(CNN) – Un periodista perdió la vida el sábado durante las protestas contra la reforma a la Seguridad Social en Nicaragua.
Al menos 10 personas han muerto durante una semana de violentas protestas que comenzaron el miércoles contra los cambios del gobierno al sistema de seguridad social, dijo el viernes la vicepresidenta Rosario Murillo al medio estatal El 19 Digital.
El mismo medio reportó el sábado que el periodista Ángel Eduardo Gahona, corresponsal de Canal 6 en la ciudad de Bluefields, en la Región Autónoma del Caribe Sur de Nicaragua, había sido asesinado “por grupos criminales de la derecha vandálica”.
“El joven periodista daba cobertura la noche de este sábado a estos hechos vandálicos y criminales, cuando estos asesinos acabaron con su vida, propinándole un disparo en la cabeza”, dijo el medio.
El pasado lunes, el gobierno de Nicaragua anunció las nuevas tasas de aportes al Seguro Social en las que los empleados pasarán de dar al seguro el 6,25% al 7% de su salario, los empleadores pasarán de pagar el 19% al 22,5% de los salarios de sus trabajadores, y los jubilados ahora tendrán que contribuir con el 5% del monto que reciben como pensión de retiro.
El gobierno dijo el viernes que estaba abierto a dialogar con los manifestantes, de acuerdo con El 19 Digital.
El sábado, el presidente Daniel Ortega dijo que el gobierno estaba abierto a ajustar, reformar o incluso crear un nuevo decreto si fuera necesario.
“Nuestros representantes están listos para volver a la mesa de diálogo”, dijo.
Lo más importante, dijo Ortega, es alcanzar ese nuevo acuerdo por consenso.
Debido a las protestas, el ejército fue desplegado el viernes para proteger edificios gubernamentales, reportó El 19 Digital.
Las protestas, en las que participan pensionistas y estudiantes, no estaban limitadas a Managua y se reportaban en otros lugares fuera de la capital.
Varias estaciones de televisión fueron sacadas del aire mientras el gobierno intentaba frenar las manifestaciones.
La Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas condenó la violencia contra los manifestantes, a quien la vicepresidenta de Nicaragua había calificado antes de “vampiros” que “se alimentan de la sangre y creen que con esto lograrán avances en su agenda política”.