El líder del PSOE, Pedro Sánchez, se dirige a la tribuna del Congreso, en el pasado debate de investidura, a principios de marzo (PIERRE-PHILIPPE MARCOU/AFP/Getty Images).

(CNN Español) – Este martes se cumplen 100 días desde la celebración de las elecciones generales en España, el pasado 20 de diciembre, y los partidos políticos siguen sin alcanzar un acuerdo para formar gobierno.

La situación política poco ha cambiado desde el día después de las elecciones excepto por una razón: el reloj sigue en marcha y la repetición de elecciones es una posibilidad cada vez más cercana: si no se alcanza un acuerdo antes del dos de mayo, automáticamente se tendrán que convocar unos nuevos comicios, previsiblemente para el 26 de junio.

Esta semana, sin embargo, algo se podría mover el tablero de partidos políticos: el miércoles se celebrará una esperada reunión entre el líder del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, -a priori quien tiene más posibilidades de poder liderar un nuevo gobierno, pese a ser la segunda fuerza más votada- y el dirigente del partido Podemos, Pablo Iglesias.

Ambos quieren acercar posturas, para llegar a un “gobierno del cambio”, pero la tarea no parece nada fácil.

Mientras tanto, el país sigue con un gobierno en funciones liderado por Mariano Rajoy.

¿Cómo llegamos hasta aquí?

Las elecciones del pasado 20 de diciembre dejaron un parlamento muy fragmentado, sin mayorías, que obliga a los principales partidos a tener que negociar un acuerdo de gobierno.

Pese a que el conservador Partido Popular -actualmente en el gobierno- ganó las elecciones -logrando 123 escaños-, su líder y actual presidente del gobierno, Mariano Rajoy, declinó someterse al debate de investidura por no tener los apoyos suficientes.

Se dio entonces una situación inédita en España: sería el líder de la segunda fuerza más votada, el PSOE -90 escaños- quien se sometería a la investidura. Pero Sánchez no logró los votos suficientes para formar gobierno, ni en primera ni en segunda votación.

Se requiere mayoría absoluta -176 escaños- para ganar en primera votación y mayoría simple -más votos favorables que negativos- en la segunda. De nuevo llegamos a una situación inédita en España: no se lograba formar gobierno en el primer debate de investidura.

Sánchez solo obtuvo los votos favorables de Ciudadanos (partido liberal), con el que firmó un pacto, pero la suma de ambos -los 90 escaños del PSOE y los 40 de Ciudadanos- fue insuficiente para contrarrestar el voto en contra de PP y Podemos -123 y 69 escaños respectivamente-.

Iglesias emplazó al líder socialista a abandonar ese pacto y girar hacia su izquierda, para lograr un acuerdo con la formación que él representa (y marcas regionales afines a la misma, En Comú Podem, En Marea y Compromís) y con Izquierda Unida. Aún así, si con ese pacto de izquierdas Ciudadanos vota en contra y con los votos negativos del PP, se necesitarían los votos favorables de algún partido nacionalista y la abstención de los demás.

Pero todo está pendiente de lo que pueda surgir de la reunión de este miércoles. De momento, el reloj sigue en marcha rumbo a la convocatoria de unas nuevas elecciones.