Margaret Hoover es la presidenta del grupo de defensa, con tendencia derechista: American Unity Fund, y autora de “American Individualism: How a New Generation of Conservatives Can Save the Republican Party”. Ella es la presentadora de “Get It Right with Margaret Hoover” de SiriusXM. Las opiniones expresadas en este comentario son exclusivamente las de la autora.
(CNN) – ¿Cómo puedes pasar de ser un cirujano de prestigio internacional a ser un héroe popular conservador, casi superando a Donald Trump en las encuestas para la nominación presidencial del Partido Republicano?
El ascenso de Ben Carson es un fascinante caso práctico acerca de la cultura de la gente común que ha resultado en un sólido apoyo entre evangélicos y mujeres, lo cual se refleja en la pequeña base de donantes más robusta en la contienda del 2016. Y en el verano de Trump, Carson lo ha logrado al demostrar que es un caballero y no un patán.
Llámalo el anti-Trump… discreto, consultivo y real. Las encuestas muestran que eso está funcionando: la última encuesta del New York Times/CBS muestra a Carson empatando dentro del margen de error con Trump.
El ascenso de Carson comenzó cuando lanzó un golpe contra el éxito de la política distintiva de Obama, frente a él, en el Desayuno Nacional de Oración del 2013; luego de eso, cerró el trato para un libro y se embarcó en un recorrido que él ha logrado transformar en una de las máquinas de recaudación de fondos más formidables del Partido Republicano.
Sin los beneficios de la transmisión televisiva o la infraestructura política apropiada de un gobernador o un senador de Estados Unidos, Carson aprovechó la gira de promoción de su libro como el tiempo de elaboración para construir un aparato nacional de recaudación de fondos en línea a partir del 2014. En mayo de ese año, Carson inició un espectáculo ambulante a lo largo del corazón del Sur evangélico –Carolina del Norte, Georgia, Tennessee, Florida, Alabama, Misisipi, Texas– y que culminó con cuatro paradas en Iowa. Y cuando examinas su último informe de la Comisión de Elecciones Federales, puedes ver que valió la pena. Los estados de donde proceden la mayoría de las contribuciones son: –lo adivinaste– Texas, Georgia, Carolina del Norte, Alabama y Iowa, para un total de más de 10 millones de dólares en donaciones pequeñas.
Carson tiene derecho de alardear de una de las listas de recaudación de fondos del campo del Partido Republicano más sólidas, aun cuando hacer alarde de algo no es su estilo. Según Phil Musser, presidente de la agencia de medios digitales IMGE (que no está alineada en la contienda del Partido Republicano), “Carson silenciosamente construyó un sistema titánico de recaudación de fondos y personas comunes en línea durante el 2014 y el 2015. Eso le ha ayudado a recaudar con éxito pequeñas cantidades de dinero en dólares como ningún otro aspirante a la nominación del Partido Republicano. Este es un argumento de peso para su candidatura, además de que demostrará ser una inversión temprana muy inteligente que impulse su candidatura más adelante”.
El apoyo de Carson, especialmente en estados como Iowa, es más fuerte entre evangélicos cristianos y mujeres. Sus cifras de entusiasmo en ese estado son más altas que las de Trump. Carson ha opacado a Mike Huckabee, al senador Ted Cruz y a Rick Santorum como el candidato moral viable de la mayoría para el 2016.
Ben Carson cuenta con el favor de los asistentes del caucus de Iowa… el toque suave y su prestigio como fuereño, además de no mostrar temor de arremeter contra el Obamacare y los excesos de Washington. En un momento en que la clase media se ve exprimida por sus ingresos estancados y cuando los costos de la atención de salud van en aumento, parece que a Ben Carson sí le importa la situación. En Iowa, él le habla a los clubes rotarios y en los salones de banquetes, y ha estado allí durante más de 12 meses… no se le ha visto solamente al llegar en helicóptero a la Feria Estatal de Iowa sino que se ha tomado el tiempo para llegar a conocer a las personas. Esa es la diferencia.
A medida que el debate se cierne, el Dr. Ben Carson también tiene la mejor estrategia para tratar con ‘el Donald’: ser más grande que el acosador. Como el hijo de un ministro adventista del Séptimo Día, después de cuestionar la fe de Trump, Carson se disculpó y de ese modo evitó el tsunami de insultos que Trump pronuncia contra los insensatos comunes que tiene en la mira.
¿Significa esto resistencia? No necesariamente –me gusta recordarle a las personas que el único civil (no exgeneral militar) que ganó la presidencia sin haber ocupado alguna vez un cargo público fue Herbert Hoover. Y Hoover, mi bisabuelo, fue un héroe de la Primera Guerra Mundial por organizar el primer esfuerzo de ayuda humanitaria internacional masiva para alimentar a una Bélgica ocupada, luego se desempeñó en los gabinetes de los presidentes demócratas y republicanos durante ocho años antes de ganar la presidencia. Este camino a la presidencia no está muy andado.
La base de apoyo de Carson tampoco representa la posibilidad de un apoyo amplio de parte de la corriente dominante. Ha sido notable que sus comentarios acerca de los homosexuales y el aborto han estado fuera de la corriente principal –incluso he sugerido que sus opiniones sobre las personas LGBT están “desconectadas de la realidad”–, pero él cuenta con el apoyo galvanizado y racional de uno de los soportes más significativos en el movimiento conservador moderno, y esa es la razón por la que Ben Carson entra al “segundo asalto” esta noche, como un favorito cercano para la nominación del Partido Republicano.