(CNN) – A medida que las cenizas se asientan en las brasas de la catedral de Notre Dame en París, puede comenzar el laborioso proceso de restauración. La reconstrucción llevará años, posiblemente más de una década. Sin embargo, para una obra maestra gótica que tardó 107 años en construirse, y se mantuvo durante siglos más, esto simplemente significa la última evolución de un edificio que ha sido remodelado muchas veces en sus 850 años de historia.
Los que buscan esperanza en medio de la tragedia se sentirán alentados por la seguridad del presidente Emmanuel Macron de que los franceses la “reconstruirán juntos” y por los esfuerzos de recaudación de fondos que alcanzaron los US$ 670 millones en las 24 horas posteriores al incendio.
Estas generosas donaciones tempranas sugieren que la financiación, la parte más difícil de cualquier proyecto de restauración importante, puede que no sea difícil de obtener. Suponiendo que se obtenga el apoyo financiero necesario, ¿cómo se llevará a cabo exactamente el proceso?
Primero la seguridad
Al igual que con cualquier edificio dañado por incendio, la seguridad será la principal preocupación. La estructura principal (y los dos campanarios) pueden haber sido “salvados y preservados”, según las autoridades francesas, pero algunas partes de la catedral aún podrían correr el riesgo de derrumbes y la caída de escombros.
Antes de distinguir entre lo que se puede salvar y lo que no se puede recuperar, se deberán tomar medidas inmediatas para evitar daños adicionales, según el historiador y locutor de arquitectura, Jonathan Foyle. Y no menos importante, un techo temporal.
“Ya es un edificio humedecido debido al agua que se ha bombeado, por lo que tendrán que proporcionar algún tipo de cubierta para los elementos”, dijo en una entrevista telefónica.
Eso no es una tarea pequeña, dijo el jefe del grupo de empresas para la restauración de monumentos históricos en Francia, Frédéric Létoffé. “Esto requerirá mucho trabajo ya que, más allá del apuntalamiento y el refuerzo, será necesario construir un andamio con paraguas que pueda cubrir todo lo que cubría el techo que desapareció, para garantizar la protección contra la intemperie”, dijo a periodistas en París.
Asegurar el edificio
La primera prioridad para los restauradores será instalar un techo temporal en el edificio, de acuerdo con el arquitecto John Burton, un topógrafo de trabajos de conservación en otras iglesias góticas inglesas, como la Catedral de Canterbury y la Abadía de Westminster. Esto ayudará a los expertos a realizar una inspección detallada del sitio, en particular, qué parte de la estructura es segura.
“Lo más importante de las estructuras góticas es el equilibrio”, dijo Burton. “El edificio se sostiene al estar comprimidos todos los componentes”. Los contrafuertes volados que una vez soportaron cuidadosamente todo el edificio ahora podrían estar fuera de balance, dijo.
Después de proteger los restos del edificio, los equipos de restauración comenzarán a evaluar el nivel de daño. Ese solo proceso podría llevar años, dijo.
Un ejército de arqueólogos
Para que las autoridades francesas tomen una decisión sobre la reconstrucción, necesitarán comprender mejor cómo se construyó la catedral medieval.
“El techo desnudo y la mampostería superior revelarán aspectos de la historia del edificio que probablemente no se hayan entendido”, dijo Foyle. “Notre Dame prácticamente no tiene registros de construcción. Sabemos (que la construcción) comenzó en 1163 y que básicamente fue completada alrededor de 1240, pero no hay registros de la construcción.
” La evidencia de la evolución de ese edificio está en el tejido físico, por lo que se necesitará un ejército de arqueólogos para comprender mejor qué partes están reparando y a dónde pertenecen”.
Peter Riddington, arquitecto de Donald Install Associates, quien trabajó en la restauración del Castillo de Windsor después de que se dañó por un incendio en 1992, piensa que uno de los pasos más inmediatos será realizar un trabajo arqueológico.
“Lo que fue extremadamente útil para nosotros (en el Castillo de Windsor) fue que hubo un cuidadoso examen arqueológico de los escombros”, dijo durante una entrevista telefónica.
Los investigadores pueden decidir dividir el área del piso en una cuadrícula y asignar un equipo para examinar cada sector, dijo Riddington. Recogerían cualquier cosa que pudiera ser útil, ya sea elementos para reutilizar en la construcción o para ser copiados y hacer modelos.
“Este proceso podría hacer surgir miles de bandejas llenas de escombros y objetos valiosos”, dijo.
Una vez que termine la parte “forense”, dijo Burton, es probable que se establezcan comités de especialistas para evaluar cada uno de los elementos, desde vitrales hasta enchapados de oro. Luego será el maestro arquitecto el que reúna el diseño general.
Riddington recuerda que hubo varios “comités de gusto” involucrados en el proceso durante la restauración de Windsor.
“Supongo que tendrán que tener un comité de gustos para tomar decisiones incluso sobre las cosas más fundamentales, como qué aspecto tendrá la catedral, una vez restaurada”.
Otro episodio de ‘creación, destrucción y reparación’
El objetivo de la restauración no siempre es replicar el pasado. Los gustos y las tecnologías modernas pueden influir en cómo se vuelven a imaginar las estructuras dañadas. Tomemos, por ejemplo, la reciente restauración de Cutty Sark, una embarcación británica del siglo XIX, renovada a un costo de 50 millones de libras (65 millones de dólares) después de un incendio devastador. Una base de vidrio contemporánea, que alberga instalaciones modernas, se agregó a la base del barco, una atracción turística en Londres.
Las autoridades podrían desear ser fieles a las versiones anteriores de la catedral. Pero también es posible que Francia tome una nueva y audaz dirección respecto a uno de sus monumentos nacionales más emblemáticos.
“Estamos asumiendo, tal vez erróneamente, que la catedral se restaurará como estaba antes del incendio, pero esa no es la única manera”, dijo Riddington. “La catedral ha pasado por incendios en el pasado y ha sido reconstruida con diferentes estilos a lo largo de los años”.
De hecho, la aguja que se derrumbó el lunes por la noche era una ruptura con el pasado, ya que se había construido durante una restauración en el siglo XIX. Su diseñador, el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc, hizo su aguja más alta y más elaborada que una que había existido anteriormente.
Esa restauración también dio lugar a otros cambios significativos en la fachada y los interiores de la catedral.
“Notre Dame no es un edificio que haya quedado fosilizado en el tiempo”, dijo Foyle.” No ha permanecido estática desde principios del siglo XIII”
“No es algo que se haya conservado perfectamente y que se destruyó totalmente la noche anterior. Podríamos (en cambio) ver esto como un episodio traumático en la larga historia del ciclo de creación, destrucción y reparación. Sobrevivió a guerras, sobrevivió a los reformadores y creo que este será otro episodio”.
Las discusiones sin duda serán largas y emotivas cuando los involucrados intenten navegar a través de las difíciles fases de la restauración. Para Burton, es importante reconocer lo que sucedió a través del proceso y los nuevos diseños. “No queremos construir una réplica de Notre Dame para que se parezca a como se veía hace 800 años. Queremos respetar el hecho de que estuvo en un incendio y dejar rastros de eso, todo es parte de la historia del edificio”.
Artesanos calificados
Muchos obreros y artesanos calificados, incluidos albañiles, carpinteros y talladores, tendrán que ser reclutados para trabajar en este proyecto a gran escala.
John David, un maestro albañil con más de 45 años de experiencia, participó activamente en la restauración de York Minster, la catedral más grande de Gran Bretaña. La iglesia, una de las joyas góticas más grandes de Europa, sufrió graves daños en un incendio de 1984.
“Hoy escuché varias veces a gente diciendo: ‘ya no podemos hacer esto, no tenemos a los artesanos para hacerlo’. Los tenemos. Tenemos mucho y tenemos muchas personas que pueden capacitar a otras”.
Él ve una oportunidad para que Francia capacite a su próxima generación de trabajadores calificados.
“Necesitarán más personas, el trabajo no se hará muy rápido, quizás de 10 a 12 años”, dijo.” Es una oportunidad para que entrenen artesanos no solo para Notre Dame, sino para otros edificios y desastres. Este no será el último”.