IMAGEN DE ARCHIVO. Sacaba, Chapare, Cochabamba el 19 de noviembre de 2019.

(CNN Español) – El gobierno de Bolivia condenó la expulsión de un contingente de policías que llegó este jueves a la zona del Chapare en el trópico de Cochabamba para realizar tareas de seguridad y hacer cumplir la cuarentena determinada por el Ejecutivo en la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus, y fue expulsado de esa región con violencia por grupos de cocaleros la noche de este jueves.

Los policías que estaban en misión de dar seguridad a la población, no utilizaron ningún tipo de armamento ni tampoco agentes químicos para evitar que se incrementara la violencia, según los ministros de Gobierno, Arturo Murillo, y de Defensa, Fernando López, quienes repudiaron los hechos.

López aseguró que “las Fuerzas Armadas son solidarias con la Policía Nacional. Repudiamos y rechazamos estos actos de violencia, pero alineados con el trabajo que se ha ido desarrollando seguiremos cuidando la vida de todos los bolivianos”.

Murillo responsabilizó a los dirigentes cocaleros y algunos alcaldes de la región afines al expresidente Evo Morales por la violencia generada contra los policías, y anunció que tomarán medidas legales contra los responsables de la violencia y la vulneración de la cuarentena sanitaria contra el covid-19.

“Estos delincuentes han arriesgado a su población generando aglomeración de personas, han querido flagelar a policías y esto obviamente no vamos a permitir. El Comando de la Policía se está querellando y ordené también que el Ministerio de Gobierno haga las denuncias penales correspondientes”, afirmó el titular de Gobierno.

Los hechos de violencia se registraron en la población de Shinahota, horas después de que la dirigencia del sector cocalero, a través de Homar Claros, secretario general de la Federación del Trópico de Cochabamba, diera un ultimátum de 24 horas a la policía para abandonar esa región porque consideran que su llegada no fue consensuada con ese sector.

Claros afirmó que están “dolidos” por lo sucedido en noviembre de 2019 durante la crisis social y política que vivió Bolivia, cuando la población bloqueó durante 21 días la entrada a varias ciudades, provocando que la cúpula militar le pidiera la renuncia al entonces presidente Evo Morales el 11 de noviembre de 2019.

El dirigente cocalero aclaró también “que las bases presionan a los dirigentes y autoridades municipales de esa zona para que los policías no permanezcan allí”.

El vicepresidente de las 7 federaciones, Andrónico Rodríguez, dijo este viernes, a través de la radio cocalera Kawsachun Coca, que la expulsión de policías fue producto de una reacción “espontánea y natural” de la población y que no fue promovida por los dirigentes urbanos o comités cívicos de barrio, y mucho menos de los sindicatos o federaciones del sector.

El dirigente responsabilizó a la Policía por lo sucedido y dijo que debió coordinar su ingreso a la zona del Chapare a través de las Fuerzas Armadas con las federaciones y los alcaldes.

Por su parte, las autoridades aseguraron que no permitirán que se intente reactivar la violencia en esa zona.