El primer ministro pakistaní, Yousuf Raza Gilani, rechazó las acusaciones de que su gobierno falló al perseguir adecuadamente al terrorista más buscado del mundo, al dirigir su primer mensaje al parlamento desde la muerte de Osama bin Laden.

El discurso llegó en medio de reportes que sugieren una filtración del nombre de un agente de la CIA en Pakistán. Medios de información paquistaníes nombraron a un hombre que identificaron como jefe de estación de la CIA. Pero un alto oficial de inteligencia pakistaní dijo que el nombre era incorrecto y que no sabía de dónde lo habían sacado. “Si fuéramos a soltar el nombre, soltaríamos el correcto”, dijo el oficial.

Un oficial estadounidense dijo que “no hay un plan de momento para traer a casa al actual jefe de estación” en Pakistán.

Gilani se refirió a la muerte de bin Laden como “justicia cumplida”, pese que a repetidamente atacó la violación de Estados Unidos a la “soberanía” pakistaní en la conducción de la operación sin el conocimiento o involucramiento del gobierno del país.

“Los alegatos de complicidad o incompetencia son absurdos”, dijo Gilani, en referencia a sugerencias de algunos oficiales estadounidenses de que dentro del gobierno pakistaní o entre los militares podría haber algunos que ayudaron a proteger a bin Laden o fallaron al buscarlo.

“Rechazamos enfáticamente tales acusaciones. Los discursos especulativos que son del dominio público están hechos para crear abatimiento. No dejaremos que nuestros detractores tengan éxito en responsabilizarnos de sus fallas y errores de omisión e involucrarnos en un juego de culpas que estigamatice a Pakistán”.

Bin Laden fue encontrado en un complejo en Abbottabad, una ciudad con mucha presencia militar, no tan alejada de Islamabad, un lugar de montañas remotas y cuevas que tanto oficiales pakistaníes como estadounidenses dijeron era en donde se escondía.

Gilani también ha insistido en que la respuesta de Pakistán a la llegada inesperada de fuerzas de Estados Unidos en una operación nocturna merece reconocimiento. “La fuerza aérea recibió órdenes de disiparse. Las unidades terrestres llegaron a la escena rápidamente. Nuestra respuesta demuestra que nuestras fuerzas armadas reaccionaron como se esperaba de ellas”. Aún así, añadió “no podemos negar la habilidad tecnológica de Estados Unidos al evadir nuestros radares”.

“Cualquier ataque en contra de los activos estratégicos de forma encubierta o de manera abierta encontrará una respuesta adecuada”, dijo Gilani. “Pakistán se reserva el derecho de tomar represalias con toda su fuerza. Nadie debería subestimar la resolución y capacidad de nuestra nación y fuerzas armadas para defender nuestra tierra sagrada”.

“El unilateralismo corre el riesgo inherente de consecuencias serias”, dijo Gilani en un discurso airado, que fue interrumpido frecuentemente por aplausos de algunos legisladores. “Supongan que la operación hubiera salido mal”.

De todas formas, dijo Gilani, “Pakistán le da mucha importancia a sus relaciones con Estados Unidos. Tenemos una asociación estratégica que creemos sirve a intereses mutuos. Está basada en respeto y confianza mutua”. Y las últimas discusiones con Estados Unidos “han sido buenas, productivas y francas”.

Gilani también señaló que iniciará una investigación de la presencia de bin Laden en Abbottabad.

El presidente Barack Obama dijo que bin Laden probablemente tenía un grupo de simpatizantes dentro de Pakistán que lo ayudaron a estar seguro por años, pese a la cacería internacional liderada por Estados Unidos, la cual se extendió por casi una década con la aparente ayuda de Islamabad.

En entrevista con el programa de CBS 60 minutos, que estuvo al aire el domingo en la noche, Obama dijo: “Creemos que tuvo que haber habido alguna red de ayuda par Bin Laden dentro de Pakistán. Pero no sabemos quién o qué red fue”.

El presidente dijo que funcionarios de Estados Unidos “no saben si hubo gente dentro del gobierno o fuera del gobierno, y eso es algo que tenemos que investigar”.

“Aún más importante”, añadió, “el gobierno pakistaní debe investigarlo”.

En la entrevista Obama también dijo que valieron la pena los riesgos de mandar a tropas estadounidenses a una misión peligrosa para atrapar a bin Laden, aunque no estaban seguros si el líder de Al-Qaeda estaba en el complejo.

Altos oficiales insisten en que Pakistán permanece como un aliado crítico de Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo, pero exigen respuestas a preguntas inquietantes acerca de la presencia de bin Laden en ese país en los últimos seis años.