(CNN) – Cuando se le pidió a un estudiante de medicina de Oregon que donara esperma en 1989, se le prometió que solo nacerían cinco hijos, todos en el otro lado del país, según una demanda que alega que una clínica violó el acuerdo al permitir el nacimiento de al menos 17 bebés, entre otras presuntas violaciones.
Bryce Cleary, ahora médico, afirma en su demanda por 5,25 millones de dólares que la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón no se adhirió a lo estipulado sobre que su esperma solo podría ser utilizado por mujeres que viven en la costa este. El resultado, según la demanda: la mayoría, si no todos, de los 17 bebés nacieron en Oregón, y algunos de los niños fueron a las mismas escuelas, iglesias o funciones sociales que sus medios hermanos sin saber que estaban relacionados.
Cleary afirma que es víctima de fraude y ha sufrido angustia emocional desde que se enteró de los nacimientos.
“Quería ayudar a las personas que luchan contra la infertilidad y tenía fe en que la universidad actuaría de manera responsable y cumpliría sus promesas”, dijo Cleary en la conferencia de prensa. “Recientemente me di cuenta de que estas promesas eran una mentira”.
“La universidad trata cualquier acusación de mala conducta con la gravedad que merece”, dijo Tamara Hargens-Bradley, portavoz de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón, en un comunicado. Añadió que la institución no puede comentar sobre el caso debido a las obligaciones de confidencialidad del paciente.
Cleary, quien tiene tres hijos y una hija adoptiva junto con su esposa, se enteró de los otros niños cuando dos de ellos lo contactaron en marzo de 2018. Buscando a su padre biológico, usaron Ancestry.com e “información específica y sustantiva “de la clínica de fertilidad para identificarlo a él y a otros hermanos.
Cleary luego envió su propio ADN a Ancestry.com y eso llevó al descubrimiento de que tenía al menos 17 hijos nacidos a través de sus donaciones de esperma, según la demanda.
‘Sabía que algo estaba mal’
“Cuando llegaron los resultados, supe que algo estaba mal”, dijo Cleary. “Hubo cuatro resultados iguales instantáneos y las probabilidades de que eso ocurriera no eran razonables”.
“Parece que la universidad realmente no tuvo en cuenta el hecho de que estaban creando humanos”, dijo en la conferencia de prensa Allysen Allee, de 25 años, quien fue concebida con el esperma donado de Cleary. “Fueron imprudentes con esto y parece que solo se trataba de números y dinero para ellos”.
Cleary donó esperma en la universidad después de que la clínica de fertilidad del hospital lo alentó a él y a sus compañeros de clase a participar en un programa de investigación, según la demanda. Cleary alega que la universidad le aseguró que el esperma se usaría para investigación o tratamientos de fertilidad, o ambos.
Debido a que la clínica no conservó registros de dónde se envió y usó el esperma fuera del estado y la región, “es imposible descubrir cuántos de los niños nacidos de las donaciones del demandante residen en Oregon, Estados Unidos, y / o el mundo”, afirma la demanda.