(CNN) – Después de la noche más desafiante de su carrera política, la primera ministra británica, Theresa May, se reunió con la reina Isabel II y pidió permiso para formar un nuevo gobierno.
Necesitó recurrir al Partido Unión Democrático de Irlanda del Norte para darle el número de escaños necesarios después de que su Partido Conservador sufriera un gran revés en las elecciones generales del país.
Los votantes británicos propinaron un duro golpe a la primer ministra, Theresa May, acabando con su mayoría parlamentaria en una elección que se suponía iba a reforzar su poder.
El partido Conservador obtuvo 316 asientos, 12 menos que en las elecciones pasadas, mientras el Partido Laborista se coloca con 261, un impresionante resultado con 31 asientos más de los que tenía.
Ningún partido en el Parlamento británico logró la mayoría. Cuando ningún partido obtiene 326 escaños se habla de un Parlamento sin mayoría absoluta, lo que implicaría que un gobierno no obtendrá los suficientes votos para aprobar leyes a las que se opongan otros miembros del órgano legislativo.
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Esto es una gran derrota para May, quien llamó a la elección anticipada con el objetivo de obtener una mayoría más amplia.
May argumentó que necesitaba un mandato mayor para fortalecer su posición en las negociaciones del brexit con la Unión Europea. Ahora el tono de las conversaciones del brexit, preparadas para comenzar en tan sólo 10 días, e incluso la propia posición de May están en el aire.
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Después del resultado de las elecciones en su circunscripción de Maidenhead, May dio un discurso vacilante: “En este momento, más que nada, este país necesita un periodo de estabilidad”, dijo, lo que sugiere que podría intentar formar un gobierno incluso si su partido pierde la mayoría.
Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista, dijo que los primeros resultados mostraron que May había perdido su mandato y pidió que renuncie.