(CNN) – Su nombre es Omran Daqneesh. La imagen de él, ensangrentado y cubierto de polvo, sentado en silencio en una ambulancia esperando ayuda, es otro duro recordatorio de los estragos de la guerra en Siria.
Es pequeño. Un testigo dijo que tiene cinco años, lo mismo que lo que lleva la guerra en Siria. Pero sus bracitos y piernas regordetes y la forma en que se aferra al hombre que lo sacó de los escombros de su casa bombardeada sugieren que es menor, incluso un bebé.
Entre 1,5 y 2 millones de personas siguen en Aleppo, alguna vez considerada la ciudad más grande de Siria. Ahora está dividida entre las partes controladas por los rebeldes y las controladas por el gobierno. Quienes siguen allá enfrentan una decisión terrible.
¿Deberían seguir en una ciudad sujeta al bombardeo implacable y arriesgar sus vidas y las de sus hijos?
¿O embarcarse en un viaje peligroso a través del mar y poner en riesgo sus vidas y las de sus hijos?
El año pasado, otra imagen de un niño sirio, de solo dos años de edad, acaparó los medios y redes sociales.
La foto del cuerpo sin vida de Alan Kurdi en una playa turca impactó al mundo y se convirtió un símbolo de la crisis migrante en Europa.
Un artista sudanés que vive en Doha, Qatar, registró dos historias que simbolizan el sufrimiento de millones en Siria en una sola imagen descorazonadora.
“La imagen describe dos escenas de diferentes momentos, pero la misma guerra y la misma lucha del pueblo sirio y de los refugiados en todo el mundo: Omran, quien fue sacado bajo las ruinas tras un ataque aéreo ruso en Aleppo, y también Alan, quien se ahogó en el Mediterráneo”, le dijo Khalid Albaih told CNN
Cuando se le preguntó qué lo inspiró a dibujar la ilustración, Albaih dijo: “Mi inspiración vino del hecho de que me considero un refugiado. Mis hijos tienen alrededor de la misma edad y podrían estar en la misma (situación)”.