(CNN) – La sorpresiva derrota de Hillary Clinton en Michigan genera una pregunta urgente para su campaña: ¿Qué salió mal?
Se suponía que Michigan iba a ser una clara victoria para la exsecretaria de Estado, lo que iba a demostrar que ella podía ganar en todo el país y la colocaría en una vía rápida hacia la nominación demócrata. Sin embargo, cuando se cerraron las votaciones y se hizo evidente que la contienda en contra de Bernie Sanders sería una situación tensa, las dudas entre los aliados de Clinton alcanzaron un punto álgido.
En los días antes de las primarias, Clinton repetidamente criticó a Sanders por el hecho de que en 2009 votó en contra de un rescate para la industria automotriz de Estados Unidos y calculó que la línea de ataque resonaría en un estado en el que se encuentran los fabricantes de autos más grandes del país. Sin embargo, para el martes en la noche, algunos demócratas de Michigan afines a la campaña de Clinton dijeron en privado que ellos pensaban que esa estrategia no había funcionado como lo habían esperado.
Las encuestas de salida demostraron que Sanders superó a Clinton entre los votantes que están “muy preocupados” por la economía de Estados Unidos, 56% a 40%. Entre los votantes que creen que el comercio internacional se lleva los empleos de los estadounidenses, Sanders también le sacó ventaja a Clinton, 56% a 43%. Esta es una señal de que el mensaje económico populista resonó en Michigan.
En otra inquietante señal para la campaña de Clinton, entre los votantes que dijeron que su prioridad más importante en un candidato presidencial es que sean honestos y confiables, Sanders superó a Clinton con un abrumador resultado de 80% a 19%.
Algunos partidarios señalaron el hecho de que, a diferencia de Sanders, Clinton solo había hecho campaña en Detroit y Flint. Luego de hacer campaña incansablemente en Nevada y Carolina del Sur, el programa de Clinton en Michigan parecía menos intenso.
Señales de preocupación
La preocupación dentro del círculo de Clinton también incluyó el asunto de que quizá la campaña había perdido de vista el ganar la nominación demócrata y había empezado a enfocarse en las elecciones generales demasiado pronto.
“Ellos no dieron a Sanders por sentado tanto como a los votantes”, dijo un importante demócrata cercano a la campaña.
El lunes, Clinton le dijo a sus partidarios que “mientras más temprano me convierta en su nominada, más podré volver mi atención hacia los republicanos”.
Los asesores de Clinton parecieron haber previsto el potencial de una derrota en Michigan. Un memorándum de parte del gerente de la campaña de Clinton, Robby Mook, señalaba que “incluso si el senador Sanders pudiera llevarse una victoria en Michigan, aun así obtendríamos más delegados en Mississippi, donde las elecciones se llevan a cabo la misma noche”.
De hecho, Clinton sí ganó más delegados que Sanders el martes, según un cálculo de CNN; se llevó 84 frente a los 67 de Sanders. Ella ahora tiene 1.234 de los 2.383 que se necesitan para ganar la nominación. Esa cifra incluye a los súper delegados, funcionarios del partido y personas que ocupan cargos y han dicho que la respaldarán.
Sanders tiene 567 delegados en total.
Mientras la campaña de Clinton empezaba a darse cuenta de que la contienda en Michigan sería mucho más difícil de lo que habían esperado, Jennifer Palmieri, la directora de comunicaciones de Clinton, dijo que el factor responsable habían sido las características demográficas.
“Michigan se parece mucho a los estados en los que le va bien al senador Sanders. El voto demócrata es solo más o menos 75% blanco, y eso siempre será una desventaja para nosotros”, le dijo Palmieri a los reporteros el martes por la noche en Ohio.
Palmieri añadió que al final del día, la campaña seguía teniendo “confianza en que ella será la nominada”.
El desempeño de Sanders en Michigan le da a la campaña del senador un impulso fresco de optimismo. Particularmente después de haber perdido por amplios márgenes contra Clinton en un estado como Carolina del Sur, donde había hecho una campaña agresiva con la comunidad afroamericana, uno de sus principales desafíos es demostrar que puede ganar en un electorado más diverso.
Las dificultades de Clinton en Michigan serán particularmente preocupantes mientras la campaña pretende ganar en el estado vecino de Ohio el 15 de marzo.
Sin embargo, el martes en la noche, Palmieri negó que lo cerrado de los resultados en Michigan indicaran que Clinton tendrá posibles problemas en Ohio y argumentó que el mensaje de Clinton sobre los empleos, el rescate de la industria automotriz y el Partido Republicano puede otorgarles una victoria en dicho estado.
“Creemos que ella llegó a Michigan con una agenda económica muy fuerte y con un mensaje sobre cómo crearía empleos e implementaría la energía limpia en el sector de la manufactura, al igual que cómo ayudaría a crear pequeñas empresas, muy orientada al futuro”, dijo Palmieri. “No creemos que el senador Sanders haya ofrecido eso y creemos que eso será efectivo en Ohio”.
Sanders reconoció que el voto en Michigan fue cerrado, pero le agradeció a los votantes por “repudiar” las encuestas que indicaban que Clinton tenía un apoyo más fuerte en el estado.
“Lo que hoy en la noche significa es que la campaña de Bernie Sanders, la revolución del pueblo de la que hablamos, la revolución política de la que hablamos es fuerte en todas las áreas del país”, dijo Sanders. “Y francamente, creemos que aún veremos los resultados en nuestras áreas más fuertes”.