(Bleacher Report) - Lionel Messi ha anotado 500 goles para el Barcelona.
No hay que dejar pasar por alto la magnitud de este dato. Uno de los clubes más históricos del mundo, con una historia plagada de jugadores increíbles, y el más grande de todos ellos ha llegado a la improbable cifra de 500 ataques certeros a guardametas rivales, 500 celebraciones, 500 momentos en los que recordó a los aficionados lo bueno que era, que es y que sigue siendo. Y hacerlo en contra del arquero del Real Madrid tal vez sea lo más dulce para la superestrella argentina.
¿Cómo elegir un favorito, un mejor gol entre 500? ¿Cómo describir exactamente lo bueno que fueron, lo que le hicieron sentir y experimentar a los espectadores?
Hemos seleccionado sólo el mejor 1 por ciento (los primeros cinco de Messi) y hemos obtenido los testimonios de los testigos para explicar por qué estos goles hicieron Messi … a Messi.
Pero antes de quienes estuvieron allí revivan esos momentos, aquí están esos goles en toda su gloria animada.
5. Contra el Athletic Club de Bilbao, el 27 de abril del 2013
Un gol de La Liga para empezar, que volvió locos a los aficionados, y que dejó a Phil Schoen y Ray Hudson, del equipo de comentaristas de beIN, no menos entusiasmados.
Para Schoen, el esfuerzo de Messi que desgarró a la defensa del Athletic Club fue, si no una inevitabilidad, ciertamente algo que tenía planeado al dar su primer toque. Algunos jugadores trascienden el sentido común en el fútbol, y Messi es uno de ellos.
“Una fracción de segundo después de que Thiago le diera la pelota, el Athletic había construido un muro alrededor de Messi”, dijo Schoen. “Parecía impenetrable, pero si ves la forma en que va construyendo la jugada, sabes que él está a punto de hacer algo especial. Algunos jugadores tienen la capacidad de estar tranquilos y ver el juego en cámara lenta y no hay mejor ejemplo para Messi que este gol. El mundo gira para todos los demás, pero él lo ve claramente”.
Messi dejó regada a una multitud de defensores antes de anotar, no sin antes tener que luchar por conservar su equilibrio, obligarse a permanecer en posición vertical y continuar el drible.
Es uno de los rasgos definitorios del número 10, aseguró Schoen. “Algunos pueden caerse, provocar la pena máxima, y esto ni siquiera es una ruta fácil porque les han hecho falta. Pero Messi se niega, su personalidad es seguir adelante, esa es su voluntad”.
Grandes goles tienden a llevar a grandes celebraciones entre los espectadores. ¿Pero qué pasa con los comentaristas? Hudson, sentado junto a Schoen, goza de alguna mala fama por sus elaboradas descripciones y juegos de palabras, pero los tantos de Messi exceden incluso sus más extremos estándares.
“A veces se necesita un Hudson, alguien tan expresivo, para capturar la alegría y la creatividad que alguien como Messi proporciona”, dijo Schoen.
Es un punto relevante. Si el genio en la demostración puede traer a millares a sus pies, ¿por qué no haría levantar también la voz de uno u dos profesionales?
4. Contra el Real Madrid, el 27 de abril del 2011
Hemos seleccionado los goles en función de sus méritos individuales, no simplemente debido a lo que significaron, pero cuando ambos objetivos se cumplen pueden ser aún más especiales.
Liga de Campeones, semifinal, Real Madrid. Lionel Messi.
El aficionado José Antonio Sánchez Llamas ha ido a partidos del Barcelona durante dos décadas, pero por la emoción e importancia de este evento, son los goles en la Liga de Campeones los que más resuenan con el impacto que Messi ha dejado, no sólo en Cataluña, sino en el fútbol mundial.
“Los mejores jugadores se desempeñan en la mejor etapa, y ayudar a vencer a los eternos rivales eternos en un juego clave es lo que demuestra lo especial que se puede ser”, aseguró Sánchez. “Messi no sólo marca contra equipos pequeños como algunos grandes nombres. Está allí cuando el Barça más lo necesita, en los partidos que todos recuerdan”.
Messi anotó dos veces esa noche contra los “Merengues”, con goles muy diferentes, pero ese es el punto, según Sánchez. “No puedes detenerlo haciendo las cosas sencillas, e incluso si lo haces aún puede llevárselos a todos. Le pones dos hombres al frente y se los saca de encima, lo dejas correr libre y te lo encuentras ya en el área de penal”.
“No todos los grandes jugadores pueden tener un lugar entre los mejores de la historia, pero Messi de seguro ya lo tiene”.
¿Y si estás en el estadio cuando se da ese gol en específico?
“Es increíble, emocionante, no sólo tener una pequeña ventaja, sino el alivio, la expectativa… todo se unió en esa celebración. El Real intentaba bloquear a los jugadores del Barça, trataba de detenerlos, pero no importaba porque estaba Messi”.
3. Otra vez contra el Athletic Club, el 30 de mayo del 2015
A Messi le encanta la Copa del Rey. Ya la ha ganado cuatro veces, y su equipo está en la final una vez más esta temporada, contra el Deportivo Alavés. Las probabilidades de que Messi anote en la final son bastante buenas (tiene un promedio de gol cada 83 minutos esta temporada, después de todo), pero las posibilidades de que sea su mejor gol en una final de la Copa son remotas.
No porque no sea capaz, sino porque ya ha perforado la red de una manera increíble en un partido, en el 2015 contra el Athletic Club de Bilbao.
Con el marcador empatado a cero en el Camp Nou, donde se celebró la final con un Barça jugando como visitante, Messi encendió el motor sobre derecha.
El periodista Rik Sharma, avecindado en España y quien estaba allí, cubriendo la final para el Mirror, nos da su análisis. “A menudo, cuando estás cubriendo el partido, reaccionas ante lo que hace la multitud”, aseguró Sharma. “Miras hacia arriba y algo ya está sucediendo, o ha sucedido. Por suerte que no era el caso esta vez: estaba mirando a Messi desde cerca, desde donde tomó el balón, y vi la evolución de la jugada a cada paso. La multitud se fue emocionando más y más”.
“A menudo se puede sentir la electricidad en el Camp Nou cuando Messi comienza a correr. Esta vez, corrió, se detuvo, y de inmediato se puso en marcha de nuevo, incluso teniendo un tercer hombre por superar. Aún no estaba en posición para anotar y da aquel giro hacia la izquierda. Fue increíble: tenía un pequeño ángulo al cual apuntarle y por ahí metió el balón”.
Messi no necesita mucho espacio, ya que él mismo puede crearlo. Lo sabemos y lo hemos visto una y otra vez. Ya sea que el número 10 remate por su propia cuenta o aparezca junto a un compañero de equipo al final de un drible, lo que mejor y más simplemente hace es atraer a los defensores y pasarlos. Al tomar posesión del balón, al comienzo de una jugada que terminó en gol, fue previsible lo que el Athletic iba a hacer: ponerle una doble marca a Messi, con un tercer hombre como respaldo justo detrás.
Ninguno recibió un toque, ni de la pelota ni del hombre que estaban dispuestos a detener a toda costa. El comentario, la celebración, la reacción de los aficionados: todo apuntaba a algo muy especial en el espectáculo.
“Esa fue una de las ocasiones en que he escuchado más fuerte la celebración de un gol en el Camp Nou”, recordó Sharma. “Recuerdo haber pensado: “¿Es uno de los mejores goles de la Copa del Rey?”. En realidad, es sólo uno de los mejores goles”.
“En términos de técnica, de regate, es el mejor gol que he visto, pero sólo Messi podría tomar esta clase de decisiones en el momento correcto, una y otra vez. No sabía que iba a marcar ese gol”.
“Todo el mundo estaba aturdido en el área de prensa (obviamente los aficionados de Barcelona se estaban volviendo locos), pero nos dimos cuenta de que habíamos sido testigos de uno de los mejores goles marcados en un partido de fútbol”.
Marcó de nuevo en lo que fue una eventual victoria por 1-3, haciendo de esta final su partido: el partido de Messi.
2. Contra el Real Zaragoza, el 21 de marzo del 2010
Elegir el mejor gol podría ser algo subjetivo, pero llegó un momento en el que los aficionados debieron darse cuenta de que un cierto tipo de gol resumía a Lionel Messi. Tal vez ese momento llegó contra el Real Zaragoza.
Rob Palmer, comentarista del fútbol español de Sky Sports, se encontraba comentando el partido en cuestión y recordó lo que fue un momento decisivo:
“Cada semana, él mismo se estaba construyendo su propia reputación y superando a los demás: la sombra de Ronaldinho había desaparecido, pero Zlatan Ibrahimovic estaba allí y Messi sólo seguía mejorando”.
“Marcó ese gol y me dirigí hacia mi compañero comentarista Gerry Armstrong, quien había jugado en la misma época que algunos de los grandes y fue amigo de George Best, y dijo que Messi estaba justo allí con ellos, incluso con el mismo Johan Cruyff. Esperaba que me lo refutara, pero estuvo de acuerdo en que Messi estaba entre los mejores”.
La reacción en la cancha salta a otro nivel cuando Messi toma posesión del balón.
Desde el punto de vista profesional, es uno de los pocos jugadores que rompe las reglas al armar las jugadas, y Palmer reconoció que el gol contra el Zaragoza demostró el por qué.
“Usualmente vas comentando de área a área: te enfocas en lo que está pasando a 18 metros del área penal”, aseguró Palmer. “En el tercer tercio, ese es el momento para las estadísticas y las historias, pero con Messi, al igual que con el brasileño Ronaldo, es diferente, incluso desde poco más de la mitad del campo pueden hacer que las cosas pasen”.
“Este gol logró que Messi mostrara que era un jugador joven de muy alta calidad o que realmente merecía el puesto entre los grandes. Fue un gol definitivo para él, llevándolo de ser un jugador muy bueno a otra esfera completamente distinta: ser el mejor del mundo”.
“El Barça se había perdido antes unas cuantas opciones de gol y Messi parecía frustrado, así que se fue a cazar balones. El juego colectivo se transformó en uno individual una vez que él tomó el balón, deslizándose entre los rivales, y creó un gol de la nada, huyéndole a todas las marcas posibles”.
“Fue un gol perfecto para él y, afortunadamente, fue una de esas pocas veces en las que, en el comentario, se dice todo tal y exactamente como transcurre en el campo. Este gol, y el del brasileño Ronaldo contra el Compostela, el 12 de octubre de 1996 (en sus tiempos con el Barcelona), son los dos mejores sobre los que he comentado”.
Es apropiado que uno de los mejores goles de Messi sea comparado con el de otra leyenda del juego, pero la posición del argentino desde hace tiempo ha eclipsado la del delantero que también militó en el Real Madrid y el Inter de Milán. Como dijo Palmer: “En el Camp Nou, un estadio que ha visto todo, con ese gol los superó a todos”.
1. Contra el Getafe, el 18 de abril del 2007
El mejor de todos los que describimos, pero quizás también sea el mejor de todos los 500 que ha marcado.
Es fácil hacer comparaciones entre Diego Maradona y Messi (la gente lo ha estado haciendo casi desde que se convirtió en un habitual en la formación Barça), pero este gol, más que todo, aumentó el volumen de esa discusión.
A 21 años de distancia de que el semidiós argentino diezmó a Inglaterra en el camino hacia levantar de la Copa del Mundo, en México 86, Messi hizo lo mismo con el Getafe en semifinales de Copa del Rey, haciendo una especie de eslalon entre sus rivales, sacando al portero y anotando uno de los mejores goles en la historia del fútbol español.
Un poco menos de 55.000 personas se encontraban en el Camp Nou esa noche para ver una victoria por 5-2, con Messi anotando en dos ocasiones, otra similitud con Maradona en ese partido contra los ingleses.
Ángel Pérez fue uno de esos espectadores, informando sobre el partido para la publicación española Mundo Deportivo.
“En el momento en el que recogió el balón, nunca pensé que iba a terminar en gol”, aseguró Pérez. “Incluso cuando dribló al primer rival, no pensé que un chico tan joven lo iría a hacer… pero luego siguió adelante, se acercó cada vez más y empezó a creer que en realidad podía marcar”.
Messi se deshizo de cinco jugadores, y al menos otros cinco le querían quitar el balón con barridas, pero el jugador, entonces de 19 años, fue imparable.
Pérez insiste en que el aprecio por esta creación, esta obra de arte que el adolescente había mostrado, no podía limitarse a un solo aspecto de su juego, sino que requería que todo sucediera.
“En una fase de juego muestra un conjunto de habilidades: velocidad, aceleración explosiva, control estrecho, habilidad de regate uno a uno… todo”, afirmó Pérez. “En un momento mostró todo lo que compone a Messi. Y todo es todo”.
“Es importante señalar también que el movimiento, la carrera, el gol… fueron todos de él. Los defensores eran como estatuas delante suyo una vez que empezó a correr, pero tuvo que mostrar esa agresividad y tenacidad para evadir los primeros bloqueos al recibir el balón”.
“La habilidad y la velocidad vinieron después, pero sin esa primera demostración de determinación, el gol no se hubiera anotado”.
¿La única diferencia entre Messi y Maradona? El resultado. Mientras Diego se encaminaba hacia la final de la Copa del Mundo y levantó el trofeo, la proeza de Lionel finalmente no contó para nada. El Getafe remontó en el partido de vuelta, ganando 4-0 para avanzar a la final de la Copa (6-5 en el global), donde perdió por 1-0 ante el Sevilla.
¿Eso importa? Pérez piensa que no. “Calificas los goles por su mérito en el momento”.
Estamos inclinados a estar de acuerdo. El fútbol se trata de momentos individuales, la increíble subida instantánea de la emoción que viene con el silbato del partido terminado, o con la pelota cruzando la línea de gol.
Messi le ha dado 500 de esos momentos a los aficionados del Barcelona, y su maravilloso, inolvidable y escandaloso gol en solitario contra el Getafe fue el mejor de todos ellos.
Con agradecimientos a Phil, Rob, Rik, Angel y José Antonio. Citas obtenidas de primera mano a menos que se indique lo contrario.