(CNNMoney) – Elon Musk mantendrá a Tesla como una empresa pública. Y lograr que sea exitosa requerirá aún más trabajo.
Menos de tres semanas después de anunciarlo, el fundador de la compañía abandonó su plan de hacerla privada y sacarla del mercado. En ese momento, Musk sostuvo que quería liberar a Tesla de la presión obsesiva de Wall Street por los resultados a corto plazo.
El pasado viernes señaló que los accionistas de su empresa –grandes y pequeños– prefirieron mantenerla pública y que hacerla privada resultaría más difícil de lo que creyó originalmente.
¿En qué se debe enfocar ahora?
Simplemente construir los autos
Esto es lo más importante en la lista de tareas pendientes que tiene Musk. Y probablemente también la menos fácil.
A finales de junio, Tesla finalmente alcanzó su objetivo largamente retrasado de fabricar 5.000 ejemplares de su Model 3 por semana. Básicamente, Musk construyó una segunda línea de ensamblaje bajo una gran carpa para logra esa meta.
Y ahora necesita demostrar que no fue solo un golpe de suerte y que su compañía puede mantener –e incluso aumentar– ese nivel de producción.
Miles de seguidores de Tesla entregaron 1.000 dólares con el compromiso de que recibirían un Model 3. Algunos llevan esperando desde que se comenzaron a tomar las órdenes en abril de 2016. Su paciencia no será eterna.
Empezar a hacer dinero
La empresa debe alcanzar los objetivos de producción porque necesita ingresos para poder generar una ganancia. Le urge dinero en efectivo.
Una deuda estimada en 1.200 millones de dólares se vence a principios del próximo año, y Tesla planea construir una planta de 2.000 millones de dólares en China, que es crítica para su expansión en el mercado de automóviles más grande del mundo.
Musk ha negado que la compañía enfrente una crisis de efectivo. Según dice, el aumento en las ventas del Model 3 producirán la suficiente liquidez para hacer que Tesla finalmente sea rentable en la segunda mitad de este año.
Lidiar con las investigaciones y demandas
Musk reveló sus planes de sacar a Tesla de Wall Street en un tuit. Y rápidamente la compañía fue golpeada por dos demandas de accionistas, que reclamaban que la afirmación acerca de los “fondos asegurados” era falsa y, además, un intento por manipular las acciones.
Numerosos reportes han señalado que la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) también evaluaba si Musk violó leyes de seguridad con su aseveración de “fondos seguros”.
La SEC se ha negado a comentar sobre esos informes. Y Tesla ha rechazado el pronunciarse sobre la demanda y cualquier investigación.
Ninguna de las demandas o investigaciones desaparecerán solamente porque la compañía abandonó sus planes de ser privada.
Restablecer la confianza en Wall Street
Una de las razones por las que Tesla ha crecido tan rápido se debe a que los inversionistas han estado dispuestos a entregarle a Musk los fondos que necesita para construir la compañía.
Sin embargo, tras la emoción inicial, el mercado mostró rápidamente profundas dudas sobre la capacidad de Musk para lograr un acuerdo que llevara a Tesla a ser privada con un precio de 420 dólares por acción.
La acción ha caído casi un 20% desde que alcanzó su máximo cuando Musk dijo que tenía “fondos asegurados” en su tuit del pasado 7 de agosto.
La mejor manera de derrotar a los vendedores al descubierto no es volver a Tesla privada, sino lograr que las acciones suban de nuevo. Y, para hacer eso, Musk necesita producir los carros y las ganancias que los fanáticos están apostando.
Pedir algo de ayuda
Musk ha enfrentado diversas solicitudes para integrar a la empresa a un segundo al mando con experiencia, que ayude a dirigirla día a día. Sheryl Sandberg ayudó a Mark Zuckerberg a convertir Facebook en una compañía importante y Eric Schmidt ayudó a los fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin, a hacer pública la compañía.
Encontrar a la persona adecuada no sería fácil. Varios altos ejecutivos han salido de Tesla recientemente para no trabajar bajo el estilo de gestión de Musk.
Incluso si piensa que puede seguir trabajando 120 horas a la semana, casi nadie más considera que sea una buena idea.