Inmigrantes rescatados esperan a ser desembarcados en el puerto de Catania el pasado 21 de marzo

(CNN) – Mar en calma, inmigrantes desesperados y traficantes de personas sin escrúpulos. Todos desempeñaron un papel en un fin de semana récord de rescates en el Mar Mediterráneo, entre Italia y Libia.

El domingo por la noche, la Guardia Costera italiana estimó que el número de los rescatados desde el viernes se acercaba a 7.000, aunque seguramente esa cifra crecerá mientras un flujo constante de lanchas y barcos de pesca desvencijados todavía estaban siendo descubierto frente a la costa de Libia. Al menos 20 cadáveres, entre ellos el de un niño de 8 años, fueron recuperados durante las operaciones de rescate. También fueron llevados a Sicilia y a la península italiana con los supervivientes.

Pero en medio de esta batalla el tiempo para salvar vidas, otra se avecina: la agencia de control de fronteras europea, Frontex, dice que las embarcaciones de organizaciones no gubernamentales como Médicos sin Fronteras crean un factor de atracción para los inmigrantes y los traficantes; las ONG dicen que están ahí por la ausencia de una estrategia de la UE para salvar vidas en el mar y la falta de iniciativa para proporcionar una opción de corredor de seguridad para inmigrantes y refugiados.

Los inmigrantes y los refugiados fueron rescatados por los barcos de la Guardia Costera italiana, buques mercantes y más de una docena de barcos de ONG’s que han llenado el vacío del programa Mare Nostrum, que Italia terminó en 2014 debido a problemas de presupuesto. Mare Nostrum costaba a los contribuyentes italianos 9 millones de euros (unos 9,5 millones de dólares) al mes, de acuerdo con la Marina italiana. Las ONG, que dependen de donaciones, han estimado los costos de las operaciones en alrededor de 11.000 euros  (11.666 dólares) al día.

Las autoridades europeas y las embarcaciones benéficas se enfrentan a una tarea de enormes proporciones. Desde el comienzo del año, 32.750 inmigrantes y refugiados han llegado a las costas de Europa, sin incluir los rescatados este fin de semana, según ACNUR, la agencia de Naciones Unidas para los refugiados. En 2016, el número total fue de 355.000.

La Agencia de Control Fronterizo de la Unión Europea, Frontex, tiene dos programas marítimos. El programa Sofía está diseñado para destruir los barcos de contrabandistas después de completar los rescates y para capacitar a los guardacostas de Libia en la detención de los barcos antes de salir. El programa Tritón alista a los Estados miembros para proporcionar activos para las operaciones de búsqueda y rescate.

En marzo, el fiscal italiano Carmelo Zuccaro, de Catania, inició una investigación sobre la financiación de los barcos de rescate de las ONG, esencialmente, acusándolos de connivencia con los traficantes. “Estoy convencido de que no siempre es el centro de mando el que llama a las ONG”, dijo a un comité parlamentario en Roma en marzo

“También tenemos que investigar la evolución del fenómeno y averiguar por qué se ha producido una proliferación de estos barcos y la forma en que lidian con los altos costos operativos sin tener un retorno en términos de beneficio económico”.

No se han presentado cargos, pero Zuccaro dijo a CNN que buscaría incautar los barcos si encuentra una causa justa para hacerlo.

Por su parte, las ONG han acusado a Zuccaro de iniciar la investigación en nombre de Frontex como un intento de sacarlos del mar. Zuccaro dice que no está actuando en nombre de Frontex, pero que está preocupado por que las embarcaciones de rescate están creando una frontera abierta en Europa, con miles de migrantes irregulares llegando a Italia cada año.

Con los rescates de este fin de semana, el número de llegadas a Europa este año hasta ahora ha superado las 40.000, de acuerdo con ACNUR.

Frontex no respondió a la solicitud de comentarios.

Pero las ONG no tienen pelos en la lengua.

“Estamos sorprendidos por el momento de estas acusaciones, más de un año después de que nosotros y otros llevamos en servicio”, dijo Sophie Beau, cofundadora y vicepresidenta de SOS Mediterranee, que dirige el bote de rescate Aquarius junto con Médicos sin Fronteras. “Sabemos exactamente lo que sucederá si no estamos ahí. Más personas morirán. Sabemos que tenemos que estar ahí, tenemos que estar ahí”.

Médicos sin fronteras tuiteó: “¿Cuántas vidas se podrían haber salvado en los últimos dos años, si la #EU hubiera llevado a cabo una operación proactiva de búsqueda y rescate? #DondeEstáFRONTEX”.