Base de la Fuerza Aérea Offutt, Nebraska (CNN) – Si Rusia apuntara a Estados Unidos con un misil de largo alcance como el “Satan 2” que acaba de probar o si Corea del Norte lanzara repentinamente un ataque contra el cuartel general del arsenal nuclear estadounidense, los comandantes principales de Estados Unidos tendrían solo una pequeña ventana para ponerse a buen resguardo.
Pero Estados Unidos está listo para un escenario así y el general de cuatro estrellas encargado de ejecutar la respuesta estadounidense a un ataque nuclear podría estar en el aire en solo unos minutos. Él sería capaz de cumplir con las órdenes del presidente y responder con un ataque nuclear desde la seguridad de una aeronave equipada especialmente, conocida como el avión del “Día del Juicio Final”.
“Tengo una cierta cantidad de minutos para subirme a ese avión y para que ese avión escape a un lugar seguro antes de que un arma nuclear llegue hasta aquí”, dijo John Hyten, jefe del Comando Estratégico de Estados Unidos, en una entrevista exclusiva con CNN a principios de este mes desde su cuartel general en la Base de la Fuerza Aérea de Offutt, en Nebraska.
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En la base, siempre está visible para Hyten el reloj de conteo regresivo que le dice a cuántos minutos estaría del impacto un misil entrante, así como el tiempo que tendría para correr desde su trinchera subterránea hasta la superficie y al vehículo que lo llevaría hasta una pista de aterrizaje cercana donde lo estaría esperando el avión más importante de su vida.
El avión de la Marina, una aeronave modelo E-6B con la estructura de un Boeing 737, opera como una instalación completa de comando y control en el aire desde la que Hyten, o alguno de sus oficiales principales, pueden llevar a cabo las órdenes del presidente si esta zona de Nebraska queda bajo ataque.
Con una pequeña tripulación, el centro de comando en el avión, aunque más pequeño que el Centro Global de Operaciones en la base, tiene la habilidad de operar de la misma forma desde el aire.
“En este avión sabemos dónde está el presidente, todos los sucesores presidenciales, el director (de la Junta de Jefes del Estado Mayor), el secretario de Defensa, rastreamos la ubicación de cualquiera que sea importante”, dijo a CNN el General Gregory Bowen, subdirector de operaciones globales del Comando Estratégico, durante un paseo por el avión.
Además de un asesor de ataques nucleares, a bordo del avión va un asesor meteorológico estudiando constantemente los patrones de clima alrededor del mundo para saber dónde está cayendo lluvia nuclear y notificar a los bombarderos estadounidenses.
El avión, que puede cargar combustible en el aire, lo que le permite permanecer en vuelo durante días, también tiene antenas que pueden comunicar con submarinos estadounidenses y transmitirles órdenes y mensajes sin tener que aterrizar.
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Y tal vez lo más importante, el avión también tiene un panel de control que puede lanzar misiles balísticos intercontinentales de Estados Unidos si en tierra se está produciendo el peor de los escenarios.
“Si son atacados y toda la gente en los centros de control de lanzamiento hubieran muerto o fueran incapaces de comunicarse, con este equipo podemos hablar directamente con los silos donde están los misiles y lanzarlos nosotros mismos”, dijo Bowen.
Durante la Guerra Fría, el avión estaba en el aire casi 24 horas los siete días de la semana, en caso de que ocurriera cualquier intercambio nuclear no previsto con la Unión Soviética. Con las amenazas hoy en día de Corea del Norte, Rusia y otros sitios, el avión se mantiene en el aire regularmente para entrenar ante cualquier posibilidad.