(CNN) – Nadie —probablemente ni siquiera Donald Trump— esperaba que la autobiografía del exdirector del FBI, James Comey, sobre su vida y los momentos con el presidente que lo despidió iba a ser una lectura divertida para el hombre que vive en el 1600 de la Avenida Pennsylvania.
Pero si los primeros reportes del libro ‘A Higher Loyalty’ de Comey son un indicio, el despedido director del FBI decidió enfrentarse con Trump ambos cañones: dando un retrato despiadado y vergonzoso de la persona más poderosa del país.
En un extracto del libro obtenido por The New York Post, Comey recuerda que en una cena con Trump al principio de su presidencia, la conversación giró hacia la posible existencia de un procaz video que involucraba al presidente de Estados Unidos y la micción.
Según el Post, Comey escribe:
“Él habló de algo llamado ‘la lluvia dorada’. Le molestaba que hubiera siquiera un posibilidad del 1% de que su esposa, Melania, pensara que era verdad. … Continuó, espontáneamente, explicando por qué posiblemente no podría ser cierto, y terminó diciendo que estaba pensando en pedirme que investigara la acusación para probar que era una mentira. Le dije que dependía de él”.
Esa revelación aterrizó como una bomba atómica en la política de Washington.
Aunque el rumor de la existencia de la llamada “cinta del pis” ha estado circulando en Washington desde que BuzzFeed publicó un dossier completo de Trump siendo preparado por el exespía británico Christopher Steele, la mayoría de las cadenas de noticias —incluida CNN— evitó reportar eso. BuzzFeed News publicó el dossier completo y sin verificar que incluía una acusación infame de que las autoridades rusas tenían evidencia de que Trump veía a prostitutas orinar en la habitación de un hotel.
Aunque algunas partes del dossier han sido confirmadas por la comunidad de inteligencia de Estados Unidos, otras partes de estas —como los detalles más lascivos— no.
Que Trump haya levantado el espectro de que Comey usó fondos y tiempo de las autoridades federales para demostrarle a Melania Trump que la cinta no existía, es absolutamente asombroso.
Es una prueba más de que el entendimiento o la preocupación de Trump de que el Departamento de Justicia no trabaja directamente para él es limitad, en el mejor de los casos. Y es una prueba de que él veía (y ve) las líneas entre lo profesional y lo personal en gran medida sin sentido.
Luego está el hecho de que Comey decidió escribir sobre eso. Y no solo escribir sobre las preguntas sobre la “cinta del pis”, sino también acusaciones más amplias de que Trump frecuentaba prostitutas. [Trump] “negó fuertemente las acusaciones preguntando —retóricamente, asumo yo— si parecía un tipo que necesitaba el servicio de prostitutas”, escribe Comey en un extracto obtenido por The Washington Post.
Trump y sus aliados aprovecharán la disposición de Comey para escribir sobre esos detalles salaces como evidencia de que no hay nada más sino autopromoción para vender los libros. Y que por tanto, todos los libros deben descartarse.
Aunque creas o no estas acusaciones, lo que es indiscutible es que Comey no está tirando golpes. Sino que tiene el objetivo de arrancarle la piel a Trump y exponer a quien él ve como un presidente que no está capacitado para el cargo.