Todd Valdez, propiertario de Sunkey Energy, en uno de los paneles solares de techo que su equipo instaló en Colorado.

(CNNMoney) – La energía solar atraviesa un momento de auge. En Estados Unidos, el número de empleos vinculados al sector se ha más que duplicado en cinco años. De hecho, hoy hay más personas trabajando en la energía solar que en las plataformas petroleras y en los yacimientos de gas.

La industria solar creó 35.000 nuevos empleos en 2015, 20% más respecto al año anterior, según la Solar Foundation, una organización no lucrativa en Washington D.C. El grupo no está financiado por empresas de energía solar.

En cambio, las firmas de petróleo y gas recortaron casi 17.000 puestos de trabajo en las actividades de extracción en 2015 ante la continua caída de los precios del crudo, que han bajado 70% en los últimos 18 meses y se ubican apenas por encima de los 30 dólares por barril, un mínimo en 12 años.

En Estados Unidos hay alrededor de 209.000 trabajadores en el ramo de la energía solar, entre instaladores de paneles, diseñadores, ingenieros, personal de ventas y gerentes.

Actualmente, la fuerza laboral de la industria solar en el país es más numerosa que el de los sectores del petróleo y gas, y casi triplica el tamaño de todos los trabajadores empleados en la minería del carbón.

“Las empresas con las que trabajamos están ansiosas por cubrir las vacantes laborales que tienen porque están creciendo mucho”, dice Chris Gorrie, presidente del campus del Instituto Ecotech, un centro de capacitación laboral con fines de lucro dedicado a la energía solar y la energía renovable en Aurora, Colorado.

Si bien los estadounidenses en general apenas están empezando a ver un incremento salarial, los trabajadores de la industria solar ya han visto ese aumento.

En diciembre, los sueldos en Estados Unidos subieron 2,5% en comparación con el año previo. Los instaladores de paneles ganan por su parte 21 dólares por hora en promedio, 5% más que hace un año o el doble de la media nacional, según la Solar Foundation.

Todd Valdez sabe que el sector deja buen dinero. Asistió al Instituto Ecotech en 2012 y hace dos años y medio fundó su propia compañía, Sunkey Energy. Su empresa diseña, instala y comercializa paneles solares y emplea a 25 personas, 15 de las cuales contrató el año pasado.

Valdez paga a la mayoría de sus trabajadores 22 a 25 dólares la hora y sus maestros electricistas ganan más de 30 dólares la hora. Dos de sus empleados dejaron la industria petrolera el año pasado para trabajar con él. La cantidad de instalaciones solares que realiza su compañía se ha triplicado entre 2014 y 2015.

“Nuestra carga de trabajo sin duda ha aumentado enormemente”, dijo Valdez a CNNMoney. La industria solar es “un buen lugar para ir si estás buscando un cambio de carrera”.

Aunque Valdez advierte que los empleos del ramo, particularmente los instaladores que trabajan en los techos, no son para todos. Se trabaja principalmente a la intemperie, con equipo pesado. Ha visto a personas renunciar “en la primera hora”.

Colorado es uno de los estados más boyantes para la industria, dice Valdez, y California tiene la mayor cantidad de empleos en energía solar en el país.

Pero no todos son estados soleados: Massachusetts ocupa el segundo puesto en empleos del sector, gracias a las políticas que han hecho que sea atractivo para los residentes instalar paneles.

Los expertos dicen que la tecnología solar está ya tan avanzada que los paneles no requieren la exposición directa al sol para generar electricidad. Nueva York y Arizona también se encuentran entre los mejores estados para quienes buscan trabajo en este área, según la Solar Foundation.

El aumento del empleo en el sector se debe también a varias medidas clave. Las empresas y propietarios de viviendas son elegibles para un crédito fiscal de 30% si instalan paneles solares en su propiedad. Eso ha estado en vigor desde 2006, pero en diciembre el Congreso estadounidense renovó el crédito fiscal por otros seis años, lo que reduce considerablemente los costos de instalación.

El acuerdo sobre el cambio climático en París y el plan de acción global para limitar el calentamiento global también son positivos para la industria de la energía limpia.

Además, la Agencia estadounidense de Protección del Medio Ambiente (EPA, por sus siglas en inglés) estableció el año pasado algunas iniciativas para obligar a los estados a reducir sus emisiones de carbono.

También favorece que los costos de los equipos solares hayan disminuido cerca de 70% desde 2010, de acuerdo con Andrea Luecke, presidenta de la Solar Foundation.

Luecke admite, sin embargo, que los bajos precios del petróleo y el gas constituyen hoy un revés de corto plazo para la energía solar, que hace pocos años era vista como una alternativa más barata. Ahora, con los precios de los combustibles fósiles desplomándose, es difícil convencer a algunos consumidores.

“El gas natural es muy, muy barato en muchos mercados, eso no puede discutirse”, expresa Luecke. Pero replica: “La energía solar y limpia está aquí para quedarse”.