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El recientemente coronado campeón del Abierto de Estados Unidos, Rory McIlroy, dijo a CNN que le encantaría emular el dominio del ex número uno mundial Tiger Woods, después de lograr su primer gran triunfo en el Congressional County Club el domingo.

McIlroy, de 22 años, recibió los aplausos de jugadores y comentaristas después de que terminó en 16 bajo par –ocho tiros menos que el australiano Jason Day, el segundo lugar– y anotó una puntuación total récord en el torneo-récord de 268 en sus cuatro rondas en Maryland.

“Me encantaría tener la hegemonía”, dijo el norirlandés, quien igualó o rompió 12 récords del Abierto de Estados Unidos en el camino a su victoria, incluyendo menor puntaje ganador que había sido impuesto por el 14 veces ganador de torneos major Woods, en Pebble Beach en 2000.

El nativo de Holywood demostró una gran concentración durante todo el fin de semana, a pesar de que dejó escapar notoriamente una ventaja de cuatro golpes en la última jornada del Masters de Augusta y perdió la oportunidad de su primera corona principal en abril.

McIlroy reveló cómo la leyenda del golf Jack Nicklaus le había ayudado a recuperarse de su caída en Georgia.

“Sentía como si necesitara ser un poco arrogante y poner un poco más de presión en mí mismo para ganar, porque sentía que tenía la capacidad.

“Eso es lo que Jack me dijo: tú tienes que poner presión sobre ti mismo. Si no ejerces presión sobre ti mismo, entonces nadie más lo hará”.

A pesar de la ambición de McIlroy de igualar los logros de Woods en el deporte, el número cuatro del mundo reconoció que rivalizar con la contribución del golfista de 35 años de edad fuera de los campos será difícil.

“Tiger ha sido lo más grande para el juego del golf en todos los tiempos. Llevó el golf a lugares en el mundo en los que la gente no podía practicarlo, y él ha sido enorme para el golf.

“No creo que yo pueda llegar a ser tan grande para el juego como lo es él, o como ciertamente lo fue, durante los últimos 15 años”.

McIlroy también expresó su satisfacción de que su compatriota Graeme McDowell –quien ganó el Abierto de Estados Unidos 2010 en Pebble Beach– estuviera en el hoyo 18 para felicitarlo por terminar su reinado como campeón.

“Ver a Graeme allí fue algo grande. Sentía que muchos de los chicos querían que yo ganara después de lo que sucedió en Augusta. Es bueno tener el respeto de sus compañeros, es uno de los mayores elogios que se puede tener.

“Cuando ves a uno de tus mejores amigos ganar un campeonato major y tú has jugado golf tanto con ellos, y los has derrotado en repetidas ocasiones, sientes que: ‘Si él puede hacer eso, no hay razón por la que yo no pueda’”.

“No podría estar más feliz de poner mi nombre debajo del suyo en este trofeo”.

El campeonato llegó a su conclusión en el día en que Gran Bretaña celebra el Día del Padre y McIlroy añadió que había estado feliz de contar con el apoyo de su papá –Gerry– durante todo el torneo.

“Tener a mi padre aquí esta semana ha sido de gran ayuda para mí. Siento como soy muy cercano a mi papá y puedo decirle cosas que no sería capaz de decir a nadie más.

“Tenerlo aquí, para atestiguar de primera mano mi primera victoria en un campeonato mayor, en el Día del Padre, es muy, muy especial y estoy seguro de que es un momento que nunca olvidaré”.