El presidente Barack Obama pidió este martes que los inmigrantes en Estados Unidos salgan de “las sombras”, durante un discurso en El Paso, Texas, con el que relanzó el esfuerzo de su administración por lograr una reforma migratoria.

El discurso de Obama desde la frontera con México ocurre luego de una serie de reuniones con importantes funcionarios latinos y defensores de la reforma que no pudo ganar la aprobación del Congreso el año pasado.

“Hoy se estima que hay 11 millones de inmigrantes indocumentados en los Estados Unidos. Algunos cruzaron la frontera ilegalmente. Otros violaron las leyes permaneciendo en el país durante más tiempo de lo que permiten sus visas. Sin importar como llegaron, la gran mayoría de esas personas sólo intentan lograr una mejor forma de vida que ofrecerle a sus familias”, afirmó Obama.

“Pero rompieron las reglas, y se pasaron a la parte delantera de la fila. Y la verdad es que la presencia de tantos inmigrantes ilegales hace difícil el proceso para aquellos que intentan migrar legalmente,” afirmó.

El presidente dijo que Estados Unidos es una nación de migrantes, y puso de ejemplo a Einstein, los diseños del arquitecto I.M. Pei, y las historias de Isaac Asimov, así como todas las industrias forjadas por Andrew Carnegie, un empresario escocés que erigió un imperio metalúrgico en Pittsburgh.

“Eso es lo que promete este país, que cada uno puede escribir el próximo capítulo de nuestra historia. No importa de donde vengan”, aseguró Obama.

El presidente citó la preocupación sobre la seguridad en la frontera como uno de los principales obstáculos para aprobar la reforma migratoria, pero aseguró que esto ya no es una excusa, debido a que en los últimos años se ha doblado el número de agentes de la Patrulla Fronteriza, y se ha completado una valla en la zona limítrofe con México.

Debido al incremento de efectivos en la frontera, Obama afirmó que durante los últimos dos años y medio se han asegurado 31% más drogas, 75% más dinero ilícito y 64% más armas.

Para lograr el orden migratorio, Obama citó varios puntos que incluyen castigar a las empresas que explotan a los indocumentados, y que quienes ingresaron ilegalmente a Estados Unidos acepten que violaron la ley, paguen impuestos, una multa, y aprendan inglés. “Se tienen que someter a los controles de antecedentes y a un largo proceso antes de que puedan ponerse en línea para la legalización,” dijo Obama.

Además, el presidente se pronunció por darle a las granjas formas legales para contratar a trabajadores, y que quienes ya se encuentran trabajando, obtengan un estatus legal.

Obama también se pronunció por que se apruebe en el Congreso la DREAM Act(Development, Relief and Education of Alien Minors) , que ofrece un camino a la ciudadanía a algunos inmigrantes indocumentados que ingresaron a Estados Unidos cuando eran menores de edad.

“En Estados Unidos, todo es posible”, afirmó Obama, y puso de ejemplo a José Hernández, astronauta de padres mexicanos, que se crió en los campos de California, recolectando vegetales.

“Por eso es por lo que estamos luchando. Estamos luchando por cada niño y niña como José, con un sueño y un potencial a la espera de ser explotado,” agregó.