(CNN Español) – Las alarmas se activaron en Uruguay luego que se publicaran las cifras oficiales sobre delitos en el primer semestre del año.
El Ministerio del Interior divulgó el jueves pasado su informe semestral sobre delitos en el país. Las estadísticas realizadas por el Observatorio Nacional de Violencia y Criminalidad son claras: los homicidios en Uruguay aumentaron un 66,4% entre enero y junio de 2018 en comparación con igual periodo del año pasado. Además en el 50,5% de estos homicidios no se pudo hallar un culpable.
En total se consumaron 218 homicidios este semestre. En 2017 fueron 131, mientras que en 2016 fueron 142.
Los robos con violencia y/o amenazas, que en el sistema penal uruguayo se conoce como rapiña, también se dispararon un 55,8%. En los primeros seis meses de 2018 se realizaron 14.459 denuncias de este tipo de delitos, mientras que en 2017 se 9.282 registraron denuncias.
Estas cifras son un trago amargo para el gobierno de Uruguay. La seguridad ciudadana es la principal preocupación de la población. Una encuesta de marzo de este año de la consultora Equipos indica que el 47% de los uruguayos creen que los problemas de seguridad pública son el principal problema del país.
Durante la campaña electoral, el actual presidente Tabaré Vázquez prometió que los delitos violentas bajarían un 30% durante su gestión. También son un golpe para el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, quien es muy criticado por la oposición uruguaya. Este secretario de Estado ha sido interpelado por el parlamento uruguayo en 8 oportunidades desde que asumió en 2010.
En conjunto con la publicación el ministerio del Interior anunció una serie de medidas de aplicación “inmediata”. Esto incluye reforzar Programa de Alta Dedicación Operativa, un escuadrón policial de élite, con el aporte de 120 nuevos agentes de policía y 370 efectivos de personal subalterno.
Las causas y el “efecto noviembre”
La semana pasada el ministro Bonomi realizó una disertación en el Foro sobre Seguridad organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM). En su discurso cuestionó al nuevo Código del Proceso Penal que comenzó a regir en Uruguay en noviembre pasado.
“Mientras en los ocho meses previos a noviembre, el saldo de homicidios era negativo, a partir de noviembre se registra un aumento rotundo. En esos ocho meses se registraron 108 homicidios más” dijo en su disertación.
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Los partidos de la oposición al gobierno de izquierda del Frente Amplio han sido muy críticos con su gestión en seguridad pública y rechazan la afirmación del secretario de Estado.
El senador Javier García, del opositor partido Nacional, luego de conocerse los datos en su cuenta de Twitter que “Las cifras de delito y violencia son una catástrofe. Nos es el efecto “noviembre”, es el efecto `Frente Amplio´”.
Por otra parte el licenciado en Seguridad Pública Robert Parrado, principal asesor del empresario y candidato Edgardo Novick del también opositor Partido de la Gente, dijo el viernes “Que Bonomi justifique el incremento de los delitos al “Efecto Noviembre”, es un argumento, pobre, lineal, concreto y conceptualmente erróneo. Su Nueva Policía fracasó, no previene, no disuade y está alejada de la gente. Cero cercanía e inmediatez. Lo sufrimos nosotros”.
Con la campaña electoral para las elecciones presidenciales de octubre de 2019 a punto de arrancar, la seguridad pública promete estar en el centro del debate.
Existe una iniciativa del senador Jorge Larrañaga de recolección de firmas para realizar un referéndum para modificar la Constitución. La reforma incluye la creación de una Guardia Nacional conformada por 2.000 militares que cumplirían tareas de seguridad pública y la incorporación de la prisión perpetua revisable al código penal. En Uruguay la pena máxima de cárcel es de 30 años.
Uruguay y la región
La tasa de homicidios en Uruguay es de 8,1 cada 100.000 personas de acuerdo a los datos del año 2017. Un índice muy superior al de Argentina que se ubica en 5,6 cada 100.000 habitantes.
Sin embargo se encuentra muy lejos de otros países de la región como Venezuela, con 89 muertos por cada 100.000 habitantes o Brasil donde los homicidios llegaron a las 30,3 víctimas por cada 100.000 habitantes.