CNNE 826127 - la encrucijada de brasil para combatir el covid-19
Brasil es el país con más infectados de covid-19 en Latinoamérica, pero no se pone de acuerdo
02:28 - Fuente: CNN

Sao Paulo (CNN) – Las torres de vidrio en el distrito financiero de Sao Paulo están apagadas, los bares cerrados y los restaurantes abiertos solo para entrega. Pero en las afueras de la ciudad, los residentes dicen que no pueden darse el lujo de dejar de trabajar, incluso si eso significa arriesgar sus vidas.

“Si te quedas en casa, morirás de hambre”, dijo Dejair Batista, propietaria de una peluquería en Brasilandia, una de las favelas más grandes y más letales en términos de muertes por covid-19, según la Secretaría Municipal de Salud de Sao Paulo. Hasta el momento, más de 120 de sus residentes han muerto por complicaciones relacionadas con el coronavirus, según las autoridades.

En general, Brasil es el país más afectado de América Latina, con el número de casos confirmados de covid-19 aumentando a miles cada día. El número de muertos superó los 12.000 con más de 177.000 casos confirmados, según los funcionarios de salud. Casi 4.000 de las muertes se han registrado en el estado de Sao Paulo.

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El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha desestimado repetidamente el covid-19 calificándolo como una “pequeña gripe” e instó a las empresas a reabrir incluso cuando muchos gobernadores se esfuerzan por implementar medidas de aislamiento social y frenar su propagación. Sao Paulo ha estado en cuarentena desde marzo.

Vista aérea de Brasilandia, el 10 de mayo, en Sao Paulo.

En una tarde reciente, Batista abrió la puerta corrediza de metal de su salón, se puso una máscara y gritó a los clientes potenciales que estaba abierto, desafiando una orden estatal de cerrar todos los negocios, excepto los esenciales.

“Si pudiera elegir, me quedaría en casa. Pero tengo que salir, no hay otra manera”, dijo Batista, explicando que sostiene a su hermana y su sobrina. “Estoy atrasada en todas mis facturas, del mes pasado, de este mes”.

Brasilandia, construida en las colinas en la parte norte de Sao Paulo, es el hogar de más de 260.000 personas. En total, según el censo oficial, más del 11% de los residentes de la ciudad viven en favelas y muchos de ellos trabajan en la economía informal que ha desaparecido en gran medida durante la crisis por la pandemia de coronavirus.

Residentes esperan las donaciones de comida organizadas por la ONG Kapadocia Institute para familias pobres en Brasilandia, el 1 de mayo de 2020.

Nair Barbosa limpiaba casas, pero fue despedida cuando la familia para la que trabajaba comenzó el confinamiento en casa. Ella se inscribió en el beneficio federal temporal de desempleo por un valor de US$ 100 al mes y esperó en una fila llena de gente, con otros residentes, durante más de una hora en la oficina de la agencia gubernamental, en Brasilandia, para recoger su primer cheque. Salió con las manos vacías.

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“El sistema falló”, dijo. “Tuve que irme a casa y volver más tarde hoy”.

Según el secretario de Salud de Sao Paulo, Edson Aparecido, aunque los viajeros adinerados que regresaron de sus vacaciones en Italia y las pistas de esquí de Colorado trajeron el coronavirus a Brasil, los pobres serán los más afectados.

“Donde la gente está muriendo es en las afueras de la ciudad. Es por eso que el aislamiento social es tan importante”, dijo Aparecido.

Pero, como con muchas de las favelas, el aislamiento social es muy difícil en Brasilandia. Muchas generaciones se empaquetan bajo un mismo techo y hay pocos parques públicos u otros espacios públicos. Para el cuidado de la salud, hay clínicas, pero no grandes hospitales.

“Comenzó como el llamado virus importado por personas que viven en mejores condiciones”, dijo Aparecido. “Pero ahora que se ha ido a las periferias, puedes ver lo que está sucediendo”.