(CNN) – La Fuerza Aérea de Estados Unidos ordenó el jueves inspecciones inmediatas de toda su flota de bombarderos B-1 por cuestiones de seguridad relacionadas con un sistema utilizado para enderezar el asiento de expulsión del avión antes del despliegue del paracaídas principal.
Si bien a ninguno de los aviones se le permite volar, la orden no es técnicamente una orden oficial para dejar la flota en tierra, ya que cada avión en particular podrá regresar inmediatamente a las operaciones de vuelo después de la inspección.
“El retiro de seguridad permitirá a los técnicos de mantenimiento y de equipos de vuelo de tripulación aérea el tiempo necesario para inspeccionar minuciosamente cada aeronave”, dijo en un comunicado el Comando de Ataque Global de la Fuerza Aérea.
“A medida que se completen estas inspecciones y se resuelva cualquier problema, las aeronaves volverán a volar”, añade el comunicado.
El Comando de Ataque Global no especificó cuánto durarían las inspecciones.
Los oficiales de la Fuerza Aérea dicen que el problema de este sistema en particular no está relacionado con un problema anterior con el asiento de expulsión del avión, lo que llevó a una parada de seguridad similar el año pasado.
Los 61 bombarderos B-1 de la Fuerza Aérea se encuentran estacionados actualmente en Estados Unidos, por lo que la orden no afectará las operaciones.
El B-1 es un bombardero convencional y fue utilizado para realizar ataques aéreos contra objetivos militares sirios en 2018 después del uso de armas químicas por parte del régimen.