Esperanza nació en un hospital clandestino en Siria luego de un bombardeo que la hirió cuando estaba en el vientre.

(CNN) – En Siria, un país devastado por la guerra, una niña fue víctima de la guerra civil antes de nacer.

La recién nacida se llama Amel, o “Esperanza”, debido a lo que ha sobrevivido en sus primeros días de vida en Alepo. Ella vino a este mundo con una cicatriz de la guerra en su frente.

Su historia es un ejemplo trágico de las pérdidas humanas de una guerra que ha cobrado decenas de miles de vidas y ha impulsado a millones de personas a huir. Mientras los líderes europeos le hacen frente a una afluencia de inmigrantes y refugiados que ingresan a través de sus fronteras, la historia de Amel proporciona la explicación de por qué está ocurriendo esta migración masiva.

Un ataque aéreo, supuestamente llevado a cabo por las fuerzas del gobierno el 18 de septiembre, dañó varias casas en una zona residencial de Alepo, entre ellas la casa donde vive una mujer llamada Amira y sus hijos, dijeron los testigos y los médicos a CNN.

Amira, quien tenía nueve meses de embarazo, y tres de sus hijos resultaron heridos en el ataque y fueron trasladados a un hospital cercano, dijeron los testigos.

Cuando Amira llegó al hospital, “parecía triste y confundida,” dijo Abu Louie, portavoz del Mashfa al Midani Hospital a CNN.

Sus hijos tenían heridas menores, pero Amira sufrió heridas de metralla en el rostro y en el cuerpo, dijo el portavoz.

“Ella estaba rodeada por sus tres hijos heridos, y estaba sangrando de varias partes de su cuerpo, entre ellas el vientre”, dijo.

Debido a que temían por la sobrevivencia de la madre y la niña que llevaba en el vientre, los doctores decidieron hacer una laparotomía de emergencia.

Lo que los médicos no podían haber imaginado cuando nació la bebé fue esto: un trozo de metralla estaba alojado en la frente de la recién nacida, justo por encima del ojo izquierdo.

La metralla había atravesado el vientre de la madre y el útero, dijeron los médicos a CNN. Los cirujanos quitaron la metralla de la frente de la bebé.

“No sabemos si la niña salvó a su madre de esta metralla o si la madre salvó a su bebé”, dijo un médico a CNN, “pero todos sabemos que el régimen infernal trató de matarlas a las dos”.

Un video de la operación fue publicado en Facebook, el cual mostraba a los cirujanos realizando la cesárea. Una vez la bebé nació y empezó a llorar, se escucha que un doctor fuera de cámara dice “Esta es la metralla. Dios quiera que la bebé se encuentre bien”.

El video muestra una herida abierta justo por encima del ojo izquierdo, donde estaba la metralla.

“Alabado sea Dios, Dios es más grande que Bachar” dice el cirujano, en referencia al presidente sirio, Bachar al-Assad.

“Ni siquiera había nacido, y fue atacada”, dijo el Dr. Mohammed Tabbaa, quien trabaja directamente con los médicos que realizaron la cirugía. “Quiero decir, esa es la situación. Espero que tenga un futuro mejor”.

Tabbaa dirige la Asociación Médica de Expatriados Sirios (SEMA, por sus siglas en inglés)

Un anestesiólogo describió a la mujer embarazada aterrorizada, herida y llena de sangre cuando entró a la sala de operaciones.

“Los proyectiles son cosa de todos los días; ellos han matado a mujeres, niños y a personas mayores”, dijo el anestesiólogo. “Esto evidencia la desesperación de la situación”.

Hospitales en peligro

CNN obtuvo esta foto de un hospital clandestino en un lugar desconocido de Siria.

Aunque los doctores en Alepo salvaron las vidas de la madre y la niña, ellos dijeron que temen que el régimen de al Asad ataque hospitales y personal médico, como lo han hecho en el pasado.

CNN obtuvo esta foto de un hospital subterráneo en una ubicación no revelada en Siria.

Los ataques aéreos contra hospitales en Siria han dado lugar a que algunas instalaciones médicas sean trasladadas a sitios subterráneos.

En fotos obtenidas por CNN de una de las instalaciones médicas subterráneas en una ubicación no revelada aparece un espacio similar a una habitación de hospital normal, pero muy básica. Sin embargo, los pasillos son túneles vacíos o túneles con revestimiento para suelos y repisas.

Tabbaa dijo que trasladar hospitales a sitios subterráneos cuesta más o menos medio millón de dólares, pero que la guerra lo necesita. Él dijo que espera que más hospitales puedan ser trasladados a la seguridad de un sitio subterráneo.

“Sabemos que hay atrocidades por todas partes”, dijo Tabba, “pero al menos podemos reducir el daño”.