Nota del editor: John Avlon es analista político senior de CNN y presentador. Las opiniones expresadas en este comentario son las suyas.
(CNN) – Las palabras importan Y aquí hay una forma de medir su impacto.
Esta semana, se enviaron 13 paquetes sospechosos a CNN y a destacados demócratas y críticos de Trump, incluido el expresidente Barack Obama, los Clinton, el exvicepresidente Joe Biden, el senador Cory Booker, la congresista Maxine Waters, el exdirector de Inteligencia Nacional James Clapper, el ex secretario de Justicia Eric Holder (aunque el paquete de Holder fue enviado a la congresista Debbie Wasserman Schultz, quien figuraba como la dirección de retorno), al filántropo multimillonario George Soros y al actor Robert DeNiro.
¿Qué tienen en común los objetivos? Todos ellos fueron atacados por el presidente Donald Trump y convertidos en demonios por la extrema derecha, a menudo por presentadores de opinión de Fox News como Sean Hannity.
Aquí están las estadísticas y los hechos:
El presidente Trump ha atacado a CNN 63 veces en Twitter
El presidente Trump ha atacado CNN 63 veces solo en Twitter durante su administración, según un análisis realizado por nuestro equipo de investigación. Sus mítines rutinariamente presentan ataques a nuestra cadena de noticias. Y es relevante que el presidente haya descrito a la prensa como “el enemigo del pueblo” en discursos y tuits unas 55 veces desde que asumió el cargo, de acuerdo con una búsqueda en el sitio FactBase.
Ha utilizado el retorcido término “noticias falsas” más de 700 veces durante sus 677 días en el cargo.
Desafortunadamente, las amenazas son parte del trabajo de ser periodista en estos días. Podemos manejar los trols y los bots y los odiadores. Pero no podemos ignorar que el presidente está fomentando activamente el odio a la prensa.
Trump ha tuiteado 109 ataques contra Hillary Clinton desde que llegó a la presidencia
Odiar a Hillary Clinton es parte del pegamento que mantiene unida a la coalición republicana, por lo que quizás no sea una sorpresa que Trump haya tuiteado ataques a Clinton en 109 ocasiones desde que llegó a la presidencia. “Enciérrenla” sigue siendo un canto regular en los mítines de Trump, mucho después de que terminara la elección.
Sean Hannity mencionó a Hillary Clinton más de 360 veces desde la inauguración de Trump
Esta obsesión se ha visto constantemente reforzada por los presentadores de opinión de Fox News. Según una búsqueda de las transcripciones de Lexis-Nexis, Hannity ha mencionado a Clinton más de 360 veces desde la inauguración de Trump y Tucker Carlson la mencionó más de 290 veces.
Trump tuiteó 137 menciones de Barack Obama desde el Día de la Inauguración
Casi no hace falta decir que Obama ha sido un objetivo constante de los ataques de Trump, con 137 menciones en la cuenta presidencial de Twitter desde el Día de la Inauguración.
Trump ha mencionado Maxine Waters 73 veces
Pero Maxine Waters no se es, ni de cerca, un nombre nacional de carácter nacional en la opinión pública. En lo que debería ser un recordatorio para los demócratas sobre dar municiones por falsa equivalencia, Waters, de manera imprudente e inaceptable, pidió el acoso de republicanos por parte de activistas liberales. Como reacción, Trump la elevó al nivel de “la cara de los demócratas”, así como a una “persona con poco coeficiente intelectual”, mencionándola 73 veces en discursos, comunicados de prensa y tuits desde marzo de este año, según FactBase.
Trump ha criticado a John Brennan 30 veces
El ex director de la CIA John Brennan ha sido un intenso crítico del presidente, y Trump ha respondido al fuego con fuego: revocó su autorización de seguridad y criticó a Brennan en 30 tuits y comentarios públicos. Es interesante y quizás instructivo que el paquete bomba dirigido a Brennan en realidad fue enviada a CNN. Brennan, sin embargo, es un colaborador de MSNBC. El hecho de que el remitente no sepa este hecho fácilmente verificable indica que quizás esté recibiendo noticias de una fuente que no sea CNN o MSNBC.
Trump ha cargado contra Cory Booker 33 veces y James Clapper 20 veces. Llamó a Clapper una “máquina mentirosa” y dijo que Booker “llevó a Newark al suelo” como alcalde de esa ciudad de Nueva Jersey.
La tendencia continúa, con los ataques a Eric Holder y Debbie Wasserman Schultz, pero esos nombres son mucho más familiares para los espectadores de Fox News que para la mayoría de los estadounidenses, dado su papel nacional disminuido desde que abandonó el Departamento de Justicia y la presidencia del Comité Nacional Demócrata, respectivamente. Holder, por ejemplo, ha sido mencionado 74 veces por los programas de Hannity y Carlson desde la inauguración de Trump.
El multimillonario liberal y donante demócrata George Soros ha sido un imán para las teorías de conspiración antisemitas, que el presidente y los miembros republicanos del Congreso han mencionado en los últimos días.
¿Qué pasa con Robert DeNiro? El actor ganador del Oscar no es como los otros blancos. Sí, él dijo tristemente “F - k Trump” en una ceremonia de entrega de premios, pero Trump solo ha tuiteado dos veces sobre él, y eso fue en junio. Resulta que Hannity criticó a DeNiro hace menos de 10 días y le dijo a su audiencia que DeNiro estaba “llamando el diablo al presidente” en el debut del programa de entrevistas de Alec Baldwin.
Para el registro, la frase ofensiva que usó DeNiro fue “hacer un trato con el diablo”, refiriéndose a los aliados de Trump que él cree que van a ser contaminados por el resto de sus vidas.
Este no es solo un incidente reciente que puede indicar por qué DeNiro se hizo notar: el tiempo y la investigación lo determinarán, pero lo que es particularmente fascinante es la forma en que Hannity se apresura a jugar la carta de la víctima, diciéndoles a sus espectadores antes de mostrar el clip de DeNiro: “Supongo que somos el apoyo de Trump que somos irredimibles, deplorables, olemos a Walmart, abarzamos la Biblia,amamos las armas, ya sabes, aduladores de Dios, las armas y la gente de religión. Ahora somos el diablo”.
No hay duda de que estamos en un circuito de retroalimentación de ira, miedo y alienación. Pero las personas que hacen más para exacerbar esas divisiones son a menudo las más rápidas en interpretarse como víctimas. Y casi siempre se hace para justificar su posición y galvanizar su apoyo.
En esto, el presidente Trump es el paciente cero.