Para Rick Wilson, Trump es un "cáncer", un "ser despreciable épico" un "estatista" con "un cierto toque de fascismo entre todo",.

(CNN) – Para los partidarios de Donald Trump, el magnate inmobiliario que pasó a ser candidato presidencial, es un respiro refrescante de la política de siempre, un hombre que evita la corrección política y el estatus quo.

Para Rick Wilson, un consultor político republicano de hace mucho tiempo que ha pasado los últimos meses haciéndole la guerra a la candidatura de Trump, “el Donald” es algo completamente distinto. En palabras de Wilson, Trump es un “cáncer”, un “ser despreciable épico” un “estatista” con “un cierto toque de fascismo entre todo”, cuya nominación presidencial significará el apocalipsis para el Partido Republicano.

Y eso solo es el material que se puede publicar.

https://vine.co/v/eTirtn5jegp

El auge de Trump tiene preocupados a muchos de la clase dirigente del Partido Republicano porque su nombramiento sería un desastre para el partido en el 2016. Quizás quien hace más alboroto es Wilson. Desde que Trump tomó la delantera en las primarias presidenciales del Partido Republicano, Wilson se ha embarcado en una cruzada personal y profesional para convencer a los conservadores que Trump no es uno de ellos.

“Él es un riesgo existencial, no solo para el movimiento conservador, sino para el Partido Republicano”, le dijo Wilson a CNN. “Hemos llegado a un punto en el que podríamos abandonar o perder a los conservadores limitados del gobierno por una generación, si lo reemplazamos por este nacionalismo estatista y por el Trumpismo como una doctrina de nuestro partido”.

Su persistente antagonismo ha hecho que Wilson se convierta en uno de los más acérrimos enemigos de Trump dentro del partido. Pero para los partidarios de Trump que se han enfrentado a él, él representa todo lo que está mal con la clase dirigente del partido.

Ellos lo consideran como un operador político típico que solamente apoya a los republicanos bien conectados, como Jeb Bush. (Wilson no ha tomado a ningún candidato presidencial como cliente este ciclo, pero tiene vínculos informales con Bush y con las redes del senador de Florida, Marco Rubio, como agente veterano del estado).

Sin embargo, Wilson vive lejos de los sitios web pantanosos destinados para acusaciones políticas en Washington. En cambio, él está aproximadamente a 1.448 kilómetros al sur, entre los pantanos del norte de Florida. Incrustado en una pradera verde rodeada de pantanos llenos de caimanes y serpientes, Wilson reside y trabaja desde su casa —la cual también funciona como una habitación de guerra política— con su familia, tres perros, un gato y un pequeño arsenal de armas recreativas cuidadosamente almacenadas.

Entre conferencias telefónicas con campañas políticas, entrevistas con los periodistas y, más recientemente, ataques de fuerza digital con los partidarios de Trump, Wilson por lo general practica tiro al plato en su patio trasero con sus escopetas o les dispara a los coyotes con su rifle semiautomático AR-15, fabricado a mano. Cuando necesita viajar por trabajo, vuela su propia avioneta desde un aeródromo cercano.

Wilson se inició en la política en la década de 1980, como director de campo para la campaña presidencial de Geroge H.W. Bush. Fue allí donde recibió una educación política de la operación de la campaña dirigida por el infame Lee Atwater, un táctico político despiadado —muchos lo recuerdan como un sucio estafador y de mala reputación— que le cambió el rostro a la política moderna. Atwater fue responsable por el controvertido anuncio de “Willie Horton” en contra del oponente democrático, Michael Dukakis.

Hay indicios de Atwater en el trabajo de Wilson. Durante las últimas tres décadas, él trabajó como publicista del Partido Republicano. Algunos de sus grandes éxitos: en 1997, él hizo un anuncio para la campaña a la alcaldía de Rudy Giuliani, la cual giró en torno a las tiendas eróticas. En el 2002, él creó un anuncio en contra del exsenador democrático, Max Cleland, la cual incluía imágenes de Osama bin Laden para sugerir que él estaba debilitando la guerra contra el terrorismo. Además, cuando el entonces senador, Barack Obama, se postuló por primera vez para la presidencia en el 2008, Wilson organizó una campaña de televisión sobre su pastor, el reverendo, Jeremiah Wright.

“Me encanta un buen anuncio negativo. Nunca me voy a alejar de ellos”, le dijo Wilson a CNN. “Yo no me tomo en serio ninguno de los comentarios: ‘Oh, eres muy negativo’. Sí, lo puedes apostar. Aún sigue siendo una herramienta que funciona”.

Con Trump a la cabeza, él quiere que más republicanos usen dichas tácticas en contra del favorito republicano… y más vale tarde que nunca.

“Ahora existe un enorme interés en asegurar de que Donald Trump no conduzca a la inevitable elección de Hillary Clinton o Joe Biden debido a un número de partidos conservadores externos que están interesados”, dijo Wilson. “Esto tiene que ser como ataques de tiburón. Mordisco. Mordisco. Sangre. Mordisco. Sangre. Sangre. Sangre. Todo un festín”.

Él se negó a dar detalles sobre los planes que otros candidatos presidenciales tienen para oponerse al triunfo de Trump, pero dijo que lo harían. El candidato presidencial republicano, Jeb Bush, ya ha comenzado a publicar en línea videos que apuntan hacia Trump, un posible avance de lo que está por ocurrir. La campaña de Trump no respondió a una solicitud de comentarios en relación a este artículo.

La retórica directa —y a veces indecente— que Wilson ha dirigido en contra de Trump y de sus secuaces, lo ha convertido en blanco principal de los defensores de la campaña, principalmente de los escritores y editores de Breitbart.com, un sitio de noticias conservador.

Los escritores de Breitbart atacaron fuertemente a Wilson cuando él se refirió a los partidarios de Trump como “votantes que requieren poca información”.

“Rick Wilson ha puesto por los suelos a los partidarios de Donald Trump de forma abierta y pública. Él se gana la vida como un estratega republicano, pero ¿qué clase de estrategia es referirse a más del 25% de los republicanos como ‘votantes que carecen de información’ y nativistas?”, le dijo Alex Marlow, editor en jefe de Breitbart News a CNN. “Él sabe que si Trump no es el candidato del Partido Republicano e incluso una fracción de sus seguidores se quedan en casa en el día de las elecciones generales, los demócratas conservarán la Casa Blanca; sin embargo, aun así los margina”.

También se encontró en una situación difícil con parte de la base conservadora cuando hizo una observación vulgar en Twitter, insinuando que Trump le paga por sexo a la escritora conservadora, Ann Coulter. Wilson le dijo a CNN que a veces se pasa de la raya, pero se negó a decir más al respecto. Coulter no respondió una solicitud de comentarios.

Sin embargo, eso no le ha impedido traspasar los límites en su intento por evitar que Trump se convierta en el candidato presidencial del Partido Republicano.

“Donald Trump prácticamente ha timado a los conservadores. Subestimé cuánto se quieren dejar engañar por este tipo”, dijo Wilson. “Ellos quieren que les diga por la mañana que aún serán amados y respetados. Quieren que el gran macho alfa los haga perder la cabeza y los trate con rudeza. Ellos quieren eso de este tipo”.