Estados Unidos apoyará los intentos de reforma en los países del Medio Oriente y el norte de Africa, incluidas las “transiciones hacia la democracia”, anunció este jueves el presidente Barack Obama.
En un discurso en el Departamento de Estado en el que delineó sus políticas para la región, el mandatario dijo que esto abre un “nuevo capítulo en la diplomacia estadounidense”.
Obama se refirió a las recientes revueltas populares en Egipto, Túnez, Libia y otros países. “Los acontecimientos de los últimos seis meses demuestran que las estrategias de opresión y de distracción ya no funcionan”, dijo.
Los pueblos de la región “han tomado en sus manos su propio destino”, agregó.
Pero el presidente destacó que esos cambios necesitan tiempo, “y pasarán años antes de que esta historia llegue a su fin”.
Obama señaló que hay que darle la vuelta a la “creciente espiral de división entre Estados Unidos y el mundo árabe” y acusó a Irán de hipocresía por apoyar públicamente las protestas en el mundo árabe después de reprimir violentamente las que ocurrieron dentro del país.
Pero una buena parte del discurso se centró en el conflicto palestino-israelí. “Las fronteras entre Israel y Palestina deben basarse en las líneas de 1967 mutuamente acordadas, para que puedan establecerse fronteras seguras y reconocidas para ambos estados”, dijo el presidente.
“La retirada completa y escalonada” de las fuerzas israelíes de la Ribera Occidental sólo puede ir acompañada de una prueba por parte del estado palestino de que puede evitar los ataques contra Israel, agregó.
También dijo que Estados Unidos seguirá siendo amigo de Israel, y que la ocupación deberá terminar para que se pueda cumplir el “sueño de un estado judío democrático”.
“El pueblo palestino debe tener el derecho a auto-gobernarse y alcanzar su pleno potencial, en un estado soberano contiguo”, dijo Obama.