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Momentos de terror en el club nocturno Pulse
01:21 - Fuente: CNN

Puedes verlos por todas partes en esta magullada ciudad.

Murales, letreros pintados a mano, pegatinas en las ventanas, cintas en las solapas, calcomanías en los coches de policía.#OrlandoStrong. You Matter. #OrlandoUnited. Love Wins. (Orlando Fuerte, Tú Importas, Orlando Unido, El amor gana).

Los mensajes con los colores del arco iris atraviesan incluso edificios enteros, como el Se7en Bites, el restaurante que Trina Gregory-Propst lleva con su esposa. Para ella, son símbolos agridulces de una comunidad que está cicatrizando.

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Trina Gregory-Propst, copropietaria del Se7en Bites

Un año después, todavía es difícil hablar.

Y sin embargo, 12 meses después de que un hombre armado masacró a 49 personas en el Pulse, una discoteca gay, miembros de la comunidad LGBT de Orlando dicen sentirse queridos aquí como nunca antes.

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A las donaciones de sangre y vigilias en los días y semanas después del tiroteo del 12 de junio de 2016, pronto les siguió una acción más duradera.

Las donaciones nutrieron un fondo creado por la ciudad para ayudar a las familias de las víctimas. En el momento en el que se cerró oficialmente el fondo OneOrlando, el 31 de marzo, había distribuido más de 30 millones de dólares.

Aunque los derechos de los homosexuales han sido un tema divisivo entre los republicanos de Florida, casi dos docenas de funcionarios del Partido Republicano en Florida Central firmaron una resolución el año pasado demandando leyes que prohíben la discriminación basada en la identidad de género u orientación sexual.

Cuando la alcaldesa del condado de Orange, Teresa Jacobs, dio a conocer la medida en una cena anual de recaudación de fondos del Partido Republicano, un mes después del tiroteo en el Pulse, ella recibió una ovación de pie.

“Estaba sorprendida por el apoyo… era simplemente increíble”, dijo Jacobs, quien ha sido cada vez más contundente en su apoyo a la comunidad LGBT de la ciudad. La alcaldesa dice que ha visto un cambio dramático en la actitud entre sus compañeros legisladores republicanos sobre los derechos de los homosexuales, y ella habla a menudo de la nueva “cultura de la compasión” de la ciudad.

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Teresa Jacobs, alcaldesa del condado de Orange

“Esta es su familia”

En diciembre, la Policía de Orlando puso en marcha la iniciativa Safe Place (Lugar seguro) que anima a empresas y organizaciones a mostrar etiquetas que indican su compromiso con la protección de gays, lesbianas o transexuales que son víctimas de crímenes de odio o se sienten amenazados.

Los edificios que muestran la etiqueta aceptan servir como refugio frente al acoso o violencia mientras la policía llega. Más de 200 empresas se han inscrito.

Después del ataque, las donaciones al Centro de la Comunidad LGBT de Florida Central han permitido a la agencia de Orlando ampliar su programa de pruebas gratuitas de VIH y salud mental, dice Gabe Martinez, director de servicios clínicos del centro.

“La comunidad de Orlando ha cambiado… hay más unidad”, dijo. “Cuando alguien pasa por esta tragedia sabemos que las personas tienden a unirse. Creo que estamos más unidos que nunca”.

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Gabe Martinez, del Centro de la Comunidad LGBT de Florida Central

Y luego están los murales y las banderas del arco iris, que aparecieron por todas partes desde el tiroteo. Ninguno ha sido dañado.

El teniente James Young, enlace del Departamento de Policía de Orlando con la comunidad homosexual, dice que nunca ha visto tantas banderas del arco iris fuera de los fines de semana del Orgullo gay.

“Es abrumador en muchos sentidos”, dijo Young, quien cree que la reacción de la ciudad a la tragedia del Pulse ha recordado a residentes de toda índole que lo que tienen en común es más que sus diferencias.

“Creo que esto ha permitido a la gente ver que sólo somos humanos”, dijo. “No es la comunidad homosexual, no es una comunidad minoritaria, esta es su familia. Estos son sus parientes, son sus vecinos, estos son sus amigos, estas son las personas que trabajan en sus empresas”.

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James Young, del Departamento de Policía de Orlando

En estado de alerta

A pesar de todo esto, las cicatrices psicológicas de esa horrible noche permanecen.

Algunos miembros de la comunidad gay de la ciudad dicen que han tenido miedo a volver a bares y clubes. Otros lo hacen con cautela, mirando por encima del hombro en busca de potenciales amenazas.

Dan Fraser, gerente de Stonewall, un bar gay en el centro de Orlando, dice que mantiene un mejor control sobre las personas que entran en el bar. Barbara Poma, quien era propietaria del Pulse, dice que ella y sus amigos están en estado de alerta cuando salen por la noche. Siempre que es posible, tratan de sentarse cerca de una salida.

Y otros no pueden pasar por el lugar del Pulse, en Orange Avenue, donde los memoriales improvisados ​​todavía rodean la discoteca cerrada.

Y nadie en Orlando se engaña a sí mismo sobre la desaparición de la homofobia, dice la comisionada de la ciudad Patty Sheehan, primera funcionaria electa abiertamente gay en el centro de Florida. Sheehan dijo que todavía existe discriminación, sólo que es más sutil.

“Nosotros como estadounidenses no iremos a ninguna parte si nos odiamos unos a otros y pasamos todo el tiempo disparándonos y perjudicándonos”, dijo.

“¿Por qué no nos amamos? ¿Por qué no somos como todas las personas que vi con velas, donando sangre, dinero y dando cariño?

“Está bien decir ‘Te quiero’”

Aún así, muchos en la comunidad gay de Orlando dicen que en el último año han sentido un espíritu comunal de bienvenida en la ciudad que les hace sobresalir y sentirse un poco… bueno, más orgullosos.

“Muchos corazones y muchas mentes cambiaron después de lo que vieron en el Pulse”, dijo Poma, dueña de la discoteca, que ha anunciado planes para convertir el sitio en un monumento permanente.

Al otro lado de la calle del Pulse está un Einstein Bagels, cuyo estacionamiento se utilizó para tratar a las víctimas de Pulse la noche del ataque. Algunos murieron allí.

Hoy en día, un lado del edificio de Einstein es un mural en el que cuatro manos forman la palabra “AMOR”. El mural también contiene 49 flores, una por cada persona asesinada en el Pulse.

En Orlando, estos días, el dolor no está muy lejos. Pero tampoco lo está el amor.

“(El ataque) sacó lo mejor de las personas. Está bien decir a tus amigos ‘Te quiero’ y hacerles saber que realmente te preocupas por ellos”, dijo Gregory-Propst, propietaria del Se7en Bites.