(CNN Business) – Los robots están mejorando al realizar trabajos humanos. Probablemente sea bueno para la economía, pero también hay algunas desventajas graves.
Se espera que las máquinas desplacen cerca de 20 millones de empleos de fabricación en todo el mundo durante la próxima década, de acuerdo con un informe publicado el miércoles por Oxford Economics, una firma global de análisis cuantitativo y de predicción.
Eso significa que alrededor del 8,5% de la fuerza laboral de fabricación global podría ser desplazada por robots. El informe también señala que el cambio a robots tiende a generar nuevos empleos tan rápido como los automatiza, sin embargo, podría contribuir a la desigualdad de ingresos.
El uso de robots está en aumento: en este punto, cada robot nuevo que se instala desplaza a un promedio de 1,6 trabajadores de fabricación, según el modelo de Oxford Economics.
La automatización no es una nueva tendencia en la fabricación, por supuesto. La industria automotriz, por ejemplo, utilizó el 43% de los robots en el mundo en 2016.
Pero los robots se están volviendo más baratos que muchos trabajadores humanos, en parte debido a la caída de los costos de las máquinas. El precio unitario promedio por robot ha caído un 11% entre 2011 y 2016, según Oxford Economics. Y son cada vez más capaces de funcionar en procesos más sofisticados y contextos variados. Además de eso, la demanda de productos manufacturados está aumentando.
China presenta una gran oportunidad para crecer en automatización. Ese país ya representa una quinta parte de los robots industriales del mundo, una de cada tres se instala allí. Beijing “está invirtiendo en robots para posicionarse como el líder mundial de fabricación”, dijo Oxford Economics. Para 2030, unos 14 millones de robots podrían estar trabajando en China, “empequeñeciendo” al resto del mundo, según Oxford.
El efecto en la producción económica podría ser tremendo. Oxford Economics estima que aumentar las instalaciones de robots a un 30% por encima del pronóstico de crecimiento actual, para 2030, llevaría a ese año a un aumento de 5,3% en el PIB global, o 4.900 billones de dólares. Eso es más que el tamaño proyectado del PIB de Alemania para ese año.
Entonces, ¿por qué no amarlos? Los robots aumentarán la productividad y el crecimiento económico, así como estimularán las industrias que aún no existen. Pero Oxford Economics también advierte que serán gravemente perjudiciales.
Mira: Robots en las tiendas Walmart: ¿oportunidad o peligro para los trabajos?
La automatización podría llevar a la desigualdad
Una desventaja potencial de la revolución del robot: la automatización podría aumentar la desigualdad de ingresos.
“Este gran desplazamiento no se distribuirá de manera uniforme en todo el mundo o dentro de los países”, según el informe. “Nuestra investigación muestra que los efectos negativos de la robotización se sienten de manera desproporcionada en las regiones de bajos ingresos en comparación con las regiones de mayores ingresos del mismo país”.
Los trabajadores que impulsan el conocimiento y la innovación dentro de la industria manufacturera tienden a concentrarse en ciudades más grandes, y esas habilidades son más difíciles de automatizar. Es por eso que las áreas urbanas lidiarán mejor con el aumento de la automatización, según el informe.
En general, el mayor uso de la automatización probablemente creará nuevos empleos a un ritmo comparable al de los empleos que se perderán, lo que anula los temores sobre la destrucción permanente de empleos, según el estudio de Oxford. Dicho esto, las regiones más pobres que se espera que pierdan la mayoría de los puestos de trabajo probablemente no se beneficiarán por igual de esta nueva creación de empleos debido a una brecha en las habilidades. Esto conducirá a una mayor desigualdad de ingresos entre las ciudades y las zonas rurales, así como entre las regiones.
“La automatización continuará impulsando la polarización regional en muchas de las economías avanzadas del mundo, distribuyendo de manera desigual los beneficios y los costos entre la población”, señala el informe.
Para los responsables de las políticas, esto significa que tendrán que pensar en cómo la mayor eficiencia se mantendrá en contra del efecto sobre la desigualdad de ingresos. Algunos ya han incorporado la automatización en sus plataformas políticas. El senador de Vermont, Bernie Sanders, que se postula para la candidatura demócrata a presidente, dijo recientemente que estaba preocupado por lo que la inteligencia artificial y la robótica “significarán para los trabajadores de este país”, por ejemplo.
“Necesitamos tener una larga discusión para asegurarnos de que millones de trabajadores no sean expulsados en la calle debido a la robótica”, dijo durante un foro de CNN en febrero. De acuerdo con Oxford Economics, en Estados Unidos, los estados más vulnerables son Oregon, Louisiana, Texas, Indiana y Carolina del Norte. Esto se debe a que esos estados dependen de los trabajos de fabricación que podrían desaparecer debido a los robots.
En Oregón, por ejemplo, “una alta dependencia de la fabricación … y la exposición del estado a sectores competitivos a nivel mundial, significa que sus trabajadores son vulnerables al rápido progreso tecnológico”, según el estudio de Oxford.
En el extremo opuesto del espectro, Hawaii, la capital, Washington; Nevada, Florida y Vermont verán el menor impacto del aumento de la robotización. La fabricación juega un papel más pequeño en esos lugares.