Londres (CNN Business) – Ikea cerrará su única fábrica de muebles en Estados Unidos.
La compañía sueca finalizará la producción este diciembre en su planta en Danville, Virginia. Las operaciones se moverán a Europa, donde la compañía dice que puede reducir costos.
“Hicimos todos los esfuerzos para mejorar y mantener la competitividad de esta planta, pero desafortunadamente no existen las condiciones de costo adecuadas para continuar la producción en Danville”, dijo el gerente del sitio, Bert Eades, en un comunicado.
La instalación de Danville, que abrió sus puertas en 2008, emplea a 300 trabajadores. Los productos de madera, incluidos estantes y unidades de almacenamiento, se fabrican en la planta.
Al justificar su decisión, Ikea señaló que los precios de las materias primas eran más altos en Estados Unidos que en Europa. Ikea opera plantas en países europeos, incluyendo Polonia, Rusia y Suecia.
El senador Tim Kaine, un demócrata de Virginia, tuiteó en 2018 que los trabajadores de la planta de Danville estaban preocupados por cómo los aranceles de Trump afectarían los costos. Kaine dijo que la planta importa muchas materias primas.
Desde que Kaine visitó la planta, el gobierno del presidente Donald Trump impuso aranceles a las importaciones de aglomerado de China, un material común de Ikea.
Ikea dijo el martes que la decisión de cerrar la planta no estaba relacionada con los aranceles. Dijo que el aglomerado utilizado en la planta de Danville se les compra a proveedores de Estados Unidos.
Ikea posee instalaciones de fabricación en nueve países, empleando a aproximadamente 20.000 personas.
Un cambio reciente en la estrategia de venta minorista de Ikea para adaptarse al crecimiento de las compras en línea ha llevado a recortes de empleos en otras partes del negocio.
La compañía ha estado invirtiendo en servicios pedidos en línea y centros digitales, y en 2017 compró TaskRabbit, un mercado en línea para encontrar trabajadores de conciertos. También ha estado abriendo tiendas más pequeñas en las grandes ciudades para atraer a compradores más jóvenes.
Ingka Group, el holding sueco que posee y opera la mayoría de las tiendas de Ikea, dijo el año pasado que despedirá a unos 7.500 empleados, o el 5% de su fuerza laboral global, y que construirá 30 tiendas más pequeñas en las principales ciudades del mundo en el próximos años.
La compañía dijo que en última instancia podría crear 11.500 empleos como resultado de este cambio.