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(CNN) – Macarons franceses, tartas portuguesas y buñuelos con crema españoles acompañan el té de los pensionistas que pasan la tarde en una pastelería local.

El personal es tan europeo como los pasteles que están sirviendo, pero el café está en Havering, un distrito de Londres que el pasado 23 de junio votó mayoritariamente por el brexit.

El 70% de la población en Havering apoyó salir de la UE, siendo uno de los lugares con el mayor porcentaje de votantes del brexit en todo el Reino Unido.

Hablamos con algunos europeos que viven en la ciudad dos meses después de la votación para saber qué tanto han cambiado sus vidas.

La chef de repostería española

La española Samantha Santiago, de 31 años, vive en Reino Unido desde hace cinco años.

“Nunca he tenido ningún problema aquí, pero mis amigos sí”, dijo Samantha Santiago, que trabajó en hoteles del centro de Londres antes de trasladarse a la pastelería en Havering el mes pasado.

“Una amiga estaba en un autobús hablando con su madre por teléfono. El conductor se volvió hacia ella y le dijo ‘si quieres hablar en tu p*** idioma, sube las escaleras’”.

Santiago dice que si se viera obligada a obtener una visa para permanecer en el Reino Unido, no lo haría.

“Siempre me puedo mover a otro país”, añade, encogiéndose de hombros.

La estudiante rumana

Andreea Ababei, de 23 años, es una estudiante de ingeniería de Rumania que trabaja en un café.

“Quizá te rías, pero apoyo el brexit”, dijo Andreea Ababei, quien trabaja como camarera en el café ‘Italianissimo’ de Romford durante el verano, mientras reúne dinero para continuar sus estudios en Rumania.

“El Reino Unido es su propio país y tiene su propia economía”, dice.

“No necesitas que algo más grande como la Unión Europea te diga qué hacer. Así que si quieren ser independientes, lo apoyo” continuó Ababei, que se queda con su tío en Havering.

Sin embargo, Ababei también cree que el voto dio a los británicos una excusa para tratar mal a los inmigrantes. Los jefes de su tío le dijeron que le reducirían su salario.

“Pero los trabajadores protestaron y el recorte no ocurrió”.

El comerciante polaco

Robert Trojanek, de 39 años, es dueño de ‘Sami Swoi’, una tienda de comestibles polacos, y lleva viviendo en Reino Unido 20 años.

“Para mi tienda, el brexit va a ser terrible”, dice Trojanek, quien importa la totalidad de sus bienes de Polonia. “He estado hablando con los mayoristas, pero ninguno de nosotros sabemos qué va a pasar”.

Trojanek no ha percibido ninguna diferencia en las actitudes de los británicos hacia él o su familia desde el referéndum. Padre de dos niños, le preocupa que sus hijos tengan que enfrentar un posible regreso a Polonia.

“Mis dos hijos nacieron aquí, han vivido aquí toda su vida”, dijo. “Están preocupados por la escuela, por dejar a sus amigos”.

La propietaria de un café francés

La francesa Helen Hezeques, de 40 años, ha vivido en Reino Unido los últimos 20 años.

Dijo que sí notó un cambio tras el referéndum del brexit. “Gente que no conocíamos venía a la tienda y decía: “Entonces, ¿qué va a pasar contigo? ¿Vas a irte?”

“Me hizo sentir como extranjera una vez más”, continuó Hezeques, cuyas dos hijas pequeñas nacieron en Reino Unido. “¿Cuánto tiempo necesitamos estar en este país antes de ser aceptados?”

“De repente ya no éramos ‘Helen y Serge’”, dice, refiriéndose a su marido.

“Éramos ‘una francesa y un portugués’”.