(CNN) – Después de que el director del FBI dijo que no tenía información para respaldar la teoría de la conspiración impulsada por el presidente Donald Trump en Twitter, el mandatario acudió de nuevo a la red social con una nueva provocación.
La cuenta presidencial oficial de Twitter señaló el lunes que el director del FBI, James Comey, declinó decir ante un panel de la Cámara de Representantes si él informó al presidente Barack Obama sobre los contactos del exasesor de seguridad nacional Mike Flynn con agentes rusos.
El tuit fue la primera respuesta pública de Trump al testimonio de Comey ante la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, en el que confirmó que el Departamento de Justicia estaba investigando posibles vínculos entre la campaña del ahora presidente y el gobierno ruso. Comey también dijo que no tenía ninguna evidencia para confirmar las acusaciones hechas por Trump de que Obama lo espió en la Torre Trump durante la campaña.
“El director del FBI Comey rechaza negar que informó al presidente Obama sobre las llamadas realizadas por Michael Flynn a Rusia”, se lee en el tuit. No está claro si Trump envió él mismo el tuit o lo ordenó. Los reportes dicen que la cuenta es administrada por el director de redes sociales de Trump, Dan Scavino.
El tuit sugiere Obama -y por extensión Comey- podría haber sido la fuente de las filtraciones sobre las reuniones entre Flynn y el embajador de Rusia en EE.UU., Sergey Kislyak, que finalmente provocó la renuncia de Flynn. No hay evidencia para respaldar esa sugerencia.
En su testimonio ante la Comisión de Inteligencia de la Cámara el lunes, Comey advirtió en contra de sacar conclusiones de sus decisiones de no comentar sobre ciertos temas.
“Sé que la especulación es parte de la naturaleza humana, pero en realidad no es justo sacar conclusiones simplemente porque digo que no puedo comentar”, dijo Comey.
La controversia sobre las reclamaciones de escuchas telefónicas fue desatada por los impresionantes tweets del presidente desde Mar-a-Lago en Florida hace dos semanas. Trazó paralelismos con Watergate y dijo que Obama era un hombre “malo (o enfermo)” por ordenar la vigilancia de su residencia en Nueva York - acusaciones que el expresidente negó rápidamente a través de un portavoz.