(CNN) – Las imágenes de casas quemadas y nubes de humo llenaron sus ojos de lágrimas.
Naser Nader había pasado por algo similar en su tierra natal, Siria.
Esta vez, no se trataba de Damasco sitiada. Era Fort McMurray, en Alberta, Canadá, rodeada por un enorme incendio.
“Lo he vivido. He estado allí”, dijo con la ayuda de un traductor. “He visto el fuego. He visto la sangre. Yo he experimentado las pérdidas”.
Nader es uno de los muchos refugiados sirios en Calgary, Alberta, y ahora da lo poco que tiene para devolver el favor al país que lo acogió. Nader y otros miembros del Grupo de apoyo de Refugiados Sirios están reuniendo dinero para comprar suministros de socorro para los afectados por los incendios forestales.
Nader llegó a Canadá en diciembre, junto con su esposa y sus dos hijos. Huyó de Damasco en 2013 y vivió en Jordania durante tres años, antes de trasladarse a Canadá. Sabe, por experiencia, que cada poquito cuenta cuando tienes que dejar tu casa.
“Nos parecía que teníamos que hacer algo porque hemos vivido esa experiencia”.
Nader y la también refugiada Rita Kallas compraron pañales, cepillos de dientes, papel higiénico, vendas, botellas de agua y almohadas. Además, recolectaron 5 dólares por familia en diferentes barrios de Calgary.
Fue idea de Kallas hacer un llamamiento a la comunidad siria en Calgary. Hablando por teléfono, mientras recorría la ciudad con Nader, Kallas resumió su motivación en una frase: “Somos conscientes de lo que están sintiendo”.
Ella llegó a Canadá con su marido y su hijo en diciembre. Cuando oyó la noticia, recordó todo lo que había dejado atrás, en Siria.
“No se puede traer de vuelta. Cuando se pierde todo es muy triste. Es terrible”, dijo.
Ella publicó un mensaje en Facebook y se sintió abrumada al instante por la respuesta entusiasta.
“La gente canadiense nos han ayudado mucho. Es nuestro turno devolver el favor”, dijo.”Es nuestro turno ser parte de esta comunidad”.