CNNE 639374 - barr- la casa blanca coopero con todo lo necesario
Barr: No tenemos evidencia de que el presidente obstruyera la justicia
09:24 - Fuente: CNN

(CNN) – Es uno de los días más importantes en la memoria reciente en Washington, ya que se publicaron los resultados de la investigación del fiscal especial Robert Mueller, de casi dos años de duración, sobre la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016.

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Mira aquí la cobertura del informe Mueller. Lo estoy viendo y leyendo todo, desde la conferencia de prensa del secretario de Justicia, William Barr, el jueves por la mañana hasta todo el informe Mueller de casi 400 páginas.

A continuación, encontrarás mis conclusiones de este día tan asombroso en la capital de Estados Unidos. (Las claves se enumeran en orden cronológico, desde el comienzo hasta el final.)

Barr hizo MUCHO trabajo pesado para Trump

No fue, y no es claro para mí por qué sostuvo Barr una conferencia de prensa para discutir el informe antes de que nadie más que su equipo, la oficina del abogado de la Casa Blanca y los abogados personales del presidente Donald Trump lo leyeran. La razón obvia, y se hizo más y más obvia a medida que Barr hablaba, era que quería encuadrar el día con una luz decididamente pro-Trump. A veces, Barr sonaba como si estuviera citando casi al pie de letra la reacción del presidente sobre la investigación de Mueller. Por ejemplo:

“Así que eso es lo importante. Después de casi dos años de investigación, miles de citaciones y cientos de órdenes judiciales y entrevistas con testigos, el fiscal especial confirmó que el Gobierno ruso patrocinó esfuerzos para interferir ilegalmente en la elección presidencial de 2016, pero no encontró que la campaña de Trump u otros estadounidenses se confabularan en esos esquemas”.

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Una y otra vez, Barr dejó en claro que Trump y su Casa Blanca hacían todo lo posible para trabajar con la Oficina del Fiscal Especial (incluso cuando el presidente estaba atacando a Mueller y a su equipo en forma regular en Twitter). Barr notó que si bien había permitido que la Oficina del Abogado de la Casa Blanca y los abogados personales de Trump leyeran el informe, no se les ofreció la oportunidad de editar ninguna información, ni se lo habían pedido. Y sobre la cuestión del privilegio ejecutivo, Barr dijo esto: “Debido a que la Casa Blanca cooperó voluntariamente con la investigación del fiscal especial, partes significativas del informe contienen material sobre el cual el presidente podría haber hecho valer el privilegio. Y habría estado bien pues está dentro de sus derechos hacerlo “. Trump decidió no hacerlo.

No hay duda de que Barr hizo exactamente lo que Trump hubiera querido en esta conferencia de prensa. Destacó la falta de pruebas de colusión. Levantó alarmas sobre cómo Mueller definió los episodios de obstrucción (sobre esto profundizaré más adelante). Pintó a Trump como un compañero dispuesto con el fiscal especial, sin nada que ocultar. Era un guión que el mismo Trump no podría haber escrito mejor.

CNNE 639376 - barr- no hay evidencia de colusion de trump con rusia
Barr: Rusia intentó interferir en las elecciones de EE.UU.
04:36 - Fuente: CNN

La obstrucción será EL debate en el informe

Barr dijo que Mueller había informado sobre 10 casos potenciales de obstrucción de la investigación por parte de Trump. Pero inmediatamente trató de minimizar esos eventos al señalar que él y el vicesecretario de Justicia, Rod Rosenstein, quien estuvo a su lado en la conferencia de prensa con la mirada de un hombre a punto de enfrentarse a su verdugo, no estaban de acuerdo con cómo Mueller interpretó algunos de estos ejemplos de obstrucción.

William Bar, al frente, y Rod Rosenstein, al fondo.

“Aunque el vicesecretario de Justicia y yo no estábamos de acuerdo con algunas de las teorías legales del fiscal especial y consideramos que algunos de los episodios examinados no constituían una obstrucción como cuestión de derecho, no confiamos únicamente en eso para tomar nuestra decisión”, Barr dijo.

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Luego pasó a ofrecer una explicación de la conducta de Trump: lo presentó como alguien que se enfrenta a una “situación sin precedentes” en relación con la investigación que lo recibió casi tan pronto como ingresó a la Casa Blanca. “Como reconoce el informe del fiscal especial, hay pruebas sustanciales que demuestran que el presidente estaba frustrado y enojado por la creencia sincera de que la investigación estaba minando su presidencia, impulsada por sus opositores políticos y alimentada por filtraciones ilegales”, dijo Barr.

Lo que está sucediendo aquí es claro: 1) Barr ha leído el informe y es probable que sepa que el público no verá bien las obstrucciones en relación con el presidente y 2) Barr está ofreciendo una explicación, que probablemente utilizarán el presidente, sus aliados y los medios de comunicación conservadores, para saber por qué Trump actuó de la manera en que lo hizo con respecto a la investigación de Mueller. ¡Estaba siendo apuntado de una manera sin precedentes! ¡Hubo “implacable especulación en los medios de comunicación sobre la culpabilidad personal del presidente!” ¡Era, para no acuñar una frase, el tema de una caza de brujas!

Trump reaccionó como Trump

Si pensabas que el presidente podría estar desconectado hoy de las redes sociales, dejando la conversación en manos de sus abogados, Trump demostró, casi tan pronto como abrió los ojos esta mañana, que estabas equivocado.

“¡El mayor engaño político de todos los tiempos! Los crímenes fueron cometidos por los policías corruptos y sucios y por el CND y los demócratas”, escribió en Twitter después de las 7 de la mañana. Trump siguió ese tuit con esta gema de dos palabras: “ACOSO PRESIDENCIAL”. (Si te preguntas si las mayúsculas son mías o de él, bueno, quizás has estado viviendo en otro planeta durante los últimos dos años).

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Trump luego optó por una maratón de retuits del grupo conservador Judicial Watch antes de publicar un video de él diciendo “sin colusión” y luego un meme de “Game of Thrones” con las palabras “Game Over”, el juego terminó.

En un evento de Wounded Warrior, poco después de la publicación del informe, Trump dijo que “esto nunca debería sucederle a otro presidente, este engaño. Nunca debería sucederle a otro presidente”.

Trump es Trump y quién es esa persona equivale a una combinación de un presentador de programas de radio conservador, un trol en línea, un acosador (en línea y fuera de línea) y el político menos convencional que nadie haya visto nunca. Fue elegido para la Casa Blanca diciendo y haciendo cosas que ningún otro político, y muy pocas otras personas, dirían o harían. Y no se detendrá ahora: maldita sea el informe de Mueller.

“Sin colusión”, explicó

En el resumen ejecutivo de la parte de colusión del informe Mueller, la Oficina del Fiscal Especial llega directamente al meollo de la cuestión de la pregunta de colusión:

“Aunque la investigación estableció que el Gobierno ruso percibió que se beneficiaría de una presidencia de Trump y trabajó para asegurar ese resultado, y como la campaña (de Trump) esperaba beneficiarse electoralmente de la información robada y divulgada a través de los esfuerzos rusos, la investigación no estableció que los miembros de la campaña de Trump conspiraron o coordinaron con el Gobierno ruso sus actividades de interferencia electoral”.

Lo que Mueller descubrió entonces es que, aunque una de las partes (los rusos) trató de influir en la elección de Trump porque pensaron que sería mejor para sus intereses y la otra parte (la campaña de Trump) creyó que toda la basura que los rusos les dieron sobre Hillary Clinton aumentaría las posibilidades de ganar de Trump, no equivalía a conspiración o coordinación (“colusión” no es un término legal) porque las dos partes operaban de forma independiente.

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Mientras que Trump y su equipo estaban felices de obtener información negativa sobre Clinton, no le pidieron expresamente a los rusos que los buscaran. Y mientras que los rusos querían que Trump ganara para sus propios propósitos egoístas, no comunicaron ese deseo al candidato o su círculo íntimo con la oferta de información perjudicial.

La clave, al menos para Mueller, es que mientras ocurría todo esto, nunca hubo un acuerdo expreso entre las dos partes de que el Gobierno ruso trabajaría para influir en la elección para ayudar a Trump y que Trump agradecería tal esfuerzo.