(CNN) - El intrépido, audaz y temerario paracaidista estadounidense Luke Aikins hizo historia al lanzarse al vacío desde una altura de casi 8.000 metros sin paracaídas.
La hazaña fue conseguida en el desierto de Simi Valley, en California, donde se instaló una gran red - de unos 900 metros cuadrados -, donde finalmente cayó Aikins, en el fin de una faena que le quitó el habla y la respiración a cientos de espectadores que atestiguaron el atrevido salto.
La enorme red recibió al paracaidista que venía a una velocidad de 193 kilómetros por hora.
Un momento antes de llegar a la malla, Aikins hizo un último giro para caer de espalda, la posición correcta para el “aterrizaje”. La red lo arropó y ahí permaneció inmóvil por unos segundos.
Pero todo había sido un éxito, se puso de pie, bajo de la gran malla, para abrazar a su esposa.
Este es el video de la hazaña.
Aikins, quien se describe como “miembro de la Fuerza Aérea Red Bull, paracaidista profesional, saltador de BASE, especialista de cine, piloto … (y) experto en aviación,” consiguió la sorprendente hazaña que fue transmitida en directo por televisión, mientras que su familia y seguidores observaban desde el lugar de aterrizaje.
“Estoy aquí para demostrar que si nos acercamos a las cosas de la manera correcta y probamos y probamos que está bien buscarlas, podemos hacer cosas que no creemos que son posibles”, le dijo Aikins a Q13 Fox, un canal afiliado a CNN.
Luke no es ningún joven, tiene 42 años de edad. Es padre de un niño de 4 años y por supuesto es un paracaidista experimentado, con más de 18.000 saltos en su carrera.
Su nombre aparece en los créditos de películas como “Iron Man 3”. También trabajó con Félix Baumgartner, el paracaidista austriaco que estableció el récord para el salto más alto en 2012, una caída desde más de 39 kilómetros de altura, en el borde del espacio.