Aviones de combate realizaron varios ataques contra los bastiones rebeldes en el este de Aleppo el domingo (KARAM AL-MASRI/AFP/Getty Images).

(CNN) – Siete días después de que un frágil alto el fuego entrara en vigor en Siria, las tensiones entre sus principales arquitectos, Moscú y Washington, empañan toda perspectiva de una paz más duradera.

El último alto el fuego ha ofrecido un respiro al país que desde hace cinco años está inmerso en una guerra civil en la que han muerto unas 430.000 personas y que desencadenó una crisis internacional de refugiados.

Sin embargo, ha habido numerosos informes de violaciones al acuerdo, y tanto los rusos y estadounidenses se han acusado mutuamente de no cumplir con sus obligaciones.

No está claro cuánto tiempo más pueda continuar el alto el fuego.

Aviones de combate realizaron varios ataques contra los bastiones rebeldes en el este de Aleppo el domingo, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (SOHR).

El ataque se produjo un día después de que los bombardeos de la coalición liderada por Estados Unidos mataran a decenas de soldados del gobierno sirio, lo que provocó una tormenta diplomática.

“Dolido y decepcionado”

El foco principal de la cesación del fuego era permitir que la ayuda humanitaria llegara al pueblo sirio. Pero una semana después del inicio de la tregua temporal, las poblaciones desesperadas en la zona sitiada aún no han recibido esta ayuda, que se mantiene en la frontera turca mientras los organismos humanitarios esperan garantías de seguridad.

El subsecretario de la ONU para Asuntos Humanitarios y Ayuda de Emergencia, Stephen O’Brien, dijo que “la ayuda humanitaria debe mantenerse neutral, imparcial y libre de programas políticos y militares”.

“Estoy dolido y decepcionado de que un convoy de las Naciones Unidas aún tenga que cruzar a Siria desde Turquía, y llegar con seguridad al este de Aleppo, donde hasta 275.000 personas permanecen atrapadas sin alimentos, agua, refugio adecuado o atención médica, dijo O’Brien en un comunicado el lunes.

“Hoy un convoy de 20 camiones habría sido el primero de los dos que habrían llevado harina y otros alimentos, suministros suficientes para alimentar a unas 185.000 personas durante un mes”.

O’Brien dijo que el este de Aleppo no recibe ayuda desde principios de julio.

“El pueblo de Siria ha sufrido lo suficiente. Millones de civiles sirios siguen haciendo frente a la privación y la terrible violencia, especialmente los que están atrapados en una zona sitiada y difícil de alcanzar”, dijo.