(CNN) – Raúl Vela, quien fue testigo del suicidio de su hija hace dos semanas, no quiere paz ni tranquilidad. Quiere acción.

Brandy Vela, de 18 años, se pegó un tiro delante de sus padres después de ser víctima de un ciberacoso despiadado.

La adolescente de Texas, que según su escuela era muy querida y amable, fue enterrada el 7 de diciembre. Para el viernes, alguien había abierto una página en redes sociales en su memoria, pero rápidamente se llenó de mensajes inquietantes sobre ella. El acoso cibernético la siguió hasta la tumba, literalmente.

“Dos días después de su funeral, alguien abrió una página en redes sociales en su nombre”, dijo Vela. “La gente pensaba que había sido la familia, por lo que al principio muchos expresaron su pésame. Al cabo de unos minutos, cuatro personas - o quizá la misma persona publicando mensajes cuatro veces - escribieron cosas hostigando a Brandy, diciendo: ‘finalmente lo hiciste’, con una imagen de una arma de fuego. Además escribieron: ‘Eres una cobarde’ y ‘Deberías haberlo hecho hace mucho tiempo’, cosas realmente horribles”.

La familia Vela proporcionó capturas de pantalla de los mensajes, pero CNN no las va a publicar por lo ofensivas que son.

“El continuo acoso denunciado por el señor Vela se está investigando”, dijo el capitán de la Policía de Texas, Joe Stanton. “En este momento no tenemos sospechosos ni personas identificadas”.

El acoso continúa

Uno de los mensajes muestra una imagen de Brandy sonriendo con las palabras “mi cara cuando te disparas frente de tu familia”.

En otro aparece una figura de palo que sostiene una arma con las palabras: “Vaya, ¿estoy muerta?”. Una tercera imagen muestra una pistola escondida dentro de un libro.

“Es más probable que la gente escriba cosas horribles cuando piensan que lo hacen de forma anónima”, dijo la psicóloga Susan Swearer, cofundadora de la Red de Investigación del Hostigamiento.

“Desde un punto de vista psicológico, las personas que escriben cosas horribles acerca de otras personas, sobre todo después de que han muerto, tienen sus propios problemas de salud mental”, sostiene Swearer.

La psicóloga dice que Raúl Vela hizo lo correcto al informar a las autoridades.

Vela, cuya familia evita las redes sociales a raíz de la muerte de Brandy, dijo que algunos amigos lo alertaron sobre esos mensajes.

Poco después de la noticia de la muerte de Brandy, la gente también comenzó a atacar a Vela en internet, dijo.

“Publicaron comentarios acerca de mí, diciendo que debería haber hecho algo diferente, así que bloqueé todo. Ya no leo nada”, dijo.

“Todavía la acosan, pero ella ya no está, así que nos acosan a mí y a mi familia”.

La policía dijo a los Vela que rastrearán los mensajes y perseguirán a los culpables.

Sensibilización

Raúl Vela no puede cambiar lo que le pasó a su hija, por lo que trata de persuadir a los legisladores estatales para aumentar las restricciones a las redes sociales, haciendo más difícil que los ciberacosadores puedan permanecer bajo anonimato.

Se reunió con legisladores locales y representantes de la comunidad y dice que discutieron buenas ideas, como proporcionar asesoramiento especializado y apoyo de salud mental en las escuelas, para las víctimas de acoso.

“En este momento, mi labor es crear conciencia. No trato de culpar ni señalar a nadie. Quiero que la gente que sufre intimidación sepa que yo quiero cambiar las cosas. Siento que ella puso esto en mis manos para ayudar a las personas en la misma situación. Es desafortunado que tenga que suceder algo trágico para cambiar las cosas”, dijo Vela.

Agregó que quiere que cada departamento de policía en el país tenga al menos un agente entrenado para perseguir los delitos de acoso cibernético. Para él, la muerte de Brandy fue un asesinato.

“Siento que esas personas son cobardes, que se esconden detrás de textos y páginas falsas. Ellos son los que la empujaron a este punto. Ella perdió toda su autoestima”, dijo.