(CNN Español) – La pandemia del coronavirus ha tenido efectos mixtos en el comportamiento de las cifras de violencia en Colombia. En estos dos meses de confinamiento, se ha registrado la tasa de homicidios más baja de los últimos 46 años, según datos entregados este lunes por el Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo (Siedco) de la Policía Nacional.
Un dato que no es menor en un país que vivió un conflicto armado de más de 50 años que, según el Centro de Memoria Histórica, dejó unas 5,7 millones de víctimas de desplazamiento forzado. Entre ellas 220.000 muertos, unos 25.000 desaparecidos y al menos 30.000 secuestrados.
“Desde 1.974 no se registraba en Colombia una tasa de homicidios tan baja como la obtenida en estos dos meses de cuarentena”, reveló la Policía Nacional al hacer un balance del confinamiento obligatorio que comenzó el 24 de marzo en todo el país y que, después de 3 extensiones, durará hasta el 31 de mayo.
La fecha que más evidenció el impacto de la cuarentena en la tasa de homicidios fue el domingo 10 de mayo, cuando se celebró el Día de la Madre. Generalmente el segundo fin de semana de mayo es una de las fechas con más muertes violentas en todo el año en Colombia. Ese fin de semana, según cifras de la Policía, se registraron 85 homicidios, 54 menos que los perpetrados en la misma fecha de 2019. Es decir, una disminución del 39%. Aún así, ese domingo ha sido uno de los días con más muertes violentas durante el confinamiento. El promedio diario estaba en 17 homicidios y el Día de la Madre fue de 32 en todo el país.
Pero hay fenómenos violentos que siguen siendo muy preocupantes, especialmente el asesinato de líderes sociales. Aún en medio de la pandemia de covid-19 el homicidio de estos defensores de derechos humanos y comunales creció en 53% en el primer cuatrimestre respecto al mismo período de 2019, según cifras de la Fundación Ideas para la Paz (FIP). Según esta organización no gubernamental, entre enero y abril de este año han sido asesinados 49 líderes sociales. El mismo informe sostiene que al menos 21 excombatientes de la desmovilizada guerrilla de las FARC han sido asesinados en ese mismo periodo.
Una situación que ha sido también denunciada por la Defensoría del Pueblo, la oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y otros organismos internacionales. El Gobierno del presidente Iván Duque, por medio del ministro de la Defensa Carlos Holmes Trujillo, ha dicho que se han reforzado las medidas de seguridad para estos líderes sociales, que las muertes están ocurriendo, principalmente, en zonas de conflicto por el control de los cultivos ilícitos como los departamentos del Cauca y Nariño -en el sur del país- y que los principales responsables son grupos armados ilegales como las disidencias de las FARC y la guerrilla del ELN.
Otro efecto negativo de la cuarentena ha sido el incremento de la violencia intrafamiliar. Según el Observatorio Colombiano para las Mujeres de la Vicepresidencia de la República, entre el 25 de marzo y el 11 de abril se recibieron 1.674 reportes de violencia intrafamiliar, unos 982 casos más que en el mismo periodo del año anterior. El Gobierno nacional y las autoridades locales han intensificado las campañas para que las víctimas denuncien a sus agresores porque se estima que hay un gran subregistro por las dificultades de movilización y la intimidación que tienen en sus hogares quienes son maltratados.
Varios analistas consultados por CNN coinciden en que el verdadero balance de los efectos sociales del coronavirus se verá a mediano plazo por las consecuencias del desempleo, la inseguridad y el aumento del reclutamiento de los grupos armados ilegales y al servicio del narcotráfico.