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(CNN) – La evidencia de una hambruna que se está desarrollando en la ciudad siria de Madaya sigue aumentando y el grupo de derechos internacionales de Amnistía Internacional está publicando los relatos de las personas que tratan de sobrevivir con agua hervida y hojas.  

Solo que ahora que es invierno, las hojas han desaparecido.  

Aún más escalofriante es la idea de que actualmente Madaya podría no ser la excepción, después de casi cinco años de guerra civil: podría ser representativa de una actual catástrofe de mayores proporciones.  

“Estos desgarradores relatos de hambre solo representan un indicio de un problema mayor”, dijo Philip Luther, director de Oriente Medio y Norte de África de Amnistía Internacional.   “Los sirios están sufriendo y muriendo en todo el país porque están usando el hambre como un arma de guerra, tanto por parte del gobierno sirio como por parte de los grupos armados”.

Luther acusó a ambas partes de “jugar con la vida de cientos de miles de personas” y señaló que dejar morir de hambre a los civiles como una táctica en la guerra es un crimen de guerra.  

Están por recibir un poco de ayuda, posiblemente en algunos días.  

Se tiene programado que un convoy del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, la Cruz Roja Internacional y la Media Luna Roja Árabe Siria entregue suficiente ayuda para sustentar a 40.000 personas durante un mes, de acuerdo con la portavoz del PMA, Abeer Etefa.  

Sin embargo, un trabajador enterado de las conversaciones sobre la situación en Madaya le dijo a CNN que dicha asistencia no será enviada para el domingo, pero que “esperan” que llegue el lunes. Esto se debe a la complejidad de organizar entregas para distancias tan largas como esas.  

Si, y cuando se reciba, idealmente la entrega marcará un desarrollo positivo poco común no solo para Madaya, una ciudad de 40.000 habitantes al noroeste de Damasco que ha estado bajo asedio desde julio, sino para toda Siria.  

Un país alrededor de 1,5 veces el tamaño de Pensilvania, Siria ha sido sacudida desde marzo de 2011 por una de las más brutales guerras civiles de la época moderna.  

Las grandes ciudades han sido reducidas a escombros. Se estima que han muerto cientos de miles de personas y tal vez 4 millones han huido del país, muchos llevan solo a sus bebés y un poco más que la ropa que llevan puesta.  

‘El invierno está aquí y los árboles ya no tienen hojas’  

Como señala el informe de Amnistía, es difícil encontrar a los tipos buenos en esta guerra.  

El régimen de Bashar al-Assad ha sido acusado de tortura y asesinato. Pero el grupo terrorista ISIS destaca entre los opositores al régimen de Assad, una organización de brutalidad sin precedentes.  

Y ahora, al parecer, la gente está muriendo de hambre, debido a las tácticas de ambas partes… personas dispuestas a ver al país devastado en su búsqueda de poder.  

“La última vez que tuve una comida completa fue hace por lo menos un mes y medio”, dijo un residente de Madaya de nombre Louay, citado por Amnistía Internacional. “Ahora, consumo principalmente agua con hojas. El invierno está aquí y los árboles no tienen hojas, así que no estoy seguro de cómo vamos a sobrevivir”.  

Louay fue entrevistado el 7 de enero, así como otros residentes de Madaya.  

Um Sultan dijo que todos los días oye de alguien muy enfermo que no puede levantarse de la cama.  

“Mi esposo ahora es uno de ellos”, le dijo a Amnistía. ”Él no puede salir de la cama, y ​​cuando lo hace se desmaya. Ya no lo reconozco más; ahora solo es piel y huesos”.  

La ayuda podría estar en camino. Pero difícilmente puede llegar lo suficientemente rápido.  

Una portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja le dijo a CNN el viernes que la organización esperaba llevar ayuda a la ciudad controlada por los rebeldes de Madaya, a menos de 50 kilómetros de la capital de Siria, “en los próximos días”.  

“El convoy aún está en preparación”, dijo la portavoz Dibeh Fakhr. Ella dijo que espera que la Cruz Roja también ofrezca ayuda a los pueblos del norte de Foah y Kefraya, las cuales, a diferencia de Madaya, son leales al régimen de Assad.  

“Una pequeña entrega no será la solución”, dijo Fakhr. “Lo que se necesita es acceso regular”.  

Hay comida disponible… pero es costosa  

Al parecer la situación en Madaya es grave. Incluso cuando hay comida disponible, los precios son exorbitantes.  

En la capital siria de Damasco, por ejemplo, la harina cuesta 79 centavos el kilo. En Madaya, cuesta 120 dólares. Y en Damasco, la leche cuesta 1,06 dólares el litro. Pero en Madaya, el precio es de 300 dólares.  

Las personas hambrientas solo pueden ver los alimentos que ahora no pueden darse el lujo de comprar.  

Las imágenes gráficas de las muertes y hambruna que está devastando a Madaya no han sido confirmadas de forma independiente por los grupos de ayuda o CNN. Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas dijo el jueves que había recibido “informes creíbles” de personas que están muriendo de hambre y dijo que el gobierno sirio había acordado permitir que los convoyes de ayuda tuvieran acceso a Madaya, Foah y Kefraya.  

Existen informes contradictorios en relación a cuántas personas han muerto.  

La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras considera que la cifra asciende a 23 desde el 1 de diciembre. Un activista dice que podría ser de hasta 41 muertos. La declaración que la ONU emitió el jueves indicaba solo una muerte confirmada, la de un hombre de 53 años de edad que murió el martes, cuya “familia de cinco miembros sigue sufriendo de desnutrición severa”.  

Peticiones de ayuda en las redes sociales  

Las publicaciones en Twitter y Facebook de personas que dicen que viven en la ciudad le ruegan al mundo ayuda. En una publicación, un hombre habla a la cámara y rompe a llorar.  

“¿Qué hicimos? ¿Qué hicimos?”, llora. “Mis hijos, están muriendo. Traigan armas, traigan ángeles, pero, Dios, ayúdennos”.  

Este vídeo, el cual CNN no puede verificar de forma independiente, es uno de docenas publicados en línea por activistas y residentes en Madaya.  

En otro video, un niño dice que no ha comido durante siete días y quiere comer carne. En otro, una madre dice que su hija no ha tomado leche durante un mes. De nuevo, ninguno de los videos puede ser verificado independientemente.  

El activista Sham Abdullah le dijo a CNN que hasta ahora 41 personas habían muerto de hambre; otros activistas y residentes han publicado imágenes de cuerpos en Twitter.  

Un video muestra a una anciana revolviendo una olla de agua verde en ebullición. El hombre que filma le pregunta en árabe: “Hajji, ¿qué estás cocinando?”  

“Pasto para el viejo”, responde.