(CNN) – La doctora Sue Sisley se dio cuenta de una tendencia inesperada entre sus pacientes. La psiquiatra trabaja con veteranos que luchan con el trastorno de estrés postraumático. Muchos no se sienten bien con todos los medicamentos que toman para manejar la ansiedad, el insomnio, la depresión y los flashbacks.
“Hay unos pocos medicamentos en el mercado que funcionan, e incluso esos pueden ser inadecuadas”, dijo Sisley. “Terminan tomándose ocho, diez o doce medicamentos diferentes, y después de tantos, de repente son como zombis”.
Sin embargo, algunos de estos pacientes estaban comenzando a sentirse mejor. Parecían mucho más presentes. Ella quería saber qué estaba cambiando. Le dijeron que encontraron una alternativa a todos esos medicamentos.
Estaban automedicándose con marihuana.
“Me quedé estupefacta y más y más pacientes salían de las sombras para revelarme que estaban teniendo algunas experiencias útiles con la marihuana”, dijo Sisley.
Ella reconoció los avances, pero, como cualquier buen científico, no quería confiar en la evidencia anecdótica. Quería una prueba documentada, ensayos clínicos de grandes poblaciones de pacientes que probaran que la marihuana era el enfoque correcto para el tratamiento de trastorno del estrés postraumático. La gente la usa para tratar una variedad de problemas médicos, tales como esclerosis múltiple, artritis, epilepsia, glaucoma, VIH, dolor crónico, la enfermedad de Alzheimer, cáncer y otros.
Con la legalización de la marihuana medicinal en casi la mitad de los estados estadounidenses, más médicos se preguntan qué impacto tiene esta droga realmente en los pacientes. Quieren saber sobre su efecto a largo plazo.
Sisley buscó respuestas a estas preguntas, pero cuando decidió hacer los estudios y aplicar para la aprobación federal, se encontró con burocracia y resistencia, al igual que muchos otros investigadores antes que ella.
Eso ocurre porque la marihuana es una de las sustancias más estrechamente controladas bajo la ley federal estadounidense. El gobierno de Estados Unidos considera que es una droga de Clase I, es decir, la DEA considera que no tiene ningún valor medicinal. Está al mismo nivel de la heroína y el LSD. Para investigar sobre la marihuana, los científicos necesitan la aprobación de varios departamentos federales. Y la aprobación es rara.
La mayoría de los estudios de marihuana se centran en el daño causado por la droga. Los estudios sobre sus propiedades medicinales son menores, están en etapas preliminares o de observación en el mejor de los casos.
Un proyecto de ley bipartidista -del republicano Rand Paul y los demócratas Cory Booker y Kirsten Gillibrand-, que fue presentado en el Senado en marzo, aliviaría algunas de las restricciones para el estudio de la droga. Pero el proyecto está en la comisión por el momento. Si pasa y los científicos pueden comenzar a estudiar el fármaco en serio, hay varias áreas que pueden tener como objetivo, además de trastorno de estrés postraumático.
Aquí están 10 de ellas, en función de las dolencias para las que la gente usa comúnmente la marihuana medicinal.
Sida/VIH
En un estudio en humanos de 10 fumadores de marihuana VIH-positivos, los científicos hallaron que las personas que fumaban marihuana comieron mejor, dormían mejor y experimentaron un mejor estado de ánimo. Otro pequeño estudio de 50 personas encontró que los pacientes que fumaron cannabis tuvieron menos dolor neuropático.
Alzheimer
La marihuana medicinal y algunos de los productos químicos de la planta se han utilizado para ayudar a pacientes de la enfermedad de Alzheimer aumentar de peso, y la investigación encontró que disminuye algo de la conducta agitada que los pacientes pueden exhibir. En un estudio de células, los investigadores hallaron que ralentizó el progreso de los depósitos de proteína en el cerebro. Los científicos creen que esos depósitos pueden ser parte de lo que causa la enfermedad de Alzheimer, aunque aún no se sabe qué causa la enfermedad.
Artritis
Un estudio de 58 pacientes que utilizan derivados de la marihuana encontró que tenían menos dolor causado por la artritis y que dormían mejor. Otra revisión de estudios llegó a la conclusión de que la marihuana puede ayudar a combatir el dolor causado por la inflamación.
Asma
Los estudios son contradictorios. Algunos trabajos celulares mostraron que fumar marihuana podría dilatar las vías respiratorias, pero algunos pacientes experimentaron una sensación de opresión en el pecho y la garganta. Un estudio en ratones encontró resultados similares.
Cáncer
Los estudios en animales mostraron que algunos extractos de la marihuana pueden matar ciertas células cancerígenas. Otros estudios de células muestran que podría detener el crecimiento del cáncer, y con ratones, el THC, el ingrediente psicoactivo de la marihuana, mejoró los efectos de la radiación sobre las células cancerosas. La marihuana también puede prevenir la náusea que a menudo acompaña un tratamiento de quimioterapia.
Dolor crónico
Algunos estudios en animales y humanos muestran que los cannabinoides pueden tener un “efecto analgésico sustancial”. Se utilizaron ampliamente para el alivio del dolor en el siglo XIX. Algunos medicamentos basados en cannabis, como Sativex, se están probando en pacientes con esclerosis múltiple y se utilizan para tratar el dolor del cáncer. El medicamento fue aprobado en Canadá y en algunos países europeos. En otro estudio, que incluyó a 56 pacientes, los científicos observaron una reducción del 30% del dolor entre los que fumaban marihuana.
Enfermedad de Crohn
En un pequeño estudio piloto de 13 pacientes observados a lo largo de tres meses, los investigadores encontraron que inhalar cannabis mejoraba la vida de las personas que sufren de colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Ayuda a aliviar el dolor, limitó la frecuencia de diarrea y ayudó con el aumento de peso.
Epilepsia
El uso de extracto de marihuana medicinal en las primeras pruebas en el Centro Médico NYU Langone mostró una reducción del 50% en la frecuencia de ciertas convulsiones en niños y adultos en un estudio de 213 pacientes recientemente.
Glaucoma
El glaucoma es una de las principales causas de ceguera. Los científicos han investigado sobre el impacto del THC sobre esta enfermedad en el nervio óptico y han encontrado que puede bajar la presión ocular, pero es posible que la presión arterial también se reduzca, lo que podría dañar el nervio óptico debido a un reducido del suministro de sangre.
Esclerosis múltiple
El uso de la marihuana o algunos de los productos químicos de la planta podría ayudar a prevenir espasmos musculares, dolor, temblores y rigidez, según las primeras etapas de estudios de observación, la mayoría con animales. La desventaja: puede afectar la memoria, de acuerdo con un pequeño estudio con 20 pacientes.