarar. Pero lo que puedo decir es que un republicano de tradición que ha hablado con Trump en varias ocasiones a lo largo de los años me aseguró que Trump entiende perfectamente los asuntos políticos. También dejó en claro que Trump habla en serio cuando dice que quiere ser presidente y que está en esto para ganar.
Además, Trump es mucho más inteligente de lo que creen muchos reporteros políticos, así que deberían empezar a hacerle más preguntas sobre política.
De hecho, el domingo 9 de agosto por la mañana, Trump nos recordó sus proezas intelectuales con el comentario que hizo a Jake Tapper, de CNN: “Asistí a la Escuela Wharton de Finanzas, fui un estudiante de excelencia, soy una persona inteligente” (Trump también asistió durante dos años a la universidad de la que yo me gradué, la Universidad Fordham, antes de que cambiase a la Universidad de Pennsylvania).
En este punto sabemos mucho acerca de Trump, el hombre. ¿No es hora de que los medios dejen de enfocarse en la personalidad de Trump y empiecen a centrarse en sus políticas? No digo que ignoremos los próximos comentarios descabellados de Trump… no podemos. Pero hay que saber más sobre sus ideas políticas.
Apuesto que a millones de estadounidenses les encantaría conocer el punto de vista de Trump sobre el aumento de los empleos, el combate a la violencia con armas de fuego, el cambio climático, la desigualdad salarial y cosas así. Conociendo a Trump, apuesto que las respuestas serían entretenidas.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Dean Obeidallah.