(CNN) – Resulta que el dinero no sólo puede comprarte unas elegantes vacaciones en el Caribe o una asombrosa suite en Quebec: también puede conseguirte una residencia.
Mientras los ciudadanos de Gran Bretaña se apresuran para reclamar sus pasaportes irlandeses tras el voto del Brexit, los viajeros más selectos del mundo ni siquiera deben preocuparse por las filas de inmigración en los aeropuertos.
De hecho, hacen parte de los programas de ciudadanía por inversión (CIP, por sus siglas en inglés): al invertir en la economía de un país obtienen un fácil acceso a pasaportes mucho más poderosos.
“Los CIP suelen atraer a personas cuyos países tienen pasaportes con capacidades muy limitadas para viajar como China, Rusia y los países de Oriente Medio”, le explicó a CNN Travel Nuri Katz, fundador de Apex Capital Partner, una firma internacional de asesoría financiera.
“La mayoría de quienes hacen este tipo de inversiones son empresarios con un alto patrimonio neto, que oscila entre los 2 y los 15 millones de dólares.
¿Cómo se crearon?
Henley & Partners, una consultora de planificación de ciudadanía en Londres, aseguró que Alemania cuenta con el pasaporte más conveniente del mundo, según su Índice de Restricciones de Visa de este año. Las personas que lo tengan pueden entrar a 177 países sin necesidad de visa.
Pero aquellos con pasaportes menos cómodos también tienen otras opciones, como los CIP. El marco legal de estos programas permite que los extranjeros adquieran la ciudadanía, a través de contribuciones financieras al país, generalmente en desarrollo de infraestructura o bonos del gobierno.
El concepto empezó en 1984, cuando St Kittis y Nevis –la nación de dos islas en el Caribe– introdujo el CIP original. Sin embargo, la práctica se popularizó en 2009, pues el país comenzó a comercializar las oportunidades que el programa ofrecía.
“Hay muchos CIP en el Caribe, porque (los países) simplemente necesitan el dinero y no tienen muchos otros recursos para atraer la inversión extranjera directa”, indicó Katz.
Durante años, este tipo de medidas también se han estandarizado en países desarrollados: Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña ofrecen sus versiones del programa, así como unos pocos países en Europa.
¿Cómo funciona?
Katz calculó que actualmente alrededor de 5.000 personas adquieren una ciudadanía en el extranjero a través de los CIP, cada año.
De hecho, Katz es uno de esos beneficiarios. Él, originalmente ciudadano estadounidense, consiguió la nacionalidad de Israel y Canadá, donde vivió durante largos periodos. Después obtuvo la de St. Kitts and Nevis, a través de una inversión en bienes raíces.
También es ciudadano de Antiguo porque compró una casa, donde ahora vive con su familia. “Busqué la ciudadanía en Antigua, debido a que encontré allí una buena escuela para mi hijo”, explicó. Añadió que cuando adquirió su vivienda se dio cuenta que “tener la ciudadanía era una decisión más inteligente que conseguir un permiso de residencia, pues este último requeriría constantes renovaciones”.
Aunque puede parecer fácil sacar el dinero y comprar pasaportes, los rigurosos procesos de solicitud pueden tomar meses, cuando no son años. Por lo general, los candidatos se someten a exhaustivas evaluaciones financieras y criminales para comprobar que su dinero es legal, antes de que se apruebe la residencia o la ciudadanía.
Como tal vez era de esperar, el CIP de Estados Unidos es uno de los programas más difíciles de obtener. Los solicitantes tienen que cumplir el requisito de una residencia de cinco años, antes de ser elegibles para pedir la ciudadanía. Y eso tampoco la garantiza.
Los mejores pasaportes
El valor de los CPI varía desde los 100.000 dólares en la isla de Dominica hasta los 2,6 millones de dólares en Gran Bretaña. Además, los mejores pasaportes, en términos de movilidad, tienden a ser los más caros.
“Chipre es uno de los más caros (2,4 millones de dólares) por una serie de razones. Por ejemplo, el derecho a vivir en Europa es algo considerado de gran valor”, explicó Katz
“Además, la inversión en Chipre es en bienes raíces y la sensación entre los inversionistas está la sensación de que el mercado inmobiliario de Chipre tiene un buen precio y que invertir allí puede generar buenas ganancias”, añadió. En la misma línea, este país también es apreciado por su fácil acceso a la residencia de la Unión Europea, el poco tiempo que toman los procesos y la documentación sin relativas complicaciones .
Los otros pasaportes populares incluyen a Portugal, donde el programa de Visa Golden entrega un permiso de residencia de dos años y un proceso rápido para obtener la ciudadanía, así como el hecho de que estos beneficios se extienden a la familia inmediata.
¿La cuota Quienes deseen la residencia deben comprar inmuebles cuyo valor estimado sea de mínimo 419.160 dólares o crear 10 empleos en el país.
Mientras que países como Antigua y Barbuda, en el Caribe, son más baratos: con sólo una contribución de 200.000 dólares a su Fondo Nacional de Transformación. Son embargo, hay un precio adicional de 50.000 dólares para una familia de cuatro.
¿Por qué hacerlo?
Si ya estás buscando propiedades en Chipre o en Portugal, el CIP es un buen acuerdo. Tendrías un trozo de propiedad en un resort de cinco estrellas, así como un nuevo pasaporte.
También hay beneficios profesionales. Un viajero de negocios con un pasaporte políticamente problemático puede tener poco tiempo tiempo para perder en los trámites de las visas que necesita. En cambio, él o ella podrían sentir que vale la pena invertir 600.000 dólares en bonos del gobierno en Bulgaria y así poder disfrutar de viajes sin interrupciones a más de 140 países, que no le piden visa a quienes cuentan con un pasaporte de ese país. En últimas, eso hace que los trayectos sean significativamente más eficientes.
Mantener las opciones abiertas
Para quienes cuentan con un pasaporte estadounidense, por ejemplo, una segunda ciudadanía podría ser útil si planea viajar a un país inestable o si desea trabajar y vivir en Europa.
Los estadounidenses pueden tener múltiples pasaportes. Pero si quieren evitar los impuestos de su país, o pagarlos de manera doble, deben renunciar a la ciudadanía. “Tener una ciudadanía alterna te permite renunciar a la estadounidense y dejar de pagar impuestos”, indicó Katz.
En el mismo sentido, familias ricas con un pasaporte restrictivo de Oriente Medio podrían decidir invertir en la ciudadanía de Dominica y así poder ahorrar tiempo y viajar más libremente por el mundo.
El precio de los CIP
Las ventajas de los CIP proporcionan apoyo económico a los países con escasez de capital y beneficios personales para los inversionistas. Sin embargo, esto no libra a los programas de la controversia.
Kate Hooper, analista de políticas asociadas en el programa internacional del Instituto de Política Migratoria, sostuvo que la recepción combinada de estos planes involucra el compromiso del gobierno a la hora de rastrear fuentes de ingresos.
“Los procedimientos exactos de diligencia tienden a no ser divulgados públicamente, y numerosos informes han suscitado inquietudes sobre la efectividad de estos procesos en la detección de personas y la eliminación del dinero sucio”, señaló Hooper. “Durante años, ha habido varios casos en los que se entregó la ciudadanía sin un control adecuado”, insistió.
Otro problema, destacó Hooper, es que los programas de CIP le ponen un claro precio a los derechos de residencia.
Los efectos secundarios no deseados
Algunos expertos también expresan su preocupación por los efectos secundarios en términos económicos y políticos, que pueden tener los CIP. George DeMartino, profesor de economía y ética internacional en la Universidad de Denver, sugiere que estos planes podrían causar impactos no deseados.“Estos programas no aseguran una solución definitiva al problema de la escasez de capital en los países más pobres”, señaló.
También reveló que hay un potencial problema mucho más serio, que involucra a la política. “Los programas como este amenazan con disminuir la fraternidad política otorgando privilegios especiales a los ya privilegiados”, indicó antes de señalar que permiten a los que tienen la menor necesidad de migrar hacerlo y conseguir la ciudadanía. Mientras que “aquellos que están mucho más desesperados por emigrar, como aquellos que enfrentan terribles circunstancias económicas en su país, están completamente excluidos de los beneficios de estos programas. Los programas no son la causa de esta desigualdad, pero la amplifican”.