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Era tosca, de un odioso color marrón, y, según los estándares actuales, ridículamente débil.

Estaba limitada a 64 kilobytes de memoria, más o menos el equivalente de un correo electrónico largo.

Y sin embargo, hace 25 años, casi todo el mundo parecía tener una.

Fue la Commodore 64, una máquina de 8 bits producida masivamente, la que llevó a la computación personal al hogar de millones de usuarios a mediados de 1980. La gente utilizaba su C64, como se les conocía, para todo, desde funciones básicas de oficina hasta juegos primitivos como Misión Imposible.

Commodore vendió más de 17 millones de sus sistemas de C64, de acuerdo con la compañía. El Libro Guinness de Récords Mundiales enumeró a la Commodore 64 como el modelo de computadora más vendido de todos los tiempos.

“Pasé horas y horas escribiendo pequeños programas para mis hijos que entonces eran muy chicos… días felices”, escribió Ian Mumby el mes pasado en una página de Facebook acerca de Commodore 64. “Todavía tengo la C64 en el desván, quizás tenga que sacarla y ponerme a jugar”.

Ahora, casi tres décadas después de su debut en 1982, la Commodore 64 está haciendo una reaparición. La compañía que la fabricaba, Commodore International, se declaró en quiebra en 1994. Pero un equipo resucitado, Commodore USA, planea lanzar este mes una línea de computadoras Commodore de aspecto retro que tengan componentes modernos en su interior.

En el exterior, estas “computadoras de teclado” autónomas se verán como lo hacían cuando Ronald Reagan estaba en la Casa Blanca y Miami Vice coloreaba de tonos pastel el televisor. Sin embargo, bajo la cubierta, todo estará muy actualizado.

El nuevo hardware de la Commodore 64 incluye un procesador Atom dual-core de 1,8 GHz, un conjunto de chips gráficos Nvidia Ion2, hasta 4 GB de RAM y una salida HDMI para la visualización del escritorio en un televisor. También cuenta con conectividad USB, un lector de tarjetas de memoria multiformato y capacidad Wi-Fi.

Los precios comienzan en 595 dólares. Un monitor y un ratón son vendidos por separado. Las pre-ventas están en marcha y la firma ha prometido entregar la Commodore a principios de junio.

El titular y presidente ejecutivo de Commodore USA, Barry Altman, dijo que buscó a los dueños de la extinta marca Commodore y adquirió las licencias para el nombre. Él no planeaba reproducir un modelo de Commodore 64 en un principio, pero cambió de opinión después de haber sido inundado con peticiones en su sitio web.

Altman, cuya renacida compañía Commodore tiene su sede en Fort Lauderdale, Florida, comenzó a tomar pedidos anticipados en el sitio el 5 de abril y se sorprendió por la respuesta.

“La demanda de esta unidad es a nivel mundial. Es muy, muy superior a nuestras expectativas”, aseguró Altman a CNN. Dijo que cerca de 20,000 modelos fueron ordenados en cada uno de los primeros días que salió a la venta a principios de abril.

“Debido a que es tan retro, es incluso popular entre los niños que no habían nacido aún cuando la 64 (original) estaba de moda”, dijo.

La C64 fue ampliamente popular debido a que tenía más memoria y era mucho más barata que los modelos comparables de IBM y Apple. También podía ser conectada a casi cualquier televisión ordinaria, que servía como un monitor.

Altman dijo que su investigación mostró un reconocimiento de marca del 87% para la Commodore 64, una puntuación notable para un modelo que ha estado fuera del mercado durante 17 años.

Las opciones van desde una carcasa de plástico estilo clásico por 250 dólares para los que quieren insertar su propia tarjeta madre y unidad de disco duro, hasta un sistema completamente integrado Ultimate con 1 TB de espacio de almacenamiento y una unidad Blu-ray, por 895 dólares.

La histórica línea Commodore VIC de computadoras personales de 8 bits también está recibiendo una revisión. Y Altman promete una nueva línea de computadoras basadas en la popular marca Commodore Amiga que también saldrá a la venta pronto.

Replicar la apariencia de las máquinas originales Commodore 64 fue una “tarea monumental”, dijo. Para conseguir el color marrón característico correcto, Altman tuvo que enviar muestras a un laboratorio para ser analizado y reproducido.

“Ese color original —marrón, beige, café o como quieras llamarlo— debe haber sido diseñado por un extraterrestre”, dijo.

La Commodore 64 original puede evocar recuerdos de millones de ex adolescentes amantes de los videojuegos en maquinitas. Pero, ¿será suficiente su pasado y su aspecto tosco para atraer a los usuarios de computadoras de hoy, que han sido educados en los estilos elegantes y pulidas interfaces de los dispositivos de Apple?

Si Altman está preocupado por eso, no lo dice.

“Yo fui sorprendido por el alcance (del interés). La nostalgia es una cosa enorme. Hay una cantidad tremenda de personas que fueron educadas por el Commodore 64”, dijo a CNN.