Andrew Puzder

(CNN) – La selección del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para secretario de Trabajo se ha puesto en duda en los últimos días, debido a una incesante avalancha de críticas de demócratas, sindicatos y otros grupos liberales, según le dijo a CNN un aliado empresarial y fuentes del partido republicano.

Andrew Puzder es el director ejecutivo de la compañía propietaria de las cadenas de comida rápida Hardees y Carl’s Jr.

“Puede que esté echándose para atrás”, dijo una fuente republicana conectada al equipo de transición Trump. “Él no está para aguantar los golpes que está recibiendo, ni el papeleo”.

Un portavoz del equipo de transición Trump no quiso hacer comentarios, pero más tarde señaló un tweet hecho por Puzder después del informe de CNN, que dijo: “Estoy esperando mi audiencia”.

Los demócratas y sus aliados han lanzado una campaña agresiva contra Puzder, quien se opone a las principales prioridades demócratas en el lugar de trabajo, incluyendo el objetivo de un salario mínimo federal de 15 dólares.

Además, la nominación de Puzder ha estado estancada en el Congreso después de las demoras en una serie de audiencias en el Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensión del Senado. Puzder dijo que él y su esposa habían empleado a una persona indocumentada por años. Esta es una revelación que le ha costado el puesto a otros postulados al gabinete.

El candidato y su esposa dijeron que ya habían pagado los impuestos debidos por la empleada.

“Tuvimos un ama de casa por años, y nunca supe que ella no tenía el papeleo legal para permitirle trabajar en Estados Unidos”, dijo Puzder. “Cuando supe de su estatus inmigratorio, inmediatamente terminamos su contrato y le ofrecimos ayuda para legalizar su situación”, añadió en un comunicado.

Las audiencias de confirmación de Puzder fueron programadas inicialmente para esta semana. Ahora está en espera, y probablemente no se celebrarán hasta el próximo mes.

No es inusual que los funcionarios designados que provienen del sector privado sean sorprendidos por el clima político severo que a menudo saluda los nuevos nombramientos presidenciales.