(CNN Español) – Colombia está estremecida por la muerte de un niño de 2 años, quien falleció este viernes en Medellín al parecer producto de una golpiza. Este domingo se llevaron a cabo una misa y una manifestación pacífica en la que participaron decenas de vecinos para protestar contra la violencia infantil en el barrio donde vivían el pequeño, su madre biológica y su padrastro, quienes fueron capturados el viernes pasado, acusados de maltratar al niño.
Miguel Ángel Rivera Giraldo tenía 2 años y murió el 15 de septiembre en la Clínica Las Américas de Medellín, a donde fue llevado, según la madre del menor, porque tenía gripa.
Sara Giraldo, tía del niño, desmintió que tuviera un virus. Según le dijo a varios canales locales en una entrevista televisada, su sobrino ingresó a la clínica con “la cabeza llena de chuzones, un golpe horrible en la parte de atrás de la cabeza, como si se hubiera dado con la punta de algo, y tenía un hueco en la clavícula y otro hueco en el cuello”. Giraldo también afirmó que varios vecinos le contaron que veían cómo le pegaban al niño en la calle y que desde hace mucho tiempo era víctima de maltrato.
Cuando los habitantes del barrio Cristo Rey, en el occidente de Medellín, se enteraron de la muerte de Miguel Ángel, una turba enfurecida de vecinos comenzó a protestar y a lanzar piedras y otros objetos a la casa donde vivía el niño con su madre y su padrastro, quienes se encontraban a esa hora en la vivienda junto con otra mujer. Fue tal la ira de los vecinos, como se ve en las imágenes grabadas por el canal Caracol TV, que tuvo que intervenir el cuerpo de policías antidisturbios para disipar la protesta. La madre, el padrastro y la mujer que los acompañaba tuvieron que ser escoltados por la policía para salir del barrio.
Horas más tarde, un juez de Medellín emitió una orden de captura contra Mateo Sepúlveda Jaramillo y Daniela Giraldo Sierra, padrastro y madre biológica del niño, acusados de los delitos de homicidio agravado y violencia intrafamiliar. Ambos se declararon inocentes y no aceptaron los cargos, pero la Fiscalía ordenó que sigan detenidos mientras se lleva a cabo la investigación.
Según dijo el comandante operativo de la Policía Metropolitana de Medellín, el coronel Juan Carlos Restrepo, en el momento de confirmar la captura de la madre y del padrastro, “en el cadáver del menor se encontraron unas huellas que señalan que habría habido violencia doméstica contra el niño”.
“Lo más triste de este caso es que mucha gente después de que sucedieron los hechos se acercó a manifestar que había una violencia doméstica, que había violencia contra el menor, y estas personas nunca denunciaron a tiempo”, añadió Restrepo.
Este domingo, tristes por la muerte de Miguel Ángel, los vecinos del barrio Cristo Rey salieron a las calles a protestar contra la violencia intrafamiliar y el maltrato infantil, con decenas de velas y globos blancos.
Luego, los vecinos celebraron una misa en homenaje al pequeño, a la que asistió, entre otros, el secretario de Seguridad de Medellín, Andrés Tobón.