Nota del editor: Este artículo de opinión fue co-escrito por la curadora asistente de ‘Beauty’, Andrea Lipps, y por la curadora principal de Contemporary Design, Ellen Lupton.
(CNN) – El viejo dicho “la belleza está en el ojo del espectador” es válido. La belleza es subjetiva.
Cada uno de nosotros se siente atraído por diferentes personas, y del mismo modo, cada uno se siente atraído a las obras de arte y diseño que no será de interés para todos los demás.
Para curar la exposición ‘Beauty – Cooper Hewitt Design Triennial’ en la ciudad de Nueva York, buscamos ampliamente diferentes formas en las que los diseñadores ensamblan formas, texturas y colores. La belleza puede ser serena o perturbadora, reconfortante o caótica.
Hablamos con docenas de diseñadores y les preguntamos qué significa la belleza para ellos. Muchos describen la belleza como difícil de alcanzar e inescrutable. El ceramista holandés Olivier van Herpt nos dijo: “La belleza es un sueño fugaz de un objeto, pensamiento, o momento”. Van Herpt crea vasijas de cerámica estriadas a gran escala con una impresora 3D que él mismo construyó.
La evolución constante de la belleza
Como la arcilla, el concepto de belleza es maleable.
A través de toda la vida, cada uno de nosotros formamos nuestras opiniones basadas en lo que vemos y en nuestra experiencia.
Una puesta de sol o el rostro de un niño se desvanecen y cambian, pero en algunos casos se vuelve algo permanente, esculpidos como arcilla en un recipiente o conservados en los hilos de una prenda de vestir o en la superficie de un cartel.
Muchos de los objetos que se exhiben en nuestra exposición emplean materiales que han sido transformados de sólido a líquido y viceversa. Formafantasma ha creado objetos de lava. Max Lamb ha hecho un taburete al fundir peltre en un molde excavado en la playa.
En nuestras entrevistas, les preguntamos a los diseñadores qué hora del día consideran más hermosa. Muchos eligieron el amanecer o el atardecer, cuando la luz natural va y viene.
Al igual que la belleza, la luz cambia rápidamente.
Al diseñador colombiano Jorge Lizarazo, fundador de Hechizoo, le gusta la luz púrpura que desciende en Bogotá al anochecer; su tapiz Goliath, tejido con hilos de metal, captura la calidad de la luz mientras que la lluvia cae sobre el río Amazonas.
Daniel Rybakken, quien soporta inviernos largos y oscuros en su natal Noruega, creó su compendio de luces para imitar la luz que entra a través de una ventana.
Contra reloj
Muchos de los diseñadores destacados en ‘Beauty’ exploran el paso del tiempo.
Para honrar la falta de memoria de su abuela, Tuomas Markunpoika soldó pequeños anillos de acero alrededor de un armario descomunal.
Luego, quemó la madera, dejando detrás de sí un caparazón de encaje de metal ennegrecido.
La pieza se convirtió en “una memoria física de los muebles… una especie de recuerdo ahumado, sombreado y semitransparente de los mismos”.
La artista de uñas, Naomi Yasuda, crea adornos lujosos que duran un tiempo corto, y Lauren Bowker de The Unseen inventa materiales que cambian de color en respuesta a las corrientes de calor y aire.
Belleza y los sentidos
La belleza es una reacción, una respuesta.
Tal vez la belleza es la experiencia del usuario final, que surge de la interacción entre personas y cosas.
Según el diseñador de iluminación de Cypriot, Michael Anastassiades, el diseño es una conversación: “La belleza existe cuando creas un objeto con el que la gente se puede relacionar”.
Al final del día, el diseño tiene que ver con la comunicación. “Anastassiades busca la pureza elemental en su trabajo… una esfera de vidrio cuelga de un tallo delgado de metal, o los arcos simples de una lámpara de araña activa el espacio alrededor de ella. La belleza le habla a todos los sentidos.
Cooper Hewitt, del Smithsonian Design Museum, encargó a Sissel Tolaas que creara un olor con base en el Central Park de la ciudad de Nueva York.
Los visitantes del museo pueden sentir el aroma del parque al rozar una pared cubierta de pintura perfumada. Tolaas recolectó olores únicos durante una deslumbrante semana en octubre, cuando las hojas y las flores del Central Park comenzaban a fundirse con la tierra y la gente estaba llenando el parque con la energía.
Desafiando las percepciones
A veces, los diseñadores desafían las normas de belleza.
Noa Zilberman creó Wrinkles, una serie de piezas de joyería que distribuyen líneas de oro a través del rostro, cuello y escote del artista.
La “máquina de gravedad” de Jólan van der Wiel utiliza la fuerza magnética para darle forma a los taburetes, zapatos y prendas de fragmentos puntiagudos de los materiales.
Los espectaculares vestidos de Gareth Pugh son meticulosamente ensamblados al usar pajillas plásticas, mientras que las sorprendentes creaciones de cabello de Guido Palau y las prendas espinosas para la cabeza de Maiko Takeda convierten a los usuarios en seductoras criaturas alienígenas.
Palau nos dijo: “Me parece que lo grotesco puede ser bello. Las cosas perturbadoras me parecen hermosas. Me gusta la belleza que me impacta”.
Al igual que la fuerza de atracción física, la belleza impulsa la fertilidad, la inspiración, la creación y la reproducción. La belleza rebota a través del cuerpo y la mente.
Durante siglos, los filósofos han contemplado la belleza o han optado por ignorarla.
La belleza ha sido la raíz de la profunda división y la politización. Pero nuestra atracción por la belleza perdura.
Esta exposición busca objetos, imágenes, lugares y materiales que tocan el cuerpo y la mente. Tales artefactos cambian la forma en que pensamos y sentimos, llevándonos al momento.
‘Beauty - Cooper Hewitt Design Trienal’ está en exhibición del 12 de febrero al 21 de agosto de 2016, Nueva York. Puedes encontrar más información aquí.