Nota del editor: El experto en tráfico, Siddharth Kara, es profesor de Harvard y autor del galardonado libro “Sex Trafficking: Inside the Business of Modern Slavery”. Durante más de 15 años, ha viajado alrededor del mundo para investigar la esclavitud moderna, entrevistando a miles de esclavos actuales, así como a quienes alguna vez lo fueron. Kara también asesora a la ONU y a gobiernos en el desarrollo de investigaciones y políticas para combatir la esclavitud.
Un esclavo por endeudamiento en Bengala Occidental, llamado Haresh, me contó en alguna ocasión que tramitó un préstamo de aproximadamente 110 dólares con el terrateniente local para casarse con su amada esposa, Sarika.
Dos décadas después, Haresh me dijo: “Mi familia entera está endeudada todavía con el terrateniente. Sarika y yo trabajamos las tierras, mis hijos y sus esposas trabajan en los hornos de ladrillos. No hay forma de saldar estas deudas. Sólo seremos libres cuando nos muramos ”.
Haresh no tenía idea de lo que implicaban sus deudas. Desde su préstamo inicial, había recibido varios préstamos del mismo terrateniente para gastos básicos como medicinas, reparaciones de su cabaña y otras cosas.
También le cobraron un interés que excedía el 100% anual.
En la miseria y desolado, Haresh no pudo tener acceso a ninguna otra fuente de crédito. Él y su familia fueron obligados a trabajar 14 horas o más al día por el terrateniente, casi todos los días del año con apenas suficiente agua y comida para sobrevivir.
La historia de Haresh es un ejemplo de millones de esclavos por endeudamiento en todo el sur de Asia. Al igual que Haresh, muchos de estos esclavos han cargado con sus deudas durante gran parte de sus vidas. Algunos han entrado y salido de las mismas en varias ocasiones.
Asimismo, hay quienes entran y salen de este esquema cada año en industrias de temporada como la agrícola y la manufacturera de ladrillos. Estos individuos aceptan préstamos y tratan de pagarlos con trabajo, pero dada la manipulación y profunda explotación de sus prestamistas, terminan haciendo un gran esfuerzo por pagar esta pequeñas deudas durante años.
Es importante entender que el trabajo por endeudamiento es una forma de esclavitud prohibida por la ley internacional y la de Asia del Sur. Sin embargo, es una práctica de explotación complicada y en constante evolución que aún persiste incluso a plena luz del día.
En esencia, el trabajo por endeudamiento se explica por la interrelación de acuerdos de crédito y trabajo que conceden una explotación similar a la de un esclavo debido a los grandes desequilibrios de poder entre el prestamista y el endeudado.
Este sistema ha logrado prevalecer debido a la pobreza, la falta de fuentes alternativas de crédito, la ausencia de justicia y estado de derecho, así como la aceptación social de la explotación a las castas y etnias que ha prevalecido en Asia del Sur desde los tiempos de los védicos.
Históricamente, la esclavitud por endeudamiento no es único en Asia del Sur. Hace siglos, era una forma común de explotación laboral en gran parte del mundo.
Sin embargo, la mezcla de la revolución industrial y la transición a las economías de mercado industrializadas extinguió esta práctica en Europa, Norteamérica y Asia Oriental. Ninguna revolución de este tipo ocurrió en Asia del Sur.
Como resultado, estimo que en la actualidad hay aproximadamente entre 18,5 a 22,5 millones de esclavos por endeudamiento en el mundo, de los cuales casi el 90% están en Asia del Sur. Esto hace que el trabajo por endeudamiento sea la forma de esclavitud más extendida en el mundo (aproximadamente seis de cada diez esclavos).
El trabajo por endeudamiento es un colaborador activo para la economía global. He documentado a cientos de esclavos por endeudamiento en más de 20 industrias tales como las del arroz, té, pescados y camarones congelados, alfombras, cigarros, fuegos artificiales, minerales, piedras, gemas y ropa.
También he rastreado las cadenas de suministro de estos productos, desde su fuente de explotación en Asia del Sur hasta las tiendas minoristas en La Unión Europea y Estados Unidos.
Más allá de la economía global, la esclavitud por endeudamiento puede representar un riego para la seguridad global. Mi investigación más reciente indica que hay crecientes riesgos de seguridad asociados con el sufrimiento, pobreza y explotación que alimentan el endeudamiento.
Los extremistas de Pakistán y la India han comenzado a reclutar a ex esclavos por endeudamiento, así como a actuales y potenciales, a través de promesas de ingresos, estabilidad y una manera de combatir a los gobiernos que los han sumergido en el abuso y la explotación.
Este tipo de esclavitud es una reliquia histórica que debería haber desaparecido desde hace mucho tiempo en Asia del Sur, sin embargo, la avaricia, la corrupción y la ineficacia del gobierno han permitido que esta forma de explotación prevalezca en los tiempos modernos.
Para asegurar los derechos humanos básicos, garantizar que las cadenas de suministro no se vean comprometidas y proteger la seguridad internacional, las fuerzas que promueven la esclavitud por endeudamiento deben ser embestidas inmediatamente.