Además de su cuarto de gritos, la librería vende bebidas calientes y ofrece clases de música.

(CNN Español) – Bab Aldonia es una pequeña librería que está haciendo mucho ruido.

Allí adentro hay un cuarto anodino llamado “Scream Room” (El cuarto de gritos) al que los egipcios —jóvenes y viejos— van para gritar y sacarse el estrés de encima.

“Es bueno para el estrés de todos los días. La gente va y grita para desahogarse de sus problemas diarios”, le dijo a CNN la dueña del establecimiento, Heidi Radwan. “Cuando El Cairo es demasiado y hay muchas personas alrededor tuyo, puedes ir al cuarto y gritar en la oscuridad”.

Y El Cairo puede llegar a ser demasiado para varias personas en algún momento.

Es una de las ciudades más grandes de África, una metrópolis bulliciosa en la que siempre se oye el ruido de los taxis y siempre se sufren los empujones de los viajeros.

Las sesiones en el cuarto de gritos duran 10 minutos. El que la necesite, ingresará en un espacio oscuro con una pared insonorizada. En la esquina hay un kit de tambores que los clientes también pueden golpear.

La idea surgió de uno de los clientes fieles de Bab Aldonia, que propuso que ese cuarto pequeño, usado a veces para sesiones de música, también funcionara como cuarto de gritos. “Al principio me sonó muy loco”, dice Radwan. “Pero luego busqué en internet y me di cuenta que es algo que, de hecho, se está haciendo en todo el mundo”.

“En Japón existen los recipientes para gritar. Aquí no teníamos nada así. Al final pensé: ¿por qué no? No hay nada así allí afuera”.

La vasija que convenció a Radwan de probar suerte fue un inusual objeto vendido en una tienda japonesa online. Está descrito como algo que absorbe los gritos de las personas y los convierte en susurros, lo que les permite dejar ir sus frustraciones.

¿Gritar realmente ayuda a luchar contra el estrés?
De hecho, gritar puede tener un efecto positivo. El año pasado, un estudio de la Universidad Laurentiana de Canadá investigó cómo las culturas indígenas del país han usado tradicionalmente los gritos como una forma de terapia.

“Los resultados nos han permitido comprender que gritar produce un impacto significativo en el cerebro, que sugiere un impacto positivo en el estado de ánimo”, dijo el autor del estudio, J.K. Pagnutti. “Además, gritar no cuesta nada y es un proceso natural que puede ser llevado a cabo por cualquier persona”.

Bab Aldonia ha tratado de encontrar diferentes formas de innovar desde que abrió sus puertas. Además de un conjunto enorme de libros, la librería de El Cairo también ofrece bebidas calientes y clases de música.

Pero el cuarto de gritos es, sin duda alguna, la característica más popular del lugar.

“Tenemos visitantes que vienen desde muy lejos solo por el cuarto de gritos. Es más popular que nuestros libros”, dijo Radwan. “Mucha gente quiere intentarlo pero les queda muy lejos, así que otros negocios pronto comenzarán a crear sus propios cuartos de gritos. Creo que se extenderá en El Cairo”.

En cuando a ella, Radwan admite que al principio era reacia a la idea, pero ahora incluso le ha cogido cariño al cuarto. “Claro que lo hemos intentado”, dijo.