(CNN) –Por primera vez en tres años, el estado de California está libre de la más grave sequía que había tenido, la “sequía excepcional”, según reportó el Monitor de Sequía de Estados Unidos este jueves.
Recientemente las fuertes lluvias en el sur de California han erradicado lo peor de la sequía, dejando sólo a un 2% del estado con condiciones de “extrema sequía”. En su punto más alto, cerca del 60% del estado se encontraba en condiciones de sequía excepcional, con más de 27 millones de personas viviendo en el área afectada.
La última vez que California no tenía una sequía excepcional fue el 21 de enero de 2014.
A mediados de enero de este año, poderosas tormentas habían inundado el norte de California y en ese momento ya el 42% del estado ya se había recuperado de la sequía, una importante mejoría comparado con la misma fecha del año anterior, cuando sólo el 3% del estado estaba sin sequía, según información del Monitor de Sequía de Estados Unidos.
En una semana, las tormentas dejaron más de 17 centímetros de lluvia y el Servicio Nacional del Clima dijo que nevó entre 15 y 30 centímetros en la la Sierra Nevada, donde la capa de nieve es fundamental para el suministro de agua de California.
‘La peor sequía que California haya visto jamás’
California comenzó a lidiar con esta sequía hace cinco años.
Las condiciones del clima ayudaron a que se produjeran numerosos incendios mortales en todo el estado. Más de 102 millones de árboles resultaron afectados, se secaron o murieron desde 2010, según estimó el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
Muchas casas se han quedado sin agua por la sequía de los pozos. También ha devastado granjas, forzando a los trabajadores a parar sus trabajos por la cantidad reducida de agua.
En 2014, el gobernador de California Jerry Brown declaró estado de sequía y alertó que se enfrentaban “tal vez la peor sequía que California ha visto desde que los registros empezaron hace unos 100 años”.
Al año siguiente, impuso las primeras órdenes de restricción de agua a los residentes, negocios y granjas. También ordenó a las ciudades y condados reducir el uso del agua en un 25% en 2015.
Los residentes se enfrentaron con su nueva realidad de céspedes quebradizos, amarillos y sus autos constantemente sucios.