(CNN) – Angela Merkel ganó un cuarto periodo como canciller de Alemania, pero su partido perdió fuerza en el parlamento, al que la extrema derecha llegó por primera vez desde los sesenta.
Las encuestas de salida predecían que el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) sería la tercera fuerza del parlamento, el Bundestag, mientras los votantes alemanes le daban un duro golpe a los partidos tradicionales.
El partido de Merkel, CDU de centro-derecha, y su hermano CSU vieron reducida su cuota de votos. El partido más antiguo de Alemana, SPD de centro-izquierda, que habia formado parte de una “gran coalición” con Merkel, fue enviado a la oposición.
Ante sus simpatizantes, una templada Merkel dijo que el resultado le daba un “mandato” para gobernar, pero que el éxito de AfD requeriría un “análisis exhaustivo” para entender la preocupación de sus votantes.
“Debemos recuperarlos escuchando sus problemas y resolviéndolos con políticas”, dijo. También llamó a todas las naciones europeas a unirse para luchar contra las “causas de la inmigración”.
El líder del SPD Martin Schulz dijo que el resultado era una “amarga decepción” y que el partido no continuaría en la coalición. Durante la campaña electoral, Schulz encontró complicado presentar una efectiva oposición ante Merkel, dado que su partido había estado indiscutiblemente ligado a sus decisiones políticas.
De forma más simbólica, si el SPD se hubiera mantenido en la coalición, el AfD sería el principal partido de la oposición.