Solta (Croacia) — Solta, bordeada por las aguas cristalinas color turquesa del mar Adriático y las playas de guijarros, es una isla cubierta de pinos de 24 bahías y 1.400 personas.

(CNN) – Sin duda, las primeras cosas que te vienen a la mente cuando piensas en una “escapada a una isla” son arenas blancas y palmeras.

Tal vez un coco con una pajilla dentro.

Sin embargo, para aquellos dispuestos a ver más allá de los trópicos, existen muchas escapadas a islas alrededor del mundo que valen la pena, las cuales aún deben aparecer en el radar del turismo.

Si te parece atractivo pensar en paseos entre la increíble naturaleza, un ritmo relajado y fabulosa comida y bebida, estos cinco destinos son para ti.

Solta (Croacia)

Poco conocida en comparación con las cercanas islas de Dalmacia, como Korcula y Hvar —las cuales han estado disfrutando de un auge turístico desde que Beyoncé y Jay-Z las visitaron en el 2011— la isla croata de Solta tiene un aspecto similar: casas de piedra con techos de teja naranja, el cristalino mar Adriático color turquesa y playas de guijarros.

En esta tranquila isla cubierta de pinos con 24 bahías y 1.400 habitantes, los visitantes pueden degustar el vino tinto local, aceite de oliva, tapenade y anchoas en el negocio familiar Agroturizam Kastelanac.

Para darte un festín de pescado a la plancha, risotto de mariscos y disfrutar de un plato combinado de prosciutto, dirígete a Konoba Nevera en Stomorska, un pequeño pueblo de pescadores. También vale la pena visitar el estudio del pintor Vicko Buktenica, un hombre obsesionado con los paisajes locales rurales y los burros.

El único hotel de Solta es el lujoso Martinis Marchi, establecido en un castillo del siglo XVIII, junto al mar, pero también encontrarás posadas y apartamentos económicos.

Azores (Portugal)

Flores es una de las nueve islas volcánicas que conforman la región portuguesa de Azores.

Este grupo de nueve islas en el Océano Atlántico, a una distancia de 1.287 kilómetros (800 millas) al oeste de Portugal continental, cuenta con volcanes, hortensias azules, acantilados costeros empinados y más tonos de azul y verde que los que contiene la paleta de colores de un taller de pintura.

Encontrarás lagos de cráter azul turquesa y verde esmeralda de lado a lado en la isla de Sao Miguel en Lagoa das Sete Cidades.

En la isla de Pico es donde puedes encontrar la montaña más alta de Portugal. A una altura de 2.346 metros (7.700 pies), la Montaña del Pico a menudo está envuelta en nubes.

En Faial, el puerto deportivo de Horta está adornado con el arte creado por los marineros de todo el mundo.

Flores está llena de coloridas flores —de ahí su nombre— montañas, lagos de cráter y cascadas.

Cómo llegar allí: toma un vuelo de cuatro horas desde Boston, Massachusetts, en Azores Express, o un vuelo de dos horas de Lisboa a Ponta Delgada en la isla de Sao Miguel. Se cuenta con vuelos interinsulares y servicio de ferry.

Isla Lummi (estado de Washington)

En esta tranquila isla, cubierta de hojas perennes, Blaine Wetzel de The Willows Inn, quien fue galardonado con el premio James Beard al Mejor Chef del Noreste en el 2015, preside un desfile de bocados exquisitos, lo cual ha sido pescado, cultivado y recolectado en la isla de Lummi.

Elogiado por el New York Times en el 2011 como uno de los 10 restaurantes del mundo a los que “vale la pena hacer un viaje en avión”, su restaurante se encuentra en el único hotel de Lummi.

Incluso los cócteles son obtenidos en la isla: la mejor opción es el Spotted Owl, hecho de ortigas de abeto Douglas, ginebra y cítricos.

Cuenta con una comunidad de artistas… los estudios abiertos al público presentan a más de 40 artistas y artesanos tres veces al año.

Puedes encontrar sesiones de sanación energética en Tree Frog Farm, el cual fabrica esencias de flores y productos de aromaterapia.

Cómo llegar allí: da un paseo de 5 minutos en el ferry de automóviles Whatcom Chief, el cual sale cada hora desde Gooseberry Point, cerca de Bellingham, una ciudad que se encuentra a 48 kilómetros (30 millas) al sur de Vancouver y a 145 kilómetros (90 millas) al norte de Seattle.

Sark (Islas del Canal, Reino Unido)

Apodada como la primera “isla del cielo oscuro” del mundo por la International Dark Sky Association, la más rural de las cinco islas del Canal ofrece una magnífica vista de la Vía Láctea dado que no tiene iluminación vial ni automóviles.

Los autos, autobuses y motocicletas están prohibidos en esta isla de aproximadamente 600 personas, la cual se encuentra a unos 128 kilómetros (80 millas) al sur de Inglaterra; es decir, los visitantes llegan a disfrutar tanto de aire puro como de tranquilidad.

Los carruajes tirados por caballos, bicicletas y tractores agrícolas se suman al encantador túnel del tiempo.

El paisaje de la isla Sark incluye prados repletos de flores silvestres, una dramática costa escarpada y la estrecha calzada natural que conecta a Sark con Little Sark.

Sark solo cuenta con dos hoteles: La Sablonnerie, con un aclamado restaurante que ofrece langosta y pescado local y tiene su propia granja, y Stocks Hotel, una antigua granja del siglo XVI en un valle boscoso. También hay algunas posadas.

Cómo llegar allí: los ferry de una hora salen de Guernsey (una isla del Canal) varias veces al día durante la temporada alta, todos los días en invierno. Los vuelos desde el Reino Unido a Guernsey son atendidos por Aurigny Air, Blue Islands y FlyBe.

Los ferry de Normandía también operan varias veces por semana en temporada alta.

Spitsbergen (Noruega)

La isla Spitsbergen de Noruega se encuentra a unos 1.000 kilómetros al sur del Polo Norte.

Te esperan unas espectaculares vistas de las montañas nevadas, fiordos, mares color azul cobalto y hielo azul eléctrico en el archipiélago Svalbard, la parte más septentrional del mundo.

A mitad de camino entre el norte de Noruega y el Polo Norte en el Océano Ártico, Spitsbergen es la única isla habitada. Su ciudad más grande, Longyearbyen, tiene alrededor de 2.000 personas.

Las flores silvestres florecen en verano, gracias a temperaturas sorprendentemente cálidas (9 grados centígrados), mientras que el sol de medianoche ofrece luz del día de forma continua, desde mediados de abril hasta finales de agosto.

Los visitantes pueden ver la aurora boreal de mediados de noviembre a febrero, cuando la oscuridad reina.

Entre las actividades populares de verano están los trineos con perros en un carro tirado por huskies, el senderismo y el kayak de mar. En invierno, los visitantes pueden andar en motos de nieve, esquiar, hacer paseos en trineos tirados por perros y hacer caminatas glaciares.

El atmosférico Basecamp Hotel, en Longyearbyer, cuenta con habitaciones amuebladas como el camarote de un trampero y están complementadas con pieles de foca, trozos de madera y loza. Su bar con techo de cristal ofrece vistas a la montaña.

Cómo llegar allí: toma un vuelo de tres horas desde Oslo a Longyearbyen en SAS o Norwegian, o una hora y 40 minutos de vuelo desde Tromso en SAS.